Las encuestas no solo revelan un severo desabastecimiento de medicamentos sino un grave deterioro en los servicios de atención

En Venezuela la salud se encuentra en terapia intensiva. La más reciente Encuesta Nacional de Hospitales publicada en marzo de 2018 revela que en los hospitales públicos del país suramericano se registra una escasez de medicamentos de 88% y una falta de material médico quirúrgico de 79%. 

Estas cifras son convalidadas por los estudios realizados en distintas organizaciones como Convite,  una ONG que ha revelado que en el país se vive una agudización de la emergencia sanitaria. Tras una encuesta realizada en 150 farmacias pudieron constatar que el desabastecimiento de fármacos para tratar problemas comunes de salud supera el 80%. 

La ausencia de medicamentos se ha convertido en una constante tanto en el sector privado y aún más en el sector público. En Venezuela, la salud pública se ha convertido en una causa de mortalidad a juicio de especialistas. 

Al Gobierno esta realidad parece no tocarle, no solo hace silencio sobre el tema que no es abordado en las ingentes alocuciones de figuras gubernamentales sino que las políticas se centran en denunciar una guerra económica dirigida desde Estados Unidos que ha afectado al sistema de salud.  De soluciones, nada. 

El presidente  venezolano Nicolás Maduro el pasado 27 de marzo en su cuenta en la red social twitter escribió “ Seguiremos trabajando para garantizar el acceso a la salud al Pueblo venezolano. La salud es un derecho soberano, en Revolución sigamos construyendo una Patria saludable”. 

Un derecho establecido en las máximas leyes pero que no se refleja en la realidad. El informe de la Encuesta Nacional de Hospitales realizado durante los primeros 10 días de marzo determinó que 94% de los servicios de rayos X no funcionan, así como 97% de los de tomografía.

La encuesta arrojó que 100% de los laboratorios  no funcionan de manera correcta por falta de reactivos, 79% de los hospitales tiene problemas en el suministro de agua y 53% de los quirófanos no funcionan.

Según los datos publicados  21,9% de las salas de emergencia están fuera de operación, mientras 70,7% tienen fallas y trabajan de manera intermitente.

Para el presidente de Convite, Luis Francisco Cabezas, urge una solución debido a que hay pacientes que no pueden esperar más. Es enfático en señalar que el Gobierno debe sentarse con las cámaras farmacéuticas y cancelar las deudas que tiene con ellas. “Aunque esto pueda tardar dos o tres años se debe reactivar la industria, es la única respuesta”.

Por su parte,  el presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), Freddy Ceballos, ha alertado que la situación que están pasando los venezolanos con cáncer o enfermedades crónicas, es la más crítica ya que estos medicamentos llegan solo a las farmacias de “altos costos” y muchos no pueden pagar esos precios.

Informó que la escasez de este tipo de fármacos ronda 90 %, por lo que algunos médicos especialistas le sugieren a quienes tengan la oportunidad de tratarse fuera del país, lo hagan.

La crisis no solo abarca el tema de servicios e insumos, sino que la realidad país también ha tocado al capital human. La Encuesta Nacional de Médicos y Estudiantes de Medicina 2017 reveló que casi un 40% del total de profesionales de medicina, que se graduaron en la última década, decidieron salir de Venezuela por falta condiciones para que dichos jóvenes puedan emprender y ejercer su profesión.

Más de 21.980 médicos de diferentes edades se han ido de Venezuela, incluso veteranos de 58 y 60 años de edad, solo para el cierre de 2017.

Los venezolanos no solo se quedan sin médicos de confianza, sino que se encuentran atrapados en una severa crisis de salud que mantiene a más de uno elevando una plegaria al cielo. 

Latin American Post | Yeimy Marian 

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