Colombia y República Dominicana, una cultura de migración

Una reciente encuesta de Gallup encontró que los colombianos y los dominicanos son los latinos que más predisposición tienen de emigrar. Esto, por encima de varias otras nacionalidades como de Venezuela, Nicaragua, Honduras, Perú, Nicaragua, Guatemala, entre otras. Al otro lado del espectro destaca la aparición de Argentina. Según el sondeo, casi la mitad de los colombianos (49%) y dominicanos (48%) emigrarían si tuviesen los recursos.

Esto demuestra que no necesariamente el único o principal motivo de emigrar no es lo económico o social. Igualmente, hay aspectos relacionados con la red familiar de soporte que se encuentre en el país destino.

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La misma ONU destaca que son varios los motivos por los cuales el ser humano migra. Desde oportunidades laborales, reunificación familiar, estudios, o para huir de violencia, terrorismo o de desastres ambientales a causa del cambio climático. Son varios los motivos, no únicamente para huir de la crisis económica.

Diferentes contextos

Ante los resultados de esta encuesta de Gallup, surge también la hipótesis de que no solo la migración, sino la disposición para migrar, también tiene motivos más profundos de los que se pueden observar. Colombia y República Dominicana poco tienen que ver en materia económica o de violencia.

República Dominicana tiene un PIB per cápita de 8.400 dólares, superior a los 6.100 dólares de Colombia. El índice Gini de los dominicanos es de 38,5; mucho mejor que el 51,5, lo que demuestra una menor desigualdad con los sudamericanos.

Además, el país isleño no sufre de algún tipo de conflicto armado como el que padecen millones de colombianos y que no es un fuerte motor de desplazamiento tanto interno como externo.

Una tradición migratoria

Entonces, con estos países tan dispares en varios casos, es relevante entender que también hay una tradición migratoria que puede ser otra hipótesis que pueda explicar este fenómeno. Dominicanos y colombianos son sociedades que a lo largo de los años salieron de sus fronteras. Es algo que está en el subconsciente. Cuando la cultura de los países también se basa en familiares o conocidos que emigraron y lograron el éxito, puede ser también un aliciente para que muchos busquen un contexto similar.

Al otro extremo de los que están abiertos a emigrar está Argentina. Un país que atravesó una serie de crisis financieras y dictaduras que causaron miles de refugiados. Incluso hoy, momento en el que la economía argentina experimenta la devaluación del peso argentino, el deseo es de seguir en el país.

Otro claro ejemplo de este hecho fue Venezuela, país que atravesó su mayor crisis financiera en siglos y que generó el mayor éxodo latinoamericano en la historia reciente. A pesar de esto, solo el 30% de los venezolanos respondió afirmativamente la pregunta si emigraría al tener los recursos. Se puede entender también con la realidad de que muchos ya se han ido. Tanto Venezuela como Argentina, son destinos de migraciones europeas y esto también podría explicar su poco deseo de buscar una nueva vida fuera de sus fronteras por decisión propia.

No obstante, México es el país que muestra otra realidad. Si es verdad que históricamente el país azteca es el origen de una de las mayores diásporas en Estados Unidos, hoy solo el 26% de los mexicanos estaría dispuesto a salir del país. Una respuesta que contradice su historia migrante, pero que está cercana a la disminución de la migración de mexicanos a su vecino del norte.

La lista la completa es: Colombia 49%, República Dominicana 48%, Ecuador 47%, Honduras 45%, Nicaragua 40%, Perú 32%, Panamá 31%, Venezuela 30%, El Salvador 28%, Costa Rica 28%, Guatemala 26%, México 26% y Argentina 25%. La encuesta de Gallup entrevistó de forma presencial o telefónica a 1.200 ciudadanos de cada país entre mayo y junio del 2003. El margen de error de la consulta es de +2,8 puntos con un nivel de confianza del 95%.