NEGOCIOS Y FINANZAS

Minas de oro peruanas bajo asedio por ataques mortales y pérdidas

El sector minero de oro de Perú enfrenta una escalada de violencia a medida que bandas criminales y mineros ilegales intensifican los ataques, lo que resulta en numerosas muertes, lesiones y miles de millones en pérdidas financieras para la industria .

Mina Pierina, ubicada en el distrito de Jangas, provincia de Huaraz, Perú.

Foto: Wikimedia

The Latin American Post Staff

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La escalada de violencia amenaza a la industria minera del Perú

Una inquietante tendencia de escalada de violencia ha estropeado el sereno paisaje de las ricas regiones minerales del Perú a medida que bandas criminales y mineros ilegales atacan cada vez más las minas de oro. Un reciente ataque brutal a una mina perteneciente a Poderosa, uno de los principales productores de oro del Perú, ha puesto de relieve esta terrible situación. El asalto, que involucró explosivos y rehenes, resultó trágicamente en nueve muertes y diez heridos graves, arrojando una sombra sobre la lucrativa industria minera del país.

Perú, el segundo mayor productor de cobre del mundo y una importante fuente de oro y plata, está lidiando con una creciente amenaza a sus minas. Estos ataques no sólo se cobran vidas sino que también causan graves daños económicos. El año pasado, Poderosa sufrió otro incidente mortal, con siete muertos y la destrucción de diez torres de transmisión. De manera similar, en junio del mismo año, un enfrentamiento mortal por tierras entre mineros artesanales de oro en el sur de Perú resultó en 14 muertes, lo que subraya la gravedad del conflicto que rodea a los territorios mineros.

Impacto económico de los incidentes violentos

Las repercusiones financieras de estos incidentes violentos son cada vez más evidentes. Un estudio de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía del Perú (SNMPE) estima que las actividades ilegales de extracción de oro representan aproximadamente 6 mil millones de dólares en pérdidas anuales, alrededor del 2,5% del PIB interno del Perú. Esta cifra alarmante resalta el impacto económico y subraya el desafío que enfrenta el gobierno de Perú mientras se esfuerza por recuperarse de una recesión con la minería como su principal columna vertebral económica.

La reciente presentación corporativa de Poderosa pinta un panorama sombrío de su salud financiera. La compañía ha informado de un impacto significativo en sus ganancias y producción este año, con un aumento de los costos operativos en un tercio. Este aumento de gastos se atribuye principalmente al aumento de los costos de seguridad y vigilancia, que responde directamente al mayor riesgo de ataques y actividades mineras ilegales.

El sector minero del Perú: un desafío más amplio

Estos desarrollos en el sector minero de Perú reflejan un problema más amplio que se extiende más allá de las fronteras del país. El atractivo de los metales preciosos ha atraído históricamente diversas actividades ilegales, desde la minería artesanal en pequeña escala hasta el crimen organizado. En Perú, estas actividades se han entrelazado, y las bandas criminales a menudo explotan a los mineros ilegales o toman el control directo de las operaciones mineras ilícitas. El resultado es una mezcla volátil de desesperación económica, anarquía y violencia, que plantea un desafío importante para la industria minera y las fuerzas del orden.

Mientras Perú enfrenta esta creciente crisis, las soluciones son complejas y multifacéticas. Fortalecer las medidas de seguridad en los sitios mineros es una respuesta inmediata necesaria, pero solo aborda los síntomas de un problema más profundo. Abordar las causas fundamentales requiere un enfoque integral que incluya la creación de alternativas económicas para las comunidades locales, la aplicación de regulaciones más estrictas sobre las actividades mineras y la mejora del marco legal para combatir la minería ilegal y sus delitos asociados.

La cooperación internacional es esencial

Además, la cuestión exige cooperación internacional, ya que la demanda de oro y otros metales preciosos del mercado mundial a menudo alimenta estas actividades ilegales. Abordar la cadena de suministro y garantizar prácticas de abastecimiento responsables puede desempeñar un papel crucial para mitigar el impacto de la minería ilegal.

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En conclusión, el reciente ataque a la mina de oro de Poderosa es un trágico recordatorio de los desafíos que enfrenta la industria minera del Perú. Mientras el país busca equilibrar el crecimiento económico con las responsabilidades sociales y ambientales, la creciente violencia y las pérdidas financieras del sector minero presentan un obstáculo enorme. El gobierno peruano, la industria minera y los socios internacionales deben trabajar juntos para abordar este complejo tema, con el objetivo de garantizar la seguridad de las operaciones mineras y el bienestar de las comunidades afectadas por las actividades mineras. Sólo a través de un enfoque coordinado y multifacético el Perú puede esperar superar el flagelo de la minería ilegal y la violencia que trae consigo.

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