Arreglo de partidos: el enemigo silencioso que sigue rondando al tenis profesional
La sanción del tenista Younes Rachidi por arreglar 135 partidos vuelve a abrir el debate en torno al "deporte blanco'
Foto: AFP
LatinAmerican Post | Juan Felipe Rengifo
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El tenista marroquí pasará a la historia como el más tramposo de la historia. Según reportes de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) Rachidi arregló 135 partidos a lo largo de sus cinco años de carrera profesional, tanto en la categoría de sencillos, como de dobles. Esto le significó una sanción de por vida para jugar, entrenar o participar de cualquier evento tenístico regido por los organismos oficiales del tenis, además de pagar una multa de 34.000 dólares.
Casos que no son aislados y cada vez más preocupantes
A pesar de que su carrera no fue destacada en el circuito mundial, (su puesto más alto fue el 473 de la ATP de dobles) pudo representar a su país en tres ediciones de la Copa Davis en las ediciones de 2012, 2013 y 2014. Otros jugadores también se vieron salpicados por los comportamientos del jugador africano, puntualmente los casos de los tenistas argelinos Mohamed Hassan y Houria Boukholda que también fueron hallados culpables por el mismo comportamiento, ya que arreglaron 29 y 15 juegos respectivamente.
Lo más preocupante es que aunque estos casos se pueden considerar de los más graves de la historia por el número de partidos amañados en partidos válidos por el circuito ATP, no son casos aislados y otros tenistas del circuito profesional también han sido suspendidos por casos de corrupción durante su carrera profesional.
Un talento peruano que cayó en la tentación
Uno de los casos más recordados en Latinoamérica fue el del peruano Mauricio Echazú, quien en 2022 fue suspendido luego de admitir que había amañado o intentado amañar resultados de partidos de tenis y recibir favores económicos a cambio. La sanción de "Garrita" como se le conoce en el circuito tenístico, conmocionó a su país, debido a que fue uno de sus jugadores más destacados y con mayor proyección, incluso fue convocado con apenas 15 años a disputar el repechaje de copa Davis contra Brasil en 2004. Se espera que su sanción sea levantada a final de este año si no es reincidente en este tipo de delitos.
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¿Qué pasa con los tenistas top?
Después de que derrotara en la primera ronda del Australian Open 2016 al surcoreano Hyeon Chung, Novak Djokovic confesó que en 2007 le habían ofrecido 200.000 dólares por dejarse ganar en primera ronda del torneo de San Petersburgo. Debido a esta situación, el serbio decidió declinar su participación y de esta forma evitar suspicacias. “Se me acercaron indirectamente a través de las personas que trabajaban conmigo en ese momento. Obviamente, dijimos inmediatamente que no. La persona que estaba tratando de ponerse en contacto conmigo ni siquiera vino a mí de forma directa", comentó "Nole".
La masificación de las casas de apuestas digitales agrava la situación
Según investigaciones que viene desarrollando BBC desde el año 2016, ya el tema de los amaños de partidos no se limita a torneos de menor relevancia o de poco impacto mediático, incluso los hallazgos revelan que partidos de Grand Slam de Wimbledon y Roland Garros se han visto afectados.
Aunque no se cita a ninguno de los posibles tenistas involucrados, sí se referencia un partido del Torneo de Sopot en 2007 que disputaron Nicolay Davydenko contra Martín Vasallo. Ese juego finalizaría en el tercer set, cuando el ruso se retiró por una lesión. Según reportes, ese juego movió cerca de siete millones de dólares en apuestas y pese a que produjo una investigación de parte de la ATP, no hubo ningún sancionado.
A pesar de las sanciones, no hay una cercana solución
Con tanto flujo de dinero circulando es difícil que los tenistas no se sientan tentados por recibir algún dinero adicional que les asegure su futuro económico más allá de los resultados deportivos. Por otra parte, y pese a las restricciones que tienen los jugadores en participar en apuestas, estos negocios cada vez se abren paso en el deporte profesional mediante patrocinios o subvenciones, lo que dificulta aún más erradicar posibles actos de corrupción.