Cada fin de semana, cientos de personas se reúnen para jugar a la pelota caliente en Santiago de Chile

Debido a la crisis en Venezuela, muchas personas han salido de su nación y han llegado a otros países que los acogen. Allí, hay personas que trabajan en las esquinas vendiendo comidas típicas como pepitos, tequeños, perros calientes, arepas, entre otras delicias. Poco a poco, estas ganan espacio en las calles de varias ciudades latinas, como Santiago de Chile. Otros incluso abren su local de comida venezolana, por mencionar algunos casos.

Read in english: Amazing! Baseball is back in Chile thanks to Venezuelan immigrants

Junto con el sabor de la comida, la música y las costumbres venezolanas, también llegaron las tradiciones deportivas. Por eso no es raro encontrar en los parques de esta ciudad a padres e hijos con guante y bate en mano. Lanzando la pelota y simulando una partida en un diamante con base llena, y celebrando un jonrón.

Esta emoción por la pelota caliente ha generado un renacimiento de la Federación Chilena de Béisbol y Sóftbol, esa misma que a comienzos de los 90 estuvo a punto de desaparecer. Gracias a la afición extranjera comandada por venezolanos, cubanos, colombianos y cubanos, entre otros, se revivió esta pasión que reúne los fines de semana a cerca de 800 jugadores en los tres campos de esta disciplina, ubicadas en los alrededores del Estadio Nacional.

"Esta época es donde el deporte más se ha desarrollado, sobre todo gracias a los extranjeros que han llegado este último tiempo. Los que más han llegado han sido los venezolanos. Antes de ellos eran cubanos, y después los dominicanos, hace cuatro o cinco años", aseguró Andrés Sepúlveda, presidente de la Asociación de Béisbol y Sóftbol de Santiago, al diario La Hora.

No es para menos. Hace 8 años nació el club Tiburones, un equipo que se conformó como homenaje al conjunto venezolano Tiburones de la Guaira, elenco emblemático de la nación bolivariana. "En Venezuela jugar a la pelota es jugar béisbol, aquí en Chile es jugar fútbol, pero estoy seguro que cuando el béisbol pegue más en Chile, muchas personas van a voltear a verlo", sostuvo Néstor Ramírez, técnico de Tiburones, al medio virtual Emol.

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Este aumento de visitantes al diamante de béisbol del Estadio Nacional no sólo va acompañado de jugadores, sino también de familias que llenan las graderías. El animado ambiente también se llena de frituras muy venezolanas, pasando de la sopaipilla y completos chilenos, a los manjares como tequeños, pepitos y perros calientes.

Otro elenco que llama la atención en los diamantes santiaguinos es el equipo Forasteros, que participa en la Liga A de la Asociación de Béisbol y Sóftbol de Santiago. Se conformó por 30 inmigrantes que llegaron de Venezuela en busca de un mejor futuro, para tratar de reconstruir una vida que quedó atrás por las complicaciones en su país, sin olvidar a aquellos familiares que todavía están allá.

"Hay muchos extranjeros que se vienen a Chile y no se traen sus guantes y bates porque no imaginan que acá tendrán un espacio. Llegan acá, se dan cuenta de que hay béisbol y mandan a pedir sus cosas", aseguró Sepúlveda a La Hora.

LatinAmerican Post | Jorge Hernández

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