Las astronómicas cifras de Qatar 2022
La cifra está por encima de lo gastado en Brasil 2014 cuyo monto alcanzó los 11 mil millones de dólares
Rodar el balón en la arena del desierto del Golfo Pérsico es más caro de lo que parece. Con el estadio Khalifa recién remodelado, cinco años antes de que comience el Mundial de Fútbol 2022, y capacidad para 40 mil personas, Qatar continúa con el acelerador a fondo para cumplir con la cita orbital.
Desde que salió elegida en diciembre de 2010 sobre las candidaturas de Australia, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, los árabes le apuntaron a la construcción de ocho nuevos ‘templos’ para recibir el fútbol y otros cuatro serán remodelados, lo que costaría 200 mil millones de dólares, según explicó el ministro de Finanzas del emirato, Ali Shareef Al-Emadi.
La cifra está por encima de lo gastado en Brasil 2014, cuyo monto alcanzó los 11 mil millones de dólares, y está 20 veces por encima de lo que se tiene presupuesto para el campeonato del próximo año en Rusia, inversión cercana a los 10 mil 700 millones.
Desgranando un poco la cifra, en estos momentos uno de los grandes productores de petróleo y gas natural licuado en el Mundo gasta semanalmente 500 millones dólares a la semana para la preparación de la fiesta futbolera, cerca de 72 millones de dólares por día, aproximadamente 3 millones por hora, confirmó Al-Emadi.
Para hacer equivalencias, en una semana los qataríes se gastan aproximadamente dos veces lo que el jeque Al Thani invirtió en el traspaso de Neymar al París Saint-Germain de Francia.
Los árabes esperan culminar las obras un año antes de que ruede el balón en el juego inaugural, el cual se realizaría entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre, no la fecha tradicional entre junio y julio, lo anterior debido a las altas temperaturas que se registran durante esa parte del año.
Las inversiones, según el Ministro, no sólo comprenden la construcción y remodelación de los estadios, también tiene presupuestada la creación de autopistas, vías férreas y hospitales, entre otros.
Latin American Post | Jorge Luis Hernández Sánchez
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