The Last Dance: reseña de los 5 primeros capítulos

“The Last Dance”, o "El Último Baile", el nuevo documental de Netflix acerca de la última temporada de los legendarios Bulls de Jordan, es un reportaje obligatorio para los fanáticos de baloncesto. Aunque es cierto que requiere cierta familiaridad con el deporte y la leyenda de Michael, cuando el espectador ha cruzado esta brecha, “The Last Dance” se convierte en un vistazo íntimo a la historia y funcionamiento de un equipo como ningún otro. No por nada superó en demanda al popularísimo "Tiger King" del mismo Netflix con tan solo cinco episodios. 

Un estudio a fondo de un equipo

"The Last Dance" es un documental espectacular en términos de su proeza técnica: el video de archivo impecable, las entrevistas extensas que cubren personalidades desde el entrenador personal de Michael, hasta presidentes de los Estados Unidos como Obama y Clinton y la minuciosidad investigativa de la información presentada lo ubican como un exponente único de su género. 

Sin embargo, es en la organización narrativa de la historia que “The Last Dance” realmente brilla. Cada uno de los primeros cuatro capítulos sirve en su primera mitad, como un mini-estudio de cada uno de los miembros más importantes del equipo y en la segunda, como una demostración de su influencia en la formación y consolidación del equipo. De ese modo, el primer capítulo presenta a Jordan, el segundo a su incomparable compañero Scottie Pippen, el tercero al alocado pero esencial Dennis Rodman y el cuarto al legendario Coach Phil Jackson. 

La historia que los llevó a la NBA y las habilidades que los hacen necesarios para el equipo son narradas con un ritmo excelente en estos primeros tres capítulos. Sin embargo, aquí es donde empiezan los problemas.

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Un problema de enfoque

El capítulo cinco de "The Last Dance" tiene una reducción de calidad notable en cuanto a los primeros cuatro. No en ningún aspecto técnico, pero sí en el ritmo de la historia. Pasamos de una narración enfocada en cada miembro importante del equipo a un capítulo centrado en varios episodios con conexiones débiles de la vida de Jordan. Solo en este capítulo se habla del odio de Jordan con Isiah Thomas, del origen de sus icónicos zapatos, de su participación en los Olímpicos, de su ascenso como ídolo de la cultura popular y de su falta de compromiso político. Termina siendo un analísis extenso pero superficial de estas facetas de la vida del deportista.

Un documental para no perderse

A pesar de los problemas con el capítulo cinco, se queda corta una reseña para hablar de todas las virtudes que tiene “The Last Dance”. Es un documental minucioso, que logra crear personajes fuertes,como el genial manager de los Bulls Jerry Krause, que sirve como antagonista y protagonista en la historia, ayudando a formar el equipo al principio y desarmandolo durante la última temporada. 

Los fans de la NBA estaríamos viendo los playoffs para estas épocas. Sin embargo “The Last Dance” es un reemplazo perfecto para sentir toda la gloria y la derrota que viene con ser aficionado del baloncesto.