El TLC Colombo-Coreano celebra su primer triunfo
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Es el primer tratado entre un país sudamericano y una nación de Asia-Pacífico
Desde el 15 de junio, 2016 entró en acción el tratado de libre comercio entre Colombia y Corea del Sur. El convenio de mercado logró que las exportaciones del país latinoamericano al asiático aumentasen en un 32,5%. La industria más beneficiada fue la ganadera al percibir ingresos por 89 millones de dólares, 19 más que el año anterior.
El tratado que firmó Colombia con Corea representa una oportunidad única para ambos países, pues para los dos es valioso ser los primeros de su región en acceder a un mercado destino de 47.5 millones de personas en promedio y permitirse adquirir proximidad a naciones vecinas.
La República de Colombia es un país en desarrollo con ventaja competitiva en la agroindustria y desventaja en la tecnificación, mientras que Corea del Sur tiene como ventaja la tecnología y desventaja su acceso limitado a recursos naturales. De ahí surge la conveniencia de firmar un tratado bilateral. Sin embargo, es difícil llegar a un acuerdo si no existe confianza, entonces, entre todas las combinaciones posibles, ¿por qué Colombia y Corea del sur lograron tal proximidad?
Colombia apoyó a Corea del Sur cuando más lo necesitó. En junio de 1950, en el marco de la guerra fría, Corea del Norte lazó una ofensiva contra Corea del Sur. A su defensa, las Naciones Unidas hicieron un llamamiento general donde se pidió refuerzos a las naciones-miembro. En América Latina, solo un país respondió al llamado. Así, Colombia aportó un batallón de infantería y tres fragatas en el llamado “Batallón Colombia”, que sumó 4750 integrantes.
Económicamente, el tratado provoca pocas alteraciones a los mercados locales. En Colombia, existen pocos productores de vehículos, maquinaria, química básica y productos de metalurgia, mientras que Corea cuenta con solo 30% de tierra cultivable y la creciente presión por abastecer a su creciente población. Entre los insumos descritos, se encuentra más del 80% del tratado firmado.
Más allá de los resultados actuales del tratado están las posibilidades futuras: Corea del Sur necesita soluciones de mediano y largo plazo para evitar que su población carezca de alimentación o que los precios suban desproporcionalmente afectando su economía. Si Corea quiere tener una porción del producto colombiano, debe tomar acciones que le permitan acceder a tal derecho; el país asiático debe hacerse parte del desarrollo integral de Colombia.
La inversión extranjera de Corea en Colombia sobrepasó los 13 millones de dólares en los 13 meses que lleva el acuerdo. Considerando que las primeras fases de todo tratado se denominan “fases exploratorias” es concebible que esta apertura de Colombia y Corea sea tan solo el inicio de una nueva etapa en la historia de las relaciones comerciales latinoamericanas y asiáticas.
Latin American Post | David Eduardo Rodríguez
Copy edited by Susana Cicchetto
