ECONOMÍA

La industria tequilera de México se prepara para posibles aranceles del 25 % en EE. UU.

Ante la posibilidad de un arancel del 25 % sobre el tequila exportado, la emblemática bebida de México enfrenta un momento decisivo. Productores, agricultores de agave y exportadores temen que esta medida desencadene una serie de efectos que podrían alterar el comercio global. Mientras se llevan a cabo negociaciones, actores clave buscan defender una tradición nacional de gran valor.

Presiones económicas en aumento

La industria tequilera en México enfrenta un cambio drástico con la propuesta de Estados Unidos de imponer un impuesto del 25 % a productos importados del país. Esta medida, impulsada por crecientes tensiones comerciales, afectaría toda la cadena de suministro, desde los agricultores de agave hasta los distribuidores y consumidores en bares y tiendas en EE. UU. Expertos advierten que los precios aumentarían y las ventas podrían disminuir, desencadenando un efecto dominó que pondría en riesgo los medios de vida de miles de trabajadores.

En entrevistas con EFE, representantes de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) explicaron que la industria depende en gran medida de sus exportaciones a EE. UU. Se estima que en 2024 el volumen de exportación de tequila al mercado estadounidense alcanzó los 335 millones de litros, lo que representa el 67.5 % de la producción total de 500 millones de litros en México. Esta fuerte dependencia del mercado estadounidense, según la directora general de CNIT, Ana Cristina Villalpando, demuestra cuán esencial es la demanda de EE. UU. para el crecimiento y estabilidad de los productores de tequila. Si se implementa el arancel del 25 %, las empresas deberán decidir entre asumir el costo, trasladarlo a los consumidores o compartir la carga.

La preocupación va más allá de los fabricantes. Si el precio del tequila aumenta, los consumidores podrían optar por otras bebidas alcohólicas, lo que afectaría a los agricultores de agave y a industrias relacionadas, como fabricantes de botellas, diseñadores de etiquetas, transportistas y agencias de marketing. Algunas empresas ya están reevaluando sus planes de inversión, temiendo que la expansión y la contratación de nuevos empleados se vuelvan insostenibles hasta que la situación comercial se estabilice.

Distintas estrategias están en evaluación. Cada destilería deberá decidir su camino según sus objetivos, estructura de costos y posicionamiento en el mercado. Villalpando también destacó la importancia de la Asociación de Destiladores de Estados Unidos, que ha expresado su preocupación por las interrupciones en las redes de distribución, el impacto en bares y minoristas, y la posible pérdida o degradación de unos 31,000 empleos formales. La presión de ambas partes podría influir en si los aranceles se mantienen o solo se utilizan como herramienta de negociación en discusiones comerciales más amplias.

Auge de compras de pánico

Informes sobre “compras de pánico” entre distribuidores estadounidenses añaden otro nivel de complejidad. Ante la posibilidad de aranceles que encarezcan el inventario, muchos mayoristas están acumulando grandes volúmenes de tequila para evitar una subida repentina de precios. Según EFE, la empresaria y destiladora Melly Barajas, propietaria de Leyenda de México, ha visto cómo a finales de 2024 y principios de 2025 sus pedidos han triplicado la cantidad habitual. En lugar de enviar sus 10 contenedores estándar, cada uno con 11,880 litros de tequila premium, su empresa ha tenido que gestionar pedidos mucho más grandes en poco tiempo.

Aunque este aumento repentino beneficia temporalmente a los productores, Barajas expresó su preocupación por la incertidumbre a futuro. Si los distribuidores estadounidenses logran acumular suficiente stock, podrían reducir sus compras en los próximos meses. Este panorama interfiere con la planificación de la producción y hace riesgosa la expansión de la capacidad operativa o la contratación de más empleados. Un repunte momentáneo en la demanda podría ser seguido por una caída si el mercado se satura o si el tequila pierde competitividad en EE. UU. debido a los impuestos.

Barajas mencionó que, al igual que muchas otras empresas, su firma se encuentra en una posición difícil: debe aprovechar la alta demanda actual mientras se prepara para un posible desplome en las ventas. A pesar de que los datos muestran un aumento del 34.6 % en las exportaciones de tequila en enero de 2025 en comparación con el año anterior, no hay garantía de que esta tendencia se mantenga, especialmente si los aranceles entran en vigor.

Rutas hacia la estabilidad a largo plazo

A pesar de la incertidumbre, la CNIT y los principales productores han desarrollado estrategias para mantener la presencia del tequila en EE. UU. Villalpando explicó a EFE que una de las medidas clave es reforzar la conexión con los consumidores a través del sabor, la historia y el valor cultural del tequila. Dado que muchos consumidores estadounidenses han desarrollado un gusto por los tequilas premium y artesanales, resaltar la calidad del agave y la tradición en su destilación podría ayudar a conservar la lealtad del mercado, incluso con precios más altos.

Sin embargo, no todas las empresas pueden absorber un aumento del 25 % en costos a largo plazo. Gildardo Partida, dueño de El Castillo del Tequila, explicó a EFE que su empresa está dispuesta a asumir inicialmente el costo del arancel para evitar un impacto inmediato en los consumidores, pero esta estrategia solo funcionará por un tiempo limitado. Si los aranceles persisten, las ganancias se reducirán hasta volverse insostenibles. Partida busca evitar incrementos de precio inmediatos, ya que un alza abrupta podría hacer que los clientes opten por otras bebidas como whisky, vodka o ron.

La industria también está explorando una diversificación de productos. Algunas empresas están desarrollando líneas con precios más accesibles para afrontar los aumentos de costos, mientras que otras enfocan sus estrategias de marketing en resaltar la autenticidad y la calidad artesanal del tequila mexicano. La colaboración con socios estadounidenses, desde importadores hasta bartenders, podría incluir eventos promocionales o descuentos temporales para mantener las ventas mientras continúan las negociaciones. Aunque no hay una solución única para todas las destilerías, existe un consenso en que la acción colectiva y la creatividad pueden ayudar a mitigar el impacto.

La posible imposición de aranceles ha obligado a la industria tequilera a adaptarse rápidamente. Algunos mantienen la esperanza en las negociaciones, mientras que otros creen que actuar con estrategias flexibles desde ahora dará mejores resultados que esperar una resolución política definitiva. Con más del 66 % de la producción de tequila de México dirigida a EE. UU., el riesgo es alto. Las empresas deben equilibrar la necesidad de mantenerse competitivas con la preservación de un símbolo cultural histórico. Todo esto ocurre en un contexto donde esperan que las tensiones comerciales se alivien y permitan un entorno más estable.

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Por ahora, las órdenes de pánico pueden aumentar los ingresos a corto plazo, pero la verdadera incógnita es cómo se verá el mercado si los aranceles se aplican y se mantienen. Cualquier solución requerirá la cooperación de todos los involucrados: desde los gobiernos y las redes de distribución hasta los pequeños destiladores artesanales. La industria del tequila está lista para afrontar los desafíos y defender uno de los íconos más importantes de México en el escenario global.

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