Aunque parezca imposible, la capital colombiana está llena de alternativas

El veganismo, práctica en la cual se decide voluntariamente detener por completo el consumo de cualquier producto de origen animal, es cada vez más popular en el mundo. Para nuestra cultura y costumbres latinoamericanas, esta es una postura ética bastante nueva y poco común. Sin embargo, el porcentaje de veganos y veganas es cada vez más grande.

Hace veinte años la vida para un vegano en Bogotá no era nada fácil. Consistía básicamente en hacerlo todo por sí mismo y con lo que se tuviera a la mano. El producto más popular era el “Carve” y la leche de soya (de mal sabor) que se podía conseguir en supermercados. El consumo de verduras, hamburguesas hechas de lenteja, granos y frutas era la dieta básica y necesaria de un vegano. No había nada como leches de otras procedencias, embutidos o mucho menos restaurantes. Podían encontrarse un par de restaurantes vegetarianos en extremo saludables y ausentes de sazón. Si se quería comer bien y rico se tenía que armar de creatividad y amor por la cocina para que los días no pasaran por el aburrimiento de comer siempre lo mismo, de la misma manera y con el mismo sabor. Dura batalla.

Sin embargo y con la popularidad creciente del veganismo las opciones son cada vez mayores. Existen restaurantes 100% veganos, deliciosos y de amplios rangos de precios. Las zonas más frecuentadas y con mayores posibilidades son Chapinero, La zona T, La zona G, Usaquén y La Candelaria. Lamentablemente las ubicaciones de estos lugares y sus precios, generalmente no son asequibles para todos los sectores poblacionales de la ciudad. Es un comienzo que posiblemente vaya abriendo paso y espacio para todos quienes residen en la ciudad.

Productos como embutidos vegetales, salchichas, rellenas, chorizos, jamones, leches de avena, arroz, coco, chocolates, se pueden encontrar fácilmente en supermercados. Se han abierto mini-mercados veganos y en los restaurantes es cada vez más fácil encontrar platos que puedan ser consumidos por personas que lleven a cabo esta dieta, o incluso, hay restaurantes no vegetarianos que crean platos especialmente para véganos.

También el uso de materiales sintéticos en la ropa es cada vez más común. El uso de poliuretano, algodón, lona, poliéster, piel sintética, viscosa, acrílico, nylon, denim y microfibra han reemplazado a los tradicionales cueros, lanas, sedas y cachemir. Haciendo más amable el uso de prendas de vestir libres de crueldad y de muy buena calidad.

Si quiere ser vegano en Bogotá es importante tener presente qué restaurantes y qué opciones se tienen cerca a casa, a dónde se puede ir a distintas horas del día, cocinar y encontrar los lugares en donde se pueda mercar dependiendo de las necesidades. En cualquier lugar del mundo, para ser vegano es importante también visitar a un médico nutricionista para comenzar y tratar de comer lo más balanceado posible, intentando cubrir todos los componentes nutricionales que un plato requiere. Es recomendable comprar vitamina B12 (de origen vegetal) y no caer en la dulce tentación de la comida rápida y desbalanceada llena de carbohidratos y grasas. Es una tarea, al comienzo, pero con el tiempo se torna en una práctica fácil y se adquiere destreza para tener un estilo de vida vegano de una forma provechosa y divertida.

Latin American Post | Tatiana Castillo

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