Entrevista: abuso en niños y niñas ¿Cómo enseñarles a poner límites sobre su propio cuerpo?
Educar y dotar con herramientas es fundamental para prevenir el abuso en niños, niñas y adolescentes. Hablamos con la doctora Victoria Eusse, pediatra especializada en neuropsicología infantil y experta en maltrato infantil sobre el tema.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Read in english: Interview: Abuse in Boys and Girls, How to Teach them to Set Limits on their Bodies?
La OMS define el maltrato infantil como cualquier forma de abuso o desatención que afecte a un menor de 18 años y que abarca todo tipo de maltrato físico o afectivo, abuso sexual, explotación comercial y actos que afecten la salud, desarrollo o dignidad del menor. Asimismo, una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales cuando tenían entre 0 y 17 años.
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Un factor clave es la prevención. Por esta razón, en LatinAmerican Post hablamos con la pediatra Victoria Eusse para dotar a los niños, niñas y adolescentes de conocimientos y capacidades que aporten a la prevención del abuso.
LatinAmerican Post: La experiencia indica que en muchas ocasiones es difícil detectar los abusos porque los y las menores desconocen que están en esta situación y por el poder que ejerce el adulto. Usted qué le recomendaría a los padres. ¿Desde qué edad enseñar a los niños y niñas a poner límites sobre su propio cuerpo y cómo abordar el tema?
Pediatra Victoria Eusse: Cuando un infante está viendo al interior de su familia que el cuerpo de los niños y niñas o el cuerpo de las mujeres no se respeta, no tiene el valor, allí comienza ese aprendizaje. Es en casa donde el cuerpo cobra un valor de respeto, de individualidad o no. En el caso nuestro, en Colombia, el cuerpo es vulnerado permanentemente delante de los niños: el de la madre en las relaciones de pareja, en las relaciones de hermanos, en las relaciones padres e hijos. Permanentemente, se están cruzando unas líneas que son muy importantes: las del espacio vital y las del respeto.
Asimismo, ese irrespeto se acentúa cuando comienza la crianza, donde yo te pego, donde yo te zarandeo, donde yo te sacudo, donde yo castigo tu cuerpo por cualquier cosa, inclusive castigo físico. Cuando las familias desconocen las etapas del desarrollo, muchas veces los niños son castigados físicamente por no hacer cosas que ni siquiera están dentro del tiempo de aprenderlas o de madurarlas.
L.P: Hay ciertos comportamientos que generan duda de si son correctos o no. Por ejemplo, besar a los niños y niñas en la boca, estar desnudos en casa o que el niño o la niña se sienten en las piernas de tíos, primos, etc. Las personas que cometen abusos suelen estar en el círculo cercano de las familias, según dicen los registros. ¿Son correctos o no estos comportamientos?
R: Las personas cercanas tienen acceso a los niños y niñas todo el tiempo y ellos están muy vulnerables porque lo que han aprendido es que los adultos tienen acceso a su cuerpo. Entonces, desde muy pequeños se están haciendo este tipo de conductas que lo van a confundir. En muchas oportunidades puede que no haya ningún tipo de intención sexual, solo de amor y afecto, pero si yo pretendo hacer de ese hijo un niño fuerte, un niño consciente, un niño sano y un niño que se pueda defender, tengo que pensar en estas cosas. Si a toda hora los padres o los familiares cercanos están besándole zonas que después más adelante yo le voy a enseñar que son zonas sexuales, como son los genitales, los senos, la boca, entonces yo le estoy creando una confusión difícil de resolver.
L.P: Respecto a la sexualidad, suele haber mucho tabú y se usan eufemismos para nombrar los temas relacionados. ¿Cómo se debe hablar con los niños y a partir de qué edad?
R: Siempre se debe hablar claramente. ¿Cuándo? En la medida en que ellos vayan demandando información. Y esto realmente hoy en día es muy temprano por la exposición a las pantallas y por su socialización desde muy pequeños en el jardín infantil.
Los padres comienzan a jugar con los niños casi que desde el año: dónde están los ojitos, dónde está la nariz, etc. Es un juego de aprendizaje y de autoidentificación. Desde ese mismo momento se le debe preguntar, así como le pregunto por los ojos, dónde están los genitales. Las palabras que se deben utilizar son palabras claras y las que normalmente utilizan en cada región. Si aquí lo usual en nuestro medio es llamarle al pene pipí, pues así lo va a identificar desde el jardín. Pero también es muy importante explicarle que el nombre correcto del pipí es pene y que identifique la palabra. Y no es correcto eso que hacen muchas familias de empezar a llamar la florecita, el pajarito, porque eso también puede confundir y los abusadores aprovechan esas confusiones.
L.P: ¿Cómo hacer ese monitorio constante a los niños y niñas? ¿Es conveniente preguntarles si alguien se les ha acercado o solo esperar a que ellos hablen del tema? Esto pensando en que puede haber manipulación por parte del adulto.
R: En Pediatría se habla de 10 premisas que se deben dar siempre a las mamás, papás y a los educadores para que los niños tengan herramientas.
1) Hablar abiertamente con los niños sobre el cuerpo, de una manera indiscriminada. Es decir, no mostrar que se puede hablar de las manos o de cualquier parte, pero de las zonas que están comprometidas con la función sexual no. Así como le enseño para qué son los ojos, por qué hay que cuidar los ojos, cómo hay que cuidarlos, igual le enseño para qué es el pene, para qué la vulva, por qué hay que cuidarla y que el niño entienda que cada parte de su cuerpo tiene una función y tiene un cuidado específico.
2) Hablar del espacio vital, que se forma alrededor de nuestro cuerpo cuando extendemos los brazos. Es hablarles de que nadie puede obligarlo o nadie puede forzarlo a entrar a su espacio vital sin su autorización. Deben entender que el cuerpo es su mayor tesoro.
3) El niño y la niña debe entender que tiene derechos, como el de rechazar lo que no quiere y con lo que no se siente bien. Entonces, tiene derecho a decir que no, "no quiero que me cargues" o "no quiero que me abraces", etc. No se debe aceptar a los adultos "por educación" como se suele decir en nuestra cultura.
4) No obligar al niño a recibir besos y abrazos o a hacer algo con lo que se sienta incómodo.
5) Enseñarle a discernir entre acercamientos buenos y acercamientos malos. Este aprendizaje es paulatino a medida que va madurando. Es ayudarles a afinar esa discriminación de las caricias. No es lo mismo que llegue una familiar, una tía, y que te abrace y te dé un beso en la cabeza a que alguien quiera sentarse encima de él y que quiera abrazarte y besarte en la boca o que quiera meterse la mano por entre la ropa.
6) Enseñarle la diferencia entre sorpresa y secreto. “El secreto entre los dos” es la forma más acudida por los abusadores. Primero lo convencen con esta idea: “Esto es un secreto entre nosotros dos”. Después lo hacen sentir culpable y responsable de lo que está pasando: “esto está pasando por tu culpa, porque tú lo quisiste, porque tú lo permitiste, porque a ti te gusta” y tercero, pues lo amedrentan o lo avergüenzan entonces: “si tú cuentas va a pasar esto, mato a tu mamá, te mato a ti, todos los tipos de amenazas que pueden amedrentar a los niños” o la vergüenza “no te van a creer, van a pensar que tú eres el que cargas con esta culpa". El adulto de confianza debe explicarle que eso puede pasar y que los secretos no es bueno guardarlos, sino que inmediatamente diga y cuente lo que está pasando.
7) Explicarle que no todos los adultos son buenos. Es preciso señalar que no todos los adultos son de confiar y no todos lo van a proteger y cuidar. Hay que enseñarle que hay adultos que no son buenas personas, que son adultos que pueden querer de él cosas que no están bien.
8) Indicarle al niño que hay personas en las que puede confiar. Y señalarlos con nombres propios, "estas personas pueden ser de tu confianza" y por supuesto, señalar que otras no.
9) Informarle qué es el abuso sexual. Cuando ya el niño vaya creciendo, es importante que vaya sabiendo lo que es el abuso sexual.
10) Darle la confianza y certeza de que va a ser escuchado, de que va a ser protegido y de que le van a creer en caso de que se presentarán una situación de este tipo.
La doctora Eusse además señala que todas estas recomendaciones pueden aplicarse a los entornos digitales, sobre todo con los preadolescentes que empiezan a estar expuestos. Es decir, señalarles los peligros de internet y cómo pueden identificar situaciones de riesgo. Asimismo, ante cualquier indicio de abuso es preciso acudir al sistema de salud. Los médicos son quienes deben hacer la valoración primaria del caso.