1984: la obra maestra de George Orwell que siempre está vigente

Muchas personas consideran que estamos viviendo en una auténtica pesadilla distópica. Hasta hace unos meses, teníamos una vida normal: salíamos de nuestro hogar para ir a trabajar, nos juntábamos con amigos y podíamos caminar por las calles de manera segura. Actualmente, lo que estamos viviendo con el coronavirus nos hace repensar el concepto de normalidad.

Pues bien, en este sentido, muchas personas hacen una especie de analogía entre la situación actual con las obras de ciencia ficción. Por ejemplo, la web de Télam menciona que estamos en una “distopía en tiempo real”, ya que la realidad le pisa los talones a la ciencia ficción, demostrándonos que, a veces, esos mundos literarios también pueden materializarse.

Incluso, mucha gente considera que debemos acostumbrarnos a esta nueva realidad. Por ejemplo, El Salto diario destaca que “la distopía del coronavirus ha venido para quedarse”. Ante esta situación, decidimos recapitular y adentrarnos al fondo de este asunto, analizando 1984 de George Orwell, una obra cumbre para la literatura ficcional de la humanidad, que fue la piedra angular para la creación de nuevos escenarios que, ahora mismo, no resultan tan irreales.

1984, una historia atrapante que se adapta constantemente

El arte siempre tiene la capacidad de anticipar nuevos escenarios. Ya sea por previsión o por imaginación, la literatura de catástrofes mostró cosas que ocurrieron en un futuro. Por ejemplo, la web de El Mundo destaca que “es como si el mundo sabía que algo malo iba a pasarle”, debido a que estos escenarios no son temas nuevos en nuestra cultura, aunque es cierto que resulta muy raro verlos en la realidad.

Entonces, debemos comprender que hablamos de una novela política de ficción distópica clásica, la cual se publicó en el año 1949. Aunque es antigua, la realidad es que tiene una enorme vigencia en la actualidad. Incluso, mientras más pasa el tiempo, más podemos ver algunos de los aspectos que se formaron a partir de su escritura.

Básicamente, la novela describe la vida de una sociedad vigilada por un omnipresente Gran Hermano, derivando en el concepto de “mundo orwelliano” para hacer referencia a la presencia total y absoluta de ciertos organismos, pero también de la intención de provocar determinados modelos de comportamientos apropiados para la población, según destaca la revista especializada de Cultura Más.

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El medio de la BBC también destaca que esta historia sobre el totalitarismo provoca un impacto total en la sociedad actual, ya que entendemos lo que se describe. La aparición de organismos como la Policía del Pensamiento o el Ministerio del Amor (paradójicamente, entidad ocupada de provocar dolor) demuestra el doble discurso que opera en la política.

La idea del “control total” operado por los medios de comunicación también sirvió como puntapié para críticas, pero también para aprovechamientos. Por ejemplo, la entidad controladora de esta obra, el Gran Hermano, fue replicado como un reality show en varios países de mundo. Incluso, el medio de Los Andes de Mendoza menciona que están pensando en un regreso de este programa en el futuro cercano, donde se observa la vida de unos participantes encerrados en una casa.

Estas situaciones provocan que las personas entiendan que esta historia de persecución ideológica y de totalitarismo absoluto, pensada como una novela distópica, puede ser completamente real. Incluso, siete décadas después de su publicación, el medio Xataka menciona que 1984 sigue siendo uno de los bestsellers más vendidos en la actualidad, al que catalogan como una “profecía autocumplida”.

Sabiendo esto, no es de extrañar que, ante un ataque a la libertad de expresión, un uso propagandístico del Estado, las mentiras de los políticos o la observación continua de los ciudadanos, nos lleve a relacionarlo inmediatamente con este libro. Sea como sea, lo más probable es que, tanto en este extraño presente como en el incierto futuro, sigamos relacionando los hechos con la sociedad planteada por Orwell.