En la mira: el rock y el punk no dejan de sonar en Latinoamérica
Nuevos sonidos, mismo sentimiento. Estas cinco agrupaciones nos demuestran que el género también suena fuerte en español.
Con sonidos fuertes, llenos de dinamismo, algunos frenéticos, otros bailables, y sin olvidar las letras llenas de mucho significado, estos jóvenes nos enseñan que este género también suena alto en español. Fotos: IG-contrafloreshc, IG-delfinesepm
LatinAmerican Post | Theoscar Mogollón González
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Read in english: Spotlight: rock e punk não parar de tocar na América Latina
Podemos asegurar -sin lugar a dudas- que Latinoamérica es una región rica en música, más que cualquier otro continente de hecho. Si bien resaltan géneros como la salsa, el merengue, el reggaetón y la cumbia, una de las movidas más grandes y que sigue sacando exponentes de manera descomunal es el rock. La mezcla entre guitarra, bajo, batería, más la inclusión de otros elementos como el teclado, han hecho que las agrupaciones no pierdan esa motivación de hacer lo que les apasiona y así darle vida a sus proyectos.
En esta ocasión nos trasladaremos por cinco países para conocer las nuevas voces del rock y el punk que comparten un mismo sentimiento: desde México y Costa Rica, pasando por Venezuela y Colombia, para finalizar en Argentina. Con sonidos fuertes, llenos de dinamismo, algunos frenéticos, otros bailables, y sin olvidar las letras llenas de mucho significado, estos jóvenes nos enseñan que este género también suena alto en español.
México: Satón
La movida del rock en México está en otro nivel y Satón es una muestra de ello. El proyecto está integrado por Danny Vegmar (guitarra), Emilio Domínguez (bajo) y Blinii Mendoza (batería), quienes basan su filosofía y sonido en la tensión, la obscuridad y el desprendimiento. Para ser más específicos, las raíces de la agrupación son el post hardcore con destellos de un post rock melancólico que se diluye entre guitarras letárgicas para así poder explotar la ira y el poder.
En 2019 publicaron su primer EP, Lleno de hienas, para un año más tarde lanzar el segundo, ni'in («encontrarse» en lengua indígena mixteca). Parte de lo que se puede escuchar en sus temas es la mezcla entre energía y furia con una tristeza casi palpable, además de la calma de las guitarras para luego explotar con una ráfaga de cólera. Si de música pesada se trata, Satón es el mejor ejemplo de la fidelidad de ese sonido donde prevalecen ira, furia y nostalgia. Este 2021 promete seguir teniendo más música de ellos.
Costa Rica: Contraflores
Directamente desde Costa Rica llega esta banda que se ha consolidado como una de las referentes del hardcore punk en Centroamérica. A ritmo de guitarras distorsionadas y muchos beats por minuto, Contraflores se hace notar por su sonido depurado y bien producido, esto gracias a que está formada por integrantes que vienen de otras agrupaciones. Diego Cubillo (guitarra), José Enrique Tortos (guitarra), Kevin Vega (bajo), Mauricio Alvarado (batería) y Steven Soto (voz) le imprimen una experiencia enorme que se nota al escucharlos por primera vez.
Formada en 2019, estos chicos trabajaron con mucha dedicación el año pasado para sacar su primer EP, Bitácora del derrumbe y sus escombros, demostrando que el punk latinoamericano está trascendiendo mas allá del sonido tradicional. Para este 2021, y a pesar de la pandemia, tampoco bajarán el ritmo, pues la idea es seguir creando sonidos crudos, emocionantes, frescos y llenos de dinamismo.
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Colombia: Lika Nova
En Colombia no solo suenan las cumbias, el reggaetón o los vallenatos, sino también el buen rock alternativo. Esta joven banda está llevando el género a otro nivel, pues se han presentado en los escenarios más importantes de la escena musical alternativa de la capital. El grupo está integrado por Josué Rodríguez Bessolo (batería), Luis Felipe Rojas (voz y guitarra), Levy Rodríguez Bessolo (bajo), David Useche (teclado) y Brian Coronado (guitarra), quienes juntaron su creatividad musical para darle vida a Lika Nova en 2016.
Justamente para ese año lanzaron un álbum de estudio titulado Sangre de Prófugo, que contó con nueve canciones donde mostraron una variedad de sonidos que les permitió abrirse paso en Bogotá. Cuatro años más tarde sacaron su segundo material discográfico, No hay mal que dure una vida, demostrando que a pesar de que las letras hablen de momentos duros, estos no pierden su esencia rítmica, fiestera y energética. Tal como ellos mismos explican, su objetivo es producir «sonidos felices para momentos no tan felices».
Argentina: Delfines Entrenados Para Matar
Seis jóvenes intrépidos no lo pensaron mucho para formar esta banda originaria de La Plata, Argentina, que navega entre el punk, surf rock y la música dance. Marcial Cambi (voz) fue el encargado de reclutar a cada uno de los integrantes: Waldemar Krumnack (bajo), Saimon Albornoz (guitarra), Blas Pertierra (guitarra), Bruno Pilia (batería) y Guadalupe Vaquero (teclados). Si bien la mayoría están juntos desde 2017, no fue sino hasta 2019 cuando los chicos comenzaron a pisar fuerte para afianzar su sonido en shows en vivo.
Su primer material fue un EP llamado Cafeína, que contó con tres canciones oscuras y bailables, plagadas de reverberación y letras introspectivas. A esto debemos sumarle que en 2020 publicaron su primer disco de larga duración, Insolación, donde resalta la esencia de la agrupación. Los ocho temas nos llevan por ritmos frenéticos y nocturnos que se van conectando con el misterio de sus letras distópicas. Esta propuesta fresca dará de qué hablar con más música en este 2021.
Venezuela: Reis
Pasan los años y el rock venezolano sigue sacando grandes exponentes. Para conocer un poco más a Reis hay que retroceder hasta 1998, cuando en la ciudad de Caracas se formó Candy 66, una de las bandas que cuenta con muchos seguidores y grandes reconocimientos en la actualidad. Justamente, Jean Carlo De Oliveira es el vocalista y uno de los fundadores de esa agrupación, quien decidió en este 2021 lanzarse como solista sin perder esa esencia que le caracteriza.
Llevar a cabo este proyecto en paralelo con los planes de la banda no es fácil. De hecho, según el propio cantante, le tomó 10 años terminar lo que será su primer álbum, Pies al camino, donde se encargó él mismo de grabar las baterías, guitarras, bajo eléctrico, síntesis análoga como digital, y voces, para luego dedicarse de lleno como productor musical e ingeniero de sonido. Será cuestión de tiempo para poder disfrutar de esos 9 temas que seguramente nos darán un recorrido por el rock en español en su máxima expresión.