Chignahuapan y Zacatlán, sumérgete en la colorida Navidad mexicana
Ubicados muy cerca de la Ciudad de México, estos dos pueblos son un ícono de la Navidad por sus esferas y sidra artesanales.
Vista del parque del centro de Chignahuapan. / Foto: Google Street View
LatinAmerican Post | Luis Liborio
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Read in english: Chignahuapan and Zacatlán, immerse yourself in the colorful Mexican Christmas
Pocos lugares en América Latina viven la magia de la Navidad como Chignahuapan y Zacatlán, ubicados en el centro de México, en el estado de Puebla. Sus tradiciones los hacen destacar cada temporada navideña, Chignahuapan es conocido, entre otras cosas, por sus esferas navideñas y Zacatlán por sus manzanas, de las que se produce su famosa sidra, habitual en las fiestas de fin de año en el país.
¿Cómo llegar?
Ambos lugares tienen la categoría de Pueblos Mágicos, distinción del gobierno mexicano a aquellos sitios con una oferta turística y cultural destacable. Por ello la experiencia que ofrecen Chignahuapan y Zacatlán es inigualable. Llegar es muy sencillo, desde la Ciudad de México hay rutas regulares de autobuses desde $10 dólares que en menos de 2 horas te llevarán a ellos. O bien puedes contratar un tour, como el que ofrece Turibus, que incluye diversas actividades en ambos pueblos por $18 dólares.
Chignahuapan
Este pueblo cuenta con talleres donde, a lo largo del año, se producen artesanalmente miles de esferas de Navidad hechas de vidrio soplado que adornan los árboles cada temporada. De acuerdo con la revista Chilango, la Feria de la Esfera se realiza anualmente, ahí cientos de expositores presentan sus diseños tradicionales de este producto, no pierdas la oportunidad de llevarte esferas únicas. Puedes recorrer los diferentes talleres, tener visitas guiadas y conocer cómo se hacen estos productos, con técnicas que tienen más de 50 años.
Además, el pueblo se llena de adornos como esferas monumentales, un árbol gigante de Navidad y una pista de hielo que se complementa con la extensa gastronomía poblana, donde destaca desde luego el mole, una mezcla de chiles y especias que data de la época colonial, uno de los platillos nacionales de México.
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Chignahuapan no es famoso sólo por sus esferas y tradiciones, también su clima y arquitectura crean una atmósfera única digna de ser fotografiada. Según el sitio Corazón de Puebla, su ubicación en plena zona montañosa dota al pueblo de un clima frío, sobre todo en el otoño e invierno boreales, pues la neblina y las bajas temperaturas se apoderan de la región reforzando la sensación de Navidad. Esta temporada es la mejor para conocer este lugar, recorriendo sus calles con construcciones antiguas que seguramente te dejarán una grata impresión.
Chignahuapan, algo para Admirar! pic.twitter.com/v1AywFQaay
— Turisteandopuebla (@turisteandopueb) 9 de noviembre de 2019
Zacatlán de las manzanas
A apenas a 35 minutos de Chignahuapan se encuentra Zacatlán, también llamado "de las manzanas" por ser uno de los productores más importantes de esta fruta en el país. Se ubica también en plena montaña, por lo que el frío y la neblina son también su sello. Su arquitectura colonial muestra el porqué está considerado Pueblo Mágico. Gracias a las manzanas se producen vinos y la sidra que no puede faltar en las mesas mexicanas en Navidad y Año Nuevo, según la agencia EFE se producen hasta 100,000 botellas cada año.
Las fábricas están abiertas para todos los visitantes, nacionales y extranjeros, para que conozcan los procesos de producción de los vinos, refrescos y la sidra. No olvides llevar tu sidra para celebrar estas fiestas. Además de la producción de manzanas, Zacatlán también es famoso por la arquitectura y riqueza natural que lo rodea, la Revista Aventurero destaca algunos lugares importantes que no pueden faltar al visitar este lugar:
El reloj floral
Un reloj de 5 metros de diámetro que se encuentra en la plaza principal del pueblo.
Fábrica de relojes
Casi desde principios del siglo XX esta fábrica ha creado todo tipo de relojes, es un referente en la construcción de relojes monumentales. en la fábrica misma puedes disfrutar los viernes, sábados y domingos de un espectáculo musical con autómatas vestidos con trajes típicos.
Mirador de cristal
Detrás del Panteón municipal se encuentra un espectacular mirador, cuya estructura sobresale de la orilla para generar la sensación de estar flotando. Desde este lugar se puede apreciar la Barranca de los Jilgueros y hasta una cascada.
Valle de las piedras encimadas
Con millones de años de antigüedad, estas piedras forman caprichosas formas, que parecen sacadas de una película de ciencia ficción, pues pesadas rocas son colocadas sobre otras más pequeñas desafiando a la gravedad. En este valle podrías incluso acampar.