¿En busca de historia colonial? Conoce Casa Blanca
Descubre el trágico romance detrás de Hacienda Casa Blanca y agenda tu próximo evento en esta casa colonial.
Hacienda Casa Blanca, rodeada de pastos y naturaleza, fue declarada de interés cultural por la Alcaldía de Bogotá. Durante más de 30 años estuvo destinado a fines educativos y en 2020 abrió sus puertas para eventos sociales y corporativos así como para estancias de corta duración. / Foto cortesía
Catalina Mejía
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Read in english: Looking for colonial history? This is Casa Blanca
En el año 1789, María Josefa Camero inició su vida de novicia en el Convento de Santa Inés, ubicado en el centro de Bogotá. Desde ese entonces se rumoraba que ella no tenía vocación para la vida de claustro. Cuando Camero cumplió dieciséis años, sus padres ya habían fallecido y ella había heredado una fortuna considerable. Entre sus propiedades estaba incluida la bella Hacienda Casa Blanca, ubicada en los cerros noroccidentales de Bogotá.
Por esta misma época, Antonio de Aguirre, apuesto joven español, servía a Ezpeleta como Capitán de Guardia y era muy cercano al Virrey. Aguirre había conocido a María Josefa en un Sarao y había quedado enamorado de la gracia y tal vez de la cuantiosa fortuna de la joven. Camero también habría quedado prendada por la elegancia de Aguirre y su imponente vestido verde de capitán.
Sin embargo, el tutor de la joven no veía con buenos ojos al Capitán y por ello planeaba hacerla profesar, entregando al convento una nueva monja y una enorme fortuna. Para ejecutar dichos planes, el tutor contaba con apoyo del poder eclesiástico al cual Camero no se habría podido resistir. Fue así como María Josefa empezó a vivir el mundo del encierro y del claustro en contra de sus aspiraciones de vida.
Tomada por: Carolina Pizano. Vista lateral del patio- Casa Blanca 2020
Antonio no se iba a dar por vencido tan fácil y las puertas macizas del encierro de Josefa, tal vez estimulaban más su deseo de luchar contra los obstáculos que venían implícitos en su conquista. En lugar de apartarse, Aguirre le mandaba cartas de amor clandestinas mientras ella estaba encerrada y vigilada por las monjas, quienes no querían dejar escapar su fortuna. Con el paso de los días, el capitán decidió poner en juego todo su crédito con el Virrey, para que este reclamara del poder eclesiástico a la señorita Camero.
En aquellos tiempos, era ceremonial de etiqueta que cuando alguna joven tomaba el hábito, los tres días antes de la profesión, abandonaba el convento y era festejada por su familia y sus amigos. Antonio asistió a dichas celebraciones, pero muy pronto Camero estaba de vuelta a vestir su modesto hábito en el convento. Faltaba solo un día para su profesión. Al llegar el esperado día, se empezaron a escuchar rumores de que la hermana Camero no profesaría. A las cinco y media de la tarde, mientras las monjas estaban reunidas para sus devociones, fueron interrumpidas por extraños sonidos.
En las calles cercanas se escuchaban gritos mientras que la puerta del convento recibía fuertes golpes. Cuando la hermana portera se acercó a la puerta, escuchó la orden del virrey, para que Josefa fuera inmediatamente entregada. El Capitán Aguirre se presentó con espada, sombrero calado, espolines y su uniforme verde, comunicando la orden del Virrey. La superiora no tuvo más remedio que entregar a Camero al Capitán.
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Tomada por: Catalina Mejia. Casa Blanca cuenta con su propia capilla, debidamente autorizada para la celebración de matrimonios católicos
Unos días mas tarde, María Josefa y Aguirre se casaron y partieron para Puerto Rico, donde su marido fue promovido al haber realizado las propiedades de su esposa. Entre esas valiosas propiedades estaba la “Hacienda La Ramada”, ubicada en Puente Largo. En el convento pasaron muchos años sin que se tuviera noticia de María Josefa. Un buen día llegó al convento una carta en la que Camero se disculpaba con la Superiora y aceptaba haber cometido el error más grande de su vida, también relataba una vida de inmensa penuria y dolor. Aguirre no solamente le había quitado su fortuna, también se había quedado con sus dos hijos y la había abandonado por completo.
Tomada por: Carolina Pizano. Jardín del patio – Hacienda Casa Blanca 2020
La buena noticia es que Hacienda Casa Blanca se ha preservado desde entonces y fue remodelada y restaurada en el año 2019, abriendo sus puertas al público en 2020 para eventos sociales y corporativos, así como para estadías de corto plazo. Ubicada en Bogotá, la hacienda forma parte de las pocas casas coloniales que se preservan hoy en día en la capital. No te pierdas la oportunidad de realizar tus eventos en esta histórica y lujosa casa de eventos.
Tomada por: Laura Mejia. El majestuoso comedor de Casa Blanca, está abierto al público para la realización de eventos.
Tomada por: Carolina Pizano. Los pequeños detalles de arquitectura colonial, harán de tu evento un día inolvidable.
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