Fin del TPS: salvadoreños en riesgo de deportación
El 51% del total de los salvadoreños vulnerables a deportación han vivido en Estados Unidos por más de 20 años
Más de 200.000 salvadoreños tendrán hasta el 9 de septiembre de 2019 para abandonar Estados Unidos, debido al fin del Estatus de Protección Temporal (TPS, pos sus siglas en inglés), programa que durante casi dos décadas había otorgado amparo a inmigrantes indocumentados.
El TPS es un programa humanitario creado en 1990 en EE.UU. que permite que inmigrantes indocumentados de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales puedan obtener permisos de trabajo temporal para vivir en el país de América del Norte, sin riesgo de deportación. En 2001, El Salvador fue incluido en la lista de países amparados por el TPS, luego de que la nación fuera afectada por dos fuertes terremotos durante enero y febrero del año mencionado.
Sin embargo, este lunes 8 de enero, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés), anunció mediante un comunicado oficial que el programa tendría fecha exacta de término. "Después de considerar cuidadosamente la información de una amplia variedad de fuentes, la secretaria Kirsten M. Nielsen decidió poner fin al TPS para El Salvador. Determinó retrasar el fin por 18 meses. El TPS terminará el 9 de septiembre de 2019", señaló en un tweet de su cuenta oficial el DHS.
El gobierno de Donald Trump ya había anunciado en meses anteriores, la cancelación del TPS para Nicaragua y Haití. Los más de 58.000 haitianos viviendo en territorio estadounidense amparados bajo el TPS, tendrán hasta finales de este año para arreglar su estatus migratorio o abandonar el país, al igual que unos 5.300 nicaragüenses, quienes contarán con un plazo hasta el cinco de enero de 2019.
El Salvador por su parte, es el país con un mayor número de personas amparadas por el TPS en EE.UU., con 200.000 inmigrantes. Fue por ello que desde que Trump asumió la presidencia del país, altos funcionarios salvadoreños se reunieron con secretarios de estado para solicitar una nueva prórroga del TPS y evitar su cancelación, pero dichas solicitudes fueron inefectivas.
“Una medida terrible y detestable”
Tras conocerse el dictamen, los salvadoreños ahora tendrán que agilizar los procedimientos para oficializar su estatus de permanencia en EE.UU., o abandonar el país antes del 9 de septiembre de 2019. Las organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes califican la medida como un acto “terrible y detestable” que desestabiliza los hogares construidos durante más de dos décadas por miles de personas.
“Lo que estamos viendo es parte de la estrategia y política del gobierno de Donald Trump de seguir atacando a la comunidad inmigrante y desuniendo a nuestras familias”, manifestó a Univisión el director ejecutivo de CASA de Maryland, Gustavo Torres, agregando que la nueva política migratoria de EE.UU. solo busca atacar “sin piedad” a la comunidad.
DACA a cambio del muro fronterizo
Al igual que el TPS, el Programa de Acción Diferida para las Llegadas en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), también es uno de las asistencias migratorias afectadas por el gobierno. En este caso 800.000 jóvenes inmigrantes estarían en riesgo de deportación en caso de votarse a favor de la suspensión del DACA.
Sin embargo, en una reciente declaración otorgada por Donald Trump, el mandatario manifestó su interés de trabajar junto con los demócratas en encontrar una solución legislativa permanente para los amparados por el DACA, a cambio de los 18.000 millones de dólares que el gobierno ha solicitado para la construcción del muro fronterizo entre México y EE.UU. y otros 15.000 millones de dólares adicionales para gastos en seguridad migratoria.
Según reportes del Pew, se calculan unos 11,1 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en EE.UU., cifra que representaría el 3,5% del total de la población. Con las nuevas políticas migratorias, son cada vez más los inmigrantes que están en riesgo de ser deportados, ya sea por la cancelación de programas migratorios como el DACA y el TPS, o por el recrudecimiento de normas que generan presión y miedo en la población, consiguiendo al final una salida voluntaria.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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