Loris Karius recibió múltiples amenazas tras la derrota del Liverpool en la final de la Champions League. No es la primera vez que el fanatismo se convierte en violencia 

El pasado 28 de mayo, diversos medios internacionales publicaron notas relacionadas con las presuntas amenazas que recibió el portero del Liverpool, Loris Karius. Según la BBC, el alemán habría sido contactado por medios virtuales con mensajes en los que amenazaban la integridad física del portero, su pareja y su familia. “Voy a asesinar a tu chica” o “espero que muera toda tu familia”, son algunos de las publicaciones citadas por The Daily Telegraph.

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Por su parte, la policía inglesa mostró su preocupación ante este tipo de comentarios, por medio de un comunicado de prensa institucional en la cual aseguró que “los funcionarios son conscientes de un número de comentarios y amenazas hechas a través de las redes sociales”, por lo que “tomamos con extrema seriedad las publicaciones de esta naturaleza en las redes sociales. Los ataques serán investigados".

Las amenazas hacia Karius son consecuencia de la infortunada actuación que tuvo el guardameta en la final de la Champions League, en la que el Liverpool perdió 3-1 frente al Real Madrid. El alemán tuvo responsabilidad directa en dos de los tres goles que anotó el equipo español.

Sergio Ramos y el pueblo egipcio

El caso de Loris Karius no es el único que dejó la final de la Champions League, en relación con comentarios ofensivos en contra de un jugador. En el mismo partido, el egipcio Mohamed Salah tuvo que salir al minuto 30 del primer tiempo, luego de un duro choque sufrido contra el jugador del Real Madrid, Sergio Ramos.

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Mientras que ambos jugadores caían al suelo, Ramos sujetó con fuerza el brazo del futbolista del Liverpool, quien mostró señas de dolor inmediatamente después de caer. De acuerdo con un primer dictamen médico, la lesión de Salah podría definirse como “un choque en las articulaciones en el hombro”. Por esta razón, el jugador estaría un par de semanas lejos de las canchas, aseguró el ministro para la Juventud y el Deporte de Egipto, Khaled Abd Elaziz.

Sin embargo, otros comunicados ponían sobre la mesa el peor de los escenarios: el egipcio podría perderse el Mundial de Fútbol. Es por esto que los egipcios, incluso el mismo día del partido, se volcaron en contra de Sergio Ramos, culpándolo de la no posible participación de su máxima estrella en la Copa del Mundo.

“Que Dios se encargue, Ramos”, tituló el periódico egipcio Al Watan; mientras que el Al Masry al Youm ponía en su portada “Una noche en la que los egipcios lloraron, Ramos, el carnicero, dislocó el hombro de Abu Salah".

En redes sociales la historia fue similar. Cientos de internautas tildaron al defensa español de “cerdo”, “asqueroso y “sucio”. Aunque nunca amenazaron en contra de su vida, si dañaron la imagen del jugador.

Los casos de Andrés Escobar y Javier de la Rosa

Los cuidados que tienen las autoridades de Inglaterra para con Karius no son al azar, teniendo en cuenta que a lo largo de la historia existen ejemplos de deportistas que amenazados previamente o no, terminaron perdiendo la vida por cuenta de un error que tuvieron durante el ejercicio de su profesión.

Por supuesto, el caso más conocido es el del futbolista colombiano, Andrés Escobar. Un autogol anotado por el deportista latinoamericano a favor de Estados Unidos, el 22 de junio de 1994, terminó quitándole la vida el 2 de julio del mismo año.

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De acuerdo con varias hipótesis e investigaciones, el gol en propia puerta del defensa que militaba en Atlético Nacional (con el que Colombia perdió 2-1 contra el anfitrión del Mundial del 94), fue el acabose para varios grupos de apuestas en Colombia.

Dichos apostadores habían puesto en juego una gran cantidad de dinero, la mayoría, resultado de negocios ilegales basados en el narcotráfico, describió VICE en un reportaje que hizo acerca del asesinato de Escobar.

Además, según un rumor filtrado por el LA Times, Humberto Muñoz Castro, chofer de los hermanos Gallón (narcotraficantes con los que tuvo un altercado el futbolista) y autor material del homicidio del futbolista, detonó su arma contra Escobar y en cada tiro que disparaba gritaba “¡Gol!”.

De la misma forma, en 2011, el jugador panameño, Javier de la Rosa, quien jugaba para el Chorrillo FC de su país, fue asesinado por sicarios cuando salía del estadio, según cubrió la noticia el diario El Siglo. El futbolista había anotado el cuarto y último gol con el que cual su equipo se había clasificado a la final del torneo clausura de Panamá. El caso nunca fue aclarado, aunque diversos medios especularon durante meses que pudo haber sido a causa de las pérdidas de dinero que sufrieron peligrosos grupos de apuestas en el país centroamericano.

Lamentablemente, nadie puede asegurar que estos casos no se repetirán en la historia del fútbol. 

Latin American Post | Christopher Ramírez
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