Juan Carlos Osorio: El entrenador latinoamericano que desafiará la lógica del fútbol en Rusia 2018
‘El Tri’ no tiene una identidad de juego debido a los constantes cambios de alineación de su entrenador
La Selección de México no ha encontrado un estilo de juego propio debido a las constantes rotaciones que realiza su director técnico, Juan Carlos Osorio. El colombiano ha utilizado una alineación diferente en todos y cada uno de los partidos que ha dirigido, lo cual ha generado desconcierto dentro y fuera del plantel. Nadie sabe realmente a qué juega la Selección de México porque para determinar eso es necesario utilizar en la medida de lo posible, siempre un mismo once titular.
Pros y contras de las 47 alineaciones diferentes
Desde que el colombiano Juan Carlos Osorio tomó el mando de la Selección de México en 2015 han jugado 47 partidos hasta la fecha, y en todos y cada uno de ellos, el técnico utilizó esquemas y alineaciones diferentes. No ha habido dos partidos consecutivos en los que utilice los mismos jugadores en el once inicial. ¿Cuáles son los pros y las contras de esta filosofía de juego?
Pros: con las rotaciones se asegura la dosificación de esfuerzos, consiguiendo que el equipo distribuya todas las cargas físicas y llegue en buenas condiciones a las fases definitivas de los torneos. Las rotaciones también aseguran una mayor cantidad de jugadores utilizados, lo cual da la posibilidad de experimentar diversos esquemas y de encontrar el jugador ideal para la posición que el director técnico requiera.
La competencia interna también se ve potenciada con la rotación de jugadores, debido a que los futbolistas se exigen con mayor rigurosidad para lograr hacerse con la titularidad. La variación de esquemas y nóminas también posibilita tener más variedad de respuesta ante un determinado rival, es decir, el equipo adquiere la capacidad de adaptar su estilo de juego según el planteamiento del equipo contrario.
Te puede interesar: Paolo Guerrero, Rimba y Zetti: tres jugadores castigados por la FIFA que han triunfado
Contras: la no adaptación de las rotaciones en un equipo genera que no se logre una identidad de juego. Con la excesiva rotación de esquemas los jugadores no reconocen cuál es su labor individual dentro del plan de juego, pues su tarea cambia con cada partido y con cada planteamiento diferente.
La rotación constante de la nómina también puede generar inseguridad en los jugadores, pues al perder la titularidad repetidamente puede originarse la creencia de que sus cualidades y capacidades no están a la altura o simplemente no convencen al director técnico. Por último, la imagen del equipo frente a los rivales, los aficionados y la prensa puede verse afectada negativamente, pues el equipo lucirá inestable e inseguro de su capacidad de decisión y de su estructura.
Las rotaciones aplicadas por Osorio sí les han servido a otros entrenadores
Existen algunos casos en los que las constantes rotaciones han logrado resultados positivos en un equipo de fútbol. El ejemplo positivo más claro a nivel de selecciones nacionales es el de Alemania bajo el mando de Joachim Löw. La selección cuatro veces campeona del mundo decidió en 2017 rotar a casi todo el equipo para afrontar la Copa Confederaciones.
De los 23 futbolistas que se podían inscribir en el torneo, Löw seleccionó 21 jugadores diferentes con relación al Mundial 2014, en donde consiguió el título mundial. Con casi todo el equipo nuevo, Alemania logró el título de la Copa Confederaciones al derrotar a Chile, campeona de la Copa América. Low fue aplaudido a nivel mundial por haber conseguido la copa y por haberlo logrado con una plantilla generacional diferente.
A nivel de clubes existen más ejemplos triunfadores: en la temporada 1998-1999, Sir Alex Ferguson logró el histórico triplete con el Manchester United al rotar todas y cada una de las posiciones del equipo para dosificar esfuerzos. En la temporada 2004-2005, Rafael Benítez consiguió el histórico triunfo del Liverpool en la UEFA Champions League gracias a sus rotaciones, pues logró llegar con la mayoría de sus jugadores estrella en buenas condiciones al partido decisivo. En la temporada 2016-2017, Zinedine Zidane logró ganar la Liga española y la ‘Orejona’ gracias al constante cambio de jugadores, lo cual posibilitó administrar esfuerzos en las dos competiciones.
Lee también: ¿Por qué los Jeques árabes compran equipos de fútbol?
¿Contra los grandes tendrá la misma efectividad?
De los 47 partidos dirigidos por Juan Carlos Osorio en la Selección de México, ‘El Tri’ ha ganado 31, ha empatado 9 y ha perdido solo 7. El buen rendimiento de la selección creó un destacado dominio en las eliminatorias CONCACAF, consiguiendo con autoridad la primera posición y alcanzando la clasificación al Mundial Rusia 2018.
Sin embargo, en los últimos 5 partidos amistosos, contra equipos de mayor jerarquía, no ha logrado el mismo balance positivo: perdió contra Croacia, empató con Gales, ganó escasamente por la mínima diferencia ante Bosnia-Herzegovina y Escocia, y solo pudo conseguir un claro triunfo, ante Islandia.
Estos recientes resultados no son un buen augurio para la selección azteca, pues en el Mundial se enfrentará con rivales más grandes y de mucha más jerarquía. México debutará contra Alemania, disputará su segundo partido contra Corea del Sur y terminará la fase de grupos contra Suecia. Este es un grupo altamente competitivo ante equipos con estilos muy definidos y que pueden complicar a los 'verdes' en sus aspiraciones clasificatorias.
Muchos mexicanos desconocen cuál es el estilo de juego de su selección. Las rotaciones y los cambiantes resultados hacen que el rendimiento que tendrá la Selección de México en la cita mundialista sea una verdadera incógnita. Muchos apoyarán al 'Tri' en Rusia 2018 pero muy pocos saben a qué jugará debido a los factores anteriormnente explicados.
LatinAmerican Post | Javier Aldana
Copy edited by Marcela Peñaloza