Con la llegada a España de los migrantes rescatados por el buque humanitario Aquarius, se abre un nuevo debate sobre migración en la Unión Europea

Los 630 migrantes rescatados en la noche del 9 al 10 de junio frente a Libia por el buque humanitario Aquarius, llegaron el 19 de junio a España en tres barcos y en medio de tensiones en la Unión Europea (UE) por la cuestión migratoria. España decidió acogerlos, después de que Italia y Malta se negaran el 12 de junio a que desembarcaran en su territorio. Vale la pena aclarar que España los recibirá por un periodo provisional de 45 días, después de los cuales se aplicará la ley de extranjería.

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El Aquarius ha mostrado la cara más solidaria de España, que ha asumido el papel que ningún otro país quería. Y a esa plataforma se han querido subir desde políticos de todos los partidos hasta ONG, pasando por asociaciones de todo tipo”, afirmó Neus Fábregas, concejal en Cooperación Internacional del ayuntamiento de Valencia. Además, Fábregas aseguró que con el gesto español se abre la posibilidad de modificar las políticas migratorias no sólo de España, sino de toda la UE, teniendo en cuenta las tensiones que surgieron por el Aquarius.

España vs la Unión Europea

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, y Mónica Oltra, alcaldesa de Valencia, han querido aprovechar el gesto humanitario para mejorar la imagen de Valencia, la cual ha sido salpicada fuertemente por los múltiples casos de corrupción. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha utilizado la llegada del Aquarius para tratar de liderar un cambio en las estrategias migratorias en Europa e impulsar su proyecto político necesario, teniendo en cuenta la situación que vive el continente por la migración, en donde la derecha se ha impuesto en las elecciones nacionales para frenar cualquier imposición de migrantes en su territorio.

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El gesto español ha sido aplaudido internamente y en el exterior ha generado reacciones de gobiernos vecinos. Emmanuel Macron, presidente de Francia, confirmó mediante un comunicado oficial que se ofrece a acoger a los náufragos del Aquarius que quieran trasladarse a suelo francés, y Sánchez se lo agradeció en un telegrama. Sin embargo, la tensión que generó el Aquarius suscitó choques entre Italia y Francia, ya que los dos países difieren en la política migratoria europea. Italia ha sido enfática en decir que sólo recibirá migrantes recogidos por la fuerza naval nacional y no por los barcos de ONGs, pues asegura que estas están fomentando la migración irregular.

“Las políticas migratorias de los países de la UE en el Mediterráneo se acercan a lo que sería un genocidio migratorio. Nuestros gobernantes nos están obligando a presenciar impasibles el abandono y la muerte de nuestros hermanos en el mar. Europa ha dejado de ser un territorio de referencia en la salvaguarda de los derechos humanos”, aseguró Gema Siscar, responsable de la campaña CIEs NO de Valencia, que lucha por cerrar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Para Siscar, el Aquarius es la oportunidad para obligar a Europa a volver a ser un territorio de garantía de derechos fundamentales.

Tanto Siscar como Neus Fábregas coinciden en que lamentablemente las competencias de migración y refugio son estatales y no están solucionando el problema que se vive a nivel mundial frente a los migrantes, que realmente buscan consolidar una mejor situación para los refugiados, pues el motivo de partir de su territorio original radica en dejar atrás una situación precaria donde su vida es su única posesión real. “Mientras las ciudades intentamos mejorar la vida de las personas que huyen, las políticas exteriores y de interior son cada vez más excluyentes, violentas e incluso, matan, no en su término de ser, sino de existir”, aseguró Fábregas.

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Las políticas europeas y estatales están fracasando estrepitosamente. Mientras se dedican millones de euros en el presupuesto general de los Estado a fronteras, Centros de Internamiento de Extranjeros y deportaciones, no se ha buscado como solucionar el problema de fondo protegiendo al ser humano, como lo hizo Europa durante muchos años abanderándose por la protección de los derechos fundamentales. “Dicha historia está recogida en las leyes que durante el último cuarto del siglo XX protegían al individuo”, afirmó Fábregas.

En total, son 450 hombres adultos, 80 mujeres (al menos siete embarazadas), 11 niños menores de 13 años y 89 adolescentes, los rescatados por el Aquarius. Estas personas provienen de 26 países, principalmente africanos, como Sudán, Nigeria, Eritrea, Sudán del Sur y Argelia. También hay ciudadanos de Afganistán, Pakistán y Bangladesh.

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

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