ANÁLISIS

2018: un año de mucho fútbol

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La Selección de Francia, el VAR, el cambio de Cristiano Ronaldo a la Juventus y la bochornosa final River Plate-Boca Juniors fueron parte de este año 'mundial'

2018: un año de mucho fútbol

En un año de Copa Mundial de la Fifa, la edición de Rusia 2018, el fútbol internacional dejó grandes momentos: unos buenos, otros no tanto y otros muy feos.

Fue un año de cambios con la introducción del VAR en más torneos de fortalecimiento de tendencias, con la forma en como Francia ganó el Mundial, y de reflexiones para Sudamérica, con lo ocurrido en la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.

El mundial de Rusia

El 2018 se vistió de gala para recibir la XXI Copa del Mundo, que se disputó por primera vez en Rusia. Un campeonato en el que América Latina pretendía devolverle el favor a Europa de coronarse en tierra ajena, como ocurrió con Alemania en Brasil 2014, pero por cuarta edición consecutiva, debió ver cómo los del viejo continente levantaban la copa. Fue sin dudas el evento futbolístico y deportivo más importante del año, pero ¿Qué nos dejó?.

Lo positivo, más allá de alguna equivocación del VAR, fue introducirlo justo en el torneo más importante de la disciplina: el Mundial, lo que demuestra un paso valiente de la FIFA. Además, tomando como base que la UEFA, por ejemplo, aún no lo introducía en competiciones de selecciones como Champions League (anunciaron su posible introducción en este venidero 2019), Europa League o Nations League (la gran novedad del 2018 en lo que respecta a eventos de selecciones y que en su primera fase dejo muy buena impresión, eliminando los partidos amistosos entre europeos).  

La primera fase de Rusia 2018 fue la que más casos de VAR nos dejó, en su mayoría acertados. Por ejemplo, la selección de España salió favorecida pero luego en octavos de final ante Rusia fue perjudicada con una mano de Gerard Piqué, que significó el empate para la selección local y su posterior triunfo en la tanda de penales.

Francia fue un justo ganador del Mundial, de eso no queda duda. Sin embargo, el debate se abre a partir del estilo y las formas en como ganó. El balompié reactivo, de defenderse bien y contraatacar, que no es estético, pero sí muy efectivo, es el que desde hace un tiempo para acá da más resultados en el plano internacional.

Aquellos tiempos de la Brasil de magia o de la España del ‘Tiki Taka’, quedaron atrás. Es muy difícil ganar con esos estilos un torneo por estos días, pues los rivales te estudian más, se cierran bien y siempre tendrán algunas oportunidades a la contra para vencerte. Eso fue Francia, claro, apoyado en grandes individualidades y en un proceso ya consolidado con Didier Deschamps.

El Real Madrid

Fue también un año en el que Real Madrid reiteró su grandeza. Otra Champions League para sus vitrinas, la número 13, y dejando muy atrás a sus adversarios. Milan de Italia, con 7, es quien le sigue en esa selecta lista. Ese título, logrado en Kiev ante Liverpool, y el subcampeonato obtenido con la Selección de Croacia, le permitió a Luka Modric derribar la hegemonía de Balones de Oro de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo (únicos ganadores del premio entre 2008 y 2017).

Nuestra opinión al respecto es que tras las partidas de Zinedine Zidane y de Cristiano Ronaldo del Real Madrid, al equipo blanco le costará mucho mantener su hegemonía en Europa, pues estos dos nombres le daban la mística y el carácter ganador que necesitaban. A su vez, consideramos que la marcha del astro portugués al balompié italiano es una señal de gran estrella, de alguien que quiere nuevos retos y seguir destacándose en otras fronteras. Si CR7 logra ganar la Champions League con Juventus, a nuestro modo de ver las cosas, se convertirá en el mejor jugador de los últimos tiempos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Lo más feo

Sin duda, lo ocurrido en la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors de Argentina, fue un golpe para el orgullo latinoamericano y una mancha para la Conmebol, el no poder controlar los actos de violencia suscitados en el partido de vuelta, que se iba a celebrar en el estadio Monumental de Buenos Aires.

Violencia, lesionados protagonistas (como el volante de Boca Pablo Pérez), confusión informativa, postergación continúa del partido, y una definitiva decisión que sorprendió a muchos y llegó a ser muy criticada como lo fue el disputar el partido de vuelta en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Insólito. Una final totalmente desnaturalizada. Un mal ejemplo que no se puede volver a repetir y que tiene que servir de aprendizaje para la Conmebol.

Lo bueno, a nuestra manera de ver las cosas, fue que sobre el césped y en lo meramente deportivo se impuso el equipo que mejor jugó y mejor hizo las cosas.

El River Plate de Argentina, que había igualado 2-2 en el compromiso de ida disputado en La Bombonera, logró imponerse como ‘local’ en el Santiago Bernabéu por 3-1 en la prórroga y así quedarse con su cuarto título continental de Libertadores, aun cuando, y en lo que ya marcó el colofón del año en lo que a fútbol refiere, quedó eliminado sorpresivamente en semifinales del cada vez más desbrido Mundial de Clubes, ante el Al Ain de Emiratos Árabes Unidos.

Así, cerramos un gran año 2018, de mucho fútbol, de grandes campeones, de importantes modificaciones, de hechos positivos y negativos. Así, nos preparamos para un 2019 en el que la Copa América de Brasil será el torneo bandera junto con el inicio de las eliminatorias sudamericanas hacia Catar 2022.

 

LatinAmerican Post | Onofre Zambrano

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