¿Son los coches eléctricos realmente ecológicos?
Estamos viendo una irrupción de distintos vehículos eléctricos, que podrían significar el futuro de la conducción.
Los vehículos eléctricos han tomado popularidad por su impacto positivo en el medio ambiente. / Foto: Pexels
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
Escucha este artículo
Read in english: Are electric cars really green?
El futuro de la industria automovilística parece orientarse hacia los coches eléctricos. Constantemente, vemos que cada vez más marcas están empezando a desarrollar automóviles de este nuevo sector. Por ejemplo, la Revista GQ menciona el nuevo Lucid Motors Air, que ofrece 1080 caballos y hasta 827 kilómetros de autonomía para competir con Tesla.
Justamente Tesla, de acuerdo con lo que destaca la web de Híbridos y Eléctricos, está buscando tener “coches más silenciosos”. Esto se da en el marco de favorecer al medio ambiente, pero también de poder mejorar el confort de los conductores. En este primer sentido, debemos preguntarnos: ¿son verdaderamente ecológicos los vehículos eléctricos?
Si tenemos en cuenta que, de acuerdo con lo informado por La Vanguardia, el coche eléctrico está “tomando impulso” para acelerar la reconversión del sector, debemos evaluar si verdaderamente esta clase de vehículos son amigables para el medioambiente o si, por el contrario, hay algo oculto detrás.
Los vehículos eléctricos y el medioambiente
Desde El País opinaron recientemente que existe una “paradoja” con respecto al coche eléctrico. Es decir, la producción de nuevos modelos genera que el níquel le esté robando protagonismo al cobalto, aunque eso no es algo precisamente bueno para el cuidado y la protección del medioambiente.
El níquel es un componente crucial en el cátodo de las baterías de iones de litio que permiten el funcionamiento de estos vehículos, ya que el 95% de las baterías de los coches eléctricos dependen de esta, según un estudio de IDTechEX. El problema es que el níquel está, en su naturaleza, combinado con el arsénico, el antimonio y el azufre como sulfuro.
De ahí a que los productores deban hacer distintas pruebas para que el concepto de “coche ecológico” pueda ser real. No obstante, no es el único problema. Por ejemplo, desde el medio especializado de Ecologistas en Acción creen que, de todas maneras, existirá un impacto ambiental del coche eléctrico.
Es decir, la producción de las baterías requiere de metales, que están fuertemente asociados en sus prácticas a los impactos medioambientales. Esto se debe al agotamiento de los recursos minerales, junto con la toxicidad humana. Por lo tanto, de una u otra manera, existirá la necesidad de una industria que parece no respetar el cuidado del medioambiente.
Lea también: Los bosques de realidad virtual podrían educar sobre el cambio climático
Otro inconveniente se daría, desde la perspectiva de la web especializada de Parabrisas, con las partículas en suspensión. De acuerdo con un informe del Medical Research Council del Reino Unido, la contaminación de los automóviles no solamente proviene de los tubos de escape, sino también del uso de los frenos y del rozamiento de los neumáticos contra el asfalto, que también ocurrirían en los coches eléctricos.
También parece existir cierta desinformación con respecto a la huella de carbono que dejan los coches eléctricos, debido a que, a menudo, solemos escuchar que “no emiten dióxido de carbono”. En realidad, desde Revista Energía explican que la electricidad procede del carbón, motivo por el cual, de una forma u otra, se emitirán gases.
Incluso, la web de Autopista revela que, según un estudio del Instituto Ifo de Munich en Alemania, los coches eléctricos emitirían más CO2 que los diésel. Es decir, la idea de “cero emisiones” no tiene en cuenta la fabricación de las baterías y la propia producción del vehículo, además del origen de la energía eléctrica. Por lo tanto, la premisa parece ser errada.
Si tenemos en cuenta que, para Xataka, el futuro de los coches eléctricos se juega “en los próximos años”, debemos tener en claro qué es lo que implica este modelo de producción. A veces, las estrategias de ventas pueden ser un tanto engañosas o parciales, a pesar de los beneficios que traería la carga eléctrica a los vehículos.