Bad Bunny en los VMAs: una figura más allá de la música

Los MTV Video Music Awards tienen ya la tradición de ser unos premios que dejan siempre de qué hablar. Este año no fue la excepción: durante su presentación, Bad Bunny besó a un hombre y a una mujer de entre sus bailarines. La prensa y sus fans no han podido dejar de hablar de esto durante la semana, ¿qué tiene de especial?

Además de su muy comentada presentación, Bad Bunny se llevó uno de los galardones más importantes de la gala de premiación: el del Artista del Año. Este hecho es relevante no solo para el artista, sino para la región entera, pues es la primera vez que un músico de habla no inglesa se lleva el premio en esta categoría. En su discurso, Bad Bunny se mostró orgulloso de su ascendencia latina y de su propósito de conquistar la industria sin tener que cantar en otra lengua.

Volvamos a la presentación: Bad Bunny cantó "Titi me preguntó", una de las canciones de más éxito de su último disco, "Un verano sin ti". Feliz de presentarse en el Yankee Stadium, el reguetonero puertorriqueño ofreció a los asistentes a la ceremonia un show completo. Al final de la canción, una de sus bailarinas interrumpe el estribillo para darle un beso. Bad Bunny lo recibe y se da vuelta para besar también a un bailarín varón.

El beso ha dado mucho de qué hablar. Ya es algo habitual que este tipo de gestos tengan lugar en la gala de los VMAs y, sin embargo, sigue siendo todo un acontecimiento para algunos. En primer punto, hay quienes se preguntan por las preferencias sexuales del artista. También hay quienes criticaron el gesto; y quienes lo celebraron ¿A qué se debe tanto escándalo?

MTV Video Music Awards: un escenario de libertad

El escenario de los VMAs ya es tradicionalmente un ambiente propicio para que los artistas tengan la libertad de tener gestos que en otros escenarios serían polémicos o censurados. Fue en este evento en el que Madonna hizo su presentación de "Like a virgin" en un vestido de novia en 1984. Este show emocionó a la audiencia de esa época, que se sorprendía de los riesgos que la reina del pop estaba dispuesta a tomar en el escenario. Madonna repitió luego en 2003 y en su presentación de los VMAs besó a Christina Aguilera y a Britney Spears. Es tal vez este el antecedente más evidente de lo que hizo Bad Bunny este año. 

También fue muy comentada la presentación de Miley Cyrus en el mismo escenario, pero en 2015. En esta ocasión, la artista quiso con sus vestidos, su presentación y su baile mostrar a sus fans que estaba empezando una nueva etapa creativa que se alejaba cada vez más de la chica Disney que un día fue.

Bad Bunny: más allá de la música

Esta no es la primera vez que Bad Bunny toma riesgos en la apuesta visual que acompaña a su música. Su forma de vestir y su estilo en general van en contra vía del que los reguetoneros más tradicionales han cultivado desde principios de los años 2000.

Hace dos años, Bad Bunny lanzó el video de su canción "Yo perreo sola". En él, hace un lip sync del coro que dice "yo perreo sola" y que es en realidad cantado por la puertorriqueña Nesi. En el video, Bad Bunny interpreta a una mujer que les dice a los hombres, inexistentes en el video, que perrea sola. La letra de la canción hace énfasis en que las mujeres pueden bailar solas y que no deben ser acosadas por los hombres en las discotecas. Esto, una vez más, fue aplaudido por unos y criticado por otros.

Lee también: Día de Bad Bunny: ¿cuáles son otros famosos que tienen su reconocimiento?

¿Es suficiente?

Si bien es cierto que Bad Bunny ha roto estereotipos que antes eran la regla del reguetón, tal vez esto no sea del todo suficiente para que haya un cambio de paradigma. Su propuesta visual es sin duda interesante y original, distinta de lo que ya llevamos viendo desde hace dos décadas en el reguetón. Su estilo, además, ha impulsado a otros a cambiarlo también y ha diversificado este género musical, que puede ser uno de los más escuchados en el mundo.

Sin embargo, ¿es suficiente para darle aplausos sobre la base de la representación femenina y LGBTQ+? Tal vez, en vez de vestirse de mujer en su video, Bad Bunny pudo haberle dado visibilidad a Nesi, no solo en el video, sino también en los créditos del disco, en los que no está ella mencionada. 

Su imagen feminizada (uñas pintadas, faldas, tacones, maquillaje) desde luego han hecho más interesante la puesta en escena del reguetón al jugar con los estereotipos de género. No obstante, no hay que perder de vista que estas propuestas visuales obedecen a las necesidades del mercado. Bad Bunny trae una propuesta novedosa porque esa ha sido la exigencia de su audiencia, cada vez más joven y cada vez más progresista. El público joven, los oyentes de reguetón, ya se han cansado del estereotipo que Bad Bunny ha sabido romper y hacer obsoleto. Y él ha sabido monetizarlo.

Su propuesta es interesante y su influencia innegable; pero no debemos olvidar que un hombre disfrazado de mujer, sin bien es un gesto arriesgado, no es lo mismo que una mujer. Lo mismo que con la comunidad LGBTI: darle un beso a otro hombre en el escenario es una muestra del mundo más abierto en el que vivimos, más no es motivo para aplaudirlo por "representar" a los miembros de esta comunidad. Más hace Bad Bunny por las mujeres colaborando con ellas, dándoles crédito y visibilidad, que disfrazándose de ellas.