Reseña de “Black Adam”, el resurgir del Universo extendido de DC

El pasado 21 de octubre, se estrenó en cines la nueva entrega de DC Comics “Black Adam”, protagonizada por el actor Dwayne Johnson, más conocido por su personaje de “La Roca”, quien duró varios años detrás de este proyecto. El filme tuvo un gran arranque a nivel internacional y se convirtió en la película más taquillera del protagonista.

La cinta, dirigida por el español Jaume Collet-Serra (que ya había trabajado con Johnson en “Jungle Cruise”), hace parte del desarrollo de nuevos personajes del universo cinematográfico de DC, que nos presenta a un anti-héroe implacable que se enfrenta a la Sociedad de la Justicia.

¿De qué trata “Black Adam”?

La nueva cinta de Warner Bros Pictures, cuenta la historia de Thet Adam, un hombre dotado de superpoderes de los antiguos dioses egipcios y que, tras la ira y el dolor por la pérdida de su familia, termina encarcelado por muchos siglos. 5000 años después, Adrianna Tomaz (Sarah Shahi), que encarna a una profesora y miembro de la resistencia de Kahndaq, emprende la búsqueda de la tumba de Teth Adam para conseguir la Corona de Sabbac, para protegerla de las fuerzas invasoras y es aquí cuando es liberado Black Adam, en una época donde los héroes modernos protegen las calles.

El personaje buscará impartir justicia por sus propios medios y se encontrará con otros héroes que hacen parte de la sociedad de la justicia como Hawkman interpretado por Aldis Hodge, Doctor Fate (Doctor Destino) por Pierce Brosnan, Atom Sascher (Noah Centieno) y Cyclone (Quintessa Swindell). Se trata de una apuesta arriesgada de la industria, ya que el antihéroe es poco conocido más allá del cómic.

La trama de la película expone un interesante debate sobre el concepto de justicia, la forma de impartirla y los límites que esto supone para un superhéroe. Estos matices entre justicia y venganza que se pueden ver a lo largo de la cinta fueron logrados de una forma excepcional por su protagonista. Así mismo, brinda al público un acelerado viaje por espectaculares secuencias de pelea, destrucción de ciudades enteras, pequeños golpes de humor, y algunos personajes sin poderes, pero que juegan un papel destacado en la historia.

Tras solo unos días en cartelera, las primeras reacciones no se han hecho esperar, a pesar de su gran éxito taquillero, la crítica internacional no ha respondido del mismo modo a la llamada de Black Adam, de la cual esperaban una versión mucho más oscura del Universo DC, comandada por un anti-héroe con un sentido de la justicia algo tergiversado, y que al final no difiere mucho del resto de la franquicia.

Pese a algunas secuencias en cámara lenta que no consiguen del todo ser muy épicas, el filme logra envolver y ofrecer a su audiencia acción en su máxima expresión y unos escenarios impresionantes, dando crédito al género al cual pertenece. Dwayne Johnson (quien le dio vida Black Adam, con su característica inexpresividad, sus ya conocidas habilidades para la acción y su imponente físico rudo y fuerte) encaja de manera extraordinaria en la imagen que se quería lograr, un papel para el que sin duda nació. 

Es una propuesta entretenida que gira en torno a las motivaciones de su estrella principal. Otro de los personajes, cuya actuación logra sobresalir y establecer ese magnetismo con el público, es sin duda Pierce Brosnan, antiguo 007, que con su particular carisma y gran trayectoria logra encarnar al Doctor Destino. Un papel sutil y muy bien ejecutado que nos deja varios momentos para recordar. En general, un reparto que, en su conjunto, destaca por sus grandes trabajos actorales.

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¡Alerta de spoiler!

Finalmente, no podemos dejar de mencionar las escenas poscréditos que tanta expectativa generan entre los fanáticos, conocidas también en el mundo de Marvel. Las imágenes muestran al propio Black Adam en sus nuevos aposentos en el palacio de Kahndaq, cuando de repente entra en escena un dron que se detiene ante él y proyecta un mensaje de la inolvidable Amanda Waller, interpretada por la ganadora del Óscar Viola Davis, advirtiéndole que Kanhdaq será su nueva prisión, la respuesta de Adam: “no hay nadie en este planeta que pueda detenerme”.

Waller responde que ella también tiene aliados que no son de este mundo y es allí cuando aparece Superman (Henry Cavill), y le dice: “Black Adam, deberíamos hablar”, a lo que él responde con una desafiante sonrisa. Las implicaciones son alucinantes, no sólo por que Superman vuelva a estar en activo en la franquicia tras años de ausencia, sino que incluso se puede prever que en una próxima entrega, Superman y Black Adam intercambiarán algo más que palabras.

En definitiva, Black Adam como película en sí misma no supone nada particularmente innovador, ni original respecto a lo que ya se ha visto en los últimos años en el género de superhéroes. Sin embargo, se rescata que es una cinta entretenida, palomitera y que más allá de lo bueno y lo malo, pone sobre la mesa una interesante reflexión sobre el concepto de justicia, algo que no es común en las producciones de este género y es la primera muestra de una nueva era para el universo DC.