“Midnights” de Taylor Swift: el álbum ideal para las noches de insomnio

¿Qué es lo que mantiene despierta a Taylor Swift por las noches? El odio a sí misma y fantasear con la venganza. Y no lo decimos nosotros, sino la propia artista, que días antes del lanzamiento de "Midnights" ya estaba soltando algunas pistas sobre lo que estaba por llegar. Este décimo álbum presenta un arte conceptual que navega entre los terrores y la serenidad de los sueños, convirtiéndolo así en la lista de reproducción ideal para las noches de insomnio.

Son 13 temas originalmente, a los que se le suman otros 7 que publicó horas después del lanzamiento del álbum (Edición 3 AM). De hecho, jugar con esa temática horaria hace aún más real su conexión con el público, ya que se siente una intimidad como si estuvieras en su casa oyendo sus secretos y problemas con la vida en mitad de la noche. En ese detalle parte la esencia de "Midnights", un trabajo con el suficiente misterio para generar expectativas y tensión.

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Amor y venganza para combatir el insomnio

Algo particular de este álbum es el hecho de que ninguna canción se perfila como el típico sencillo comercial. Pero esto no se trata de un accidente o una mala planificación, pues Taylor se enfocó en escribir algo más personal y sin la presión de conquistar a las masas. Con todo y eso, la artista se unió nuevamente con el productor Jack Antonoff para presentar un producto mucho más pausado, astuto y matizado.

La noche de insomnio en "Midnights" inicia con una canción bastante explícita sobre la fuerza interior que rodea a Taylor: "Lavender Haze". Acá, la melodía sensual se cruza con letras que hablan sobre superar la negatividad y las críticas, algo que ha tenido que enfrentar la artista durante años con las especulaciones y malos comentarios de un sector de los medios de comunicación. Cabe acotar que el título se debe a una frase que le llamó la atención de la serie de televisión "Mad Men".

Luego le siguen "Maroon" y "Anti-Hero", que son dos caras claramente opuestas. La primera cuenta con una textura lenta que se complementa con ligeros toques de rap y ritmos de trap, donde describe una relación amorosa que se perdió en el pasado, temática similar al décimo tema, "Labyrinth". La segunda, en cambio, es una joya que muestra la faceta más divertida de su pop. Aquí detalla sobre sus inseguridades con versos fuertes mientras proyecta imágenes surrealistas.

La única colaboración en "Midnights" sucede en el cuarto tema, "Snow on the Beach", junto a Lana del Rey. El detalle es que el dueto no va más allá de una simple armonía de sonidos pop, por lo que podría considerarse en lo más bajito del álbum. En ese sentido, las dos últimas canciones, "Sweet Nothing" y "Mastermind", se complementan bajo una misma temática amorosa que puede gustar o no. En ambas confiesa su amor hacia alguien, que no es otro que su novio Joe Alwyn.

Por su parte, "You’re On Your Own, Kid" se destaca por ser esa quinta canción que siempre sobresale de sus trabajos discográficos. La dulzura de sus versos se armonizan con la melodía de una guitarra que poco a poco va quemando en nostalgia. El trasfondo nos hace pensar que está haciendo una especie de terapia de su niña interior, ya que trae de vuelta recuerdos de otras relaciones, como si de una confesión nocturna se tratase. Es uno de los temas más ricos sin llegar a ser extremadamente cursi.

Pero si lo que buscas escuchar es su parte vengativa, "Vigilante Shit" y "Karma" son las opciones por excelencia de "Midnights". El primero es una especie de dark-pop dirigido hacia uno de sus ex, cuyos comentarios sombríos nos hacen imaginar toda una escena de película. El segundo es un poco más "alegre", pero con una Taylor disfrutando cómo sus némesis obtienen su merecido. De hecho, este último despertó la curiosidad en redes sociales, ya que muchos pensaron que era una indirecta hacia Kanye West. Sea como sea, seguro pasará a ser una obra icónica de su repertorio.

Por último, los temas "Midnight Rain", "Question…?" y "Bejeweled" muestran todo el esplendor del pop que caracteriza a Taylor. Acá pasamos a verla desde una versión madura y enfocada más en su carrera, a cantarle a su amor para hacerle saber que ella es el premio mayor. Las tres canciones resaltan por su calidad, además de ciertos toques de electrónica gracias al aporte de los sintetizadores.

En líneas generales, "Midnights" está llena de metáforas que solo los más fanáticos lograrán descifrar a la perfección. Taylor Swift es una artista que ha sabido crecer con el pasar de los años y para este álbum no ha olvidado cómo cortar y hechizar con unas sencillas palabras. Así que apaga las luces y déjate llevar por cada una de sus canciones, ideales para escuchar durante una noche de insomnio.