“Hocus Pocus 2”: decepción a la nostalgia

Hace 29 años, en 1993, Disney estrenó una de sus películas más entrañables e icónicas: “Hocus Pocus”. Protagonizada por Bette Midler, Kathy Najimy y Sarah Jessica Parker, y dirigida por Kenny Ortega, este clásico logró trascender su época y ser una película que no puede faltar en una maratón de Halloween. Es por eso que, cuando se anunció el estreno de su secuela con el casting original después de casi 30 años, los fanáticos se mostraron entusiasmados y con altas expectativas. Lastimosamente, “Hocus Pocus 2” no dio la talla.  

La secuela se estrenó en Disney+ y, a pesar de que rompió el récord por ser la película más vista en la historia de la plataforma al apelar a la nostalgia generada por el éxito de la primera, esta dejó mucho que desear. Veamos más a fondo en qué falló la secuela y por qué nos dejó con un sin sabor en la boca. 

Un tono poco familiar

Si algo caracteriza a “Hocus Pocus” es su tono, el cual es sarcástico, divertido e incluso un poco terrorífico. Las hermanas Sanderson son presentadas como brujas astutas a quienes no les importa pasar por encima de lo que sea para cumplir sus objetivos, incluso si eso significa comer niños. Pero a pesar de su maldad, son personajes tan graciosos e interesantes, que logran que empaticemos con ellas. Nos dan risa, pero no porque sean absurdas, sino porque la película, muy consciente de sí misma, construye la comedia a lo largo de la trama y se sirve de sí misma para que esta funcione. 

Si bien no se esperaba que “Hocus Pocus 2” fuera una copia exacta de su precuela, la cinta falló al alejarse tanto de ese tono. La película empieza contando la historia de origen de las Sanderson, lo cual es interesante y un acierto a la hora de explorar más en el desarrollo de los personajes, lastimosamente, esa fuerza con la que arranca se ve colapsada por un tono estilístico que recuerda mucho a las películas estereotípicas de Netflix. La ambientación es plana, la trama avanza con lentitud y los personajes son presentados de manera sosa por lo que no generan ningún interés. 

Las brujas aparecen hasta media hora después de iniciada la película y, a pesar de que su entrada es triunfal, las muestran como una especie de tres chiflados en vez de las brujas malvadas que conocimos en la primera cinta. La comedia pasa de estar en la trama como tal a servirse de chistes de golpes y comentarios poco ingeniosos, que no solo hacen quedar mal a las hermanas Sanderson, sino que aburren e, incluso, fastidian.

El tono de esta segunda película cambia tanto que no ayuda a que esta se sostenga por sí misma, contrario a lo que se podría creer, sino que se aplasta sobre sí misma y ridiculiza a unos de los personajes más amados de Disney. 

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Personajes poco entrañables

Si bien en la secuela las hermanas Sanderson no son igual de increíbles que en la primera, gracias a las actrices que las interpretan, se logra conectar con ellas e incluso le sacan a uno por lo menos una sonrisa. Sin embargo, una de las fallas más grandes de “Hocus Pocus 2” es la construcción de personajes poco interesantes y que no generan empatía. En contraposición a las brujas, encontramos a las otras protagonistas de la película: un grupo de tres amigas adolescentes. 

De las tres actuaciones, ninguna es destacable y el desarrollo de los personajes es poco interesante. Esto último es en gran parte culpa del guion, el cual va rápido y no se permite pausas para argumentar la trama, así, el grupo de amigas de la nada tiene poderes mágicos, y de la nada los controlan a la perfección como para destronar a las hermanas Sanderson. 

Si los personajes de “Hocus Pocus” son inolvidables, los de su secuela dan igual. No se espera que ellas “ganen”, y todo lo contrario, se siente indignación al ver cómo rebajaron a los personajes de las hermanas Sanderson a chistes de golpes dignos de una película de Adam Sandler. 

“Hocus Pocus 2” fue vista masivamente porque apeló a la nostalgia de quienes crecimos viendo una película icónica y a quien se nos entregó una secuela decepcionante.