Terremotos en Turquía y Siria: ¿Qué viene después del rescate y cómo puede el mundo ayudar?

El pasado 6 de febrero, un terremoto de 7,8 grados y varias réplicas impactaron a Turquía y Siria. Según fuentes oficiales, ya hay un saldo de casi 50 mil personas fallecidas y la cuenta sigue.

De acuerdo con el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, son más de 43.500 los muertos en su país. Por su parte, Siria ha reportado un total de 5.841 fallecidos: 1.414 en zonas controladas por el Gobierno sirio y 4.427 en áreas cuyo control recae en grupos rebeldes, según información de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.

¿Qué viene después de los rescates?

Ahora bien, aunque los equipos de rescate llegaron de todas partes del mundo en pro de salvar la vida de las personas que por cuestiones del destino permanecieron vivas en medio de los escombros o para sacar los cuerpos inertes debajo de los destrozos, la comunidad internacional ya empieza a preguntarse: “¿Qué sigue ahora?”.

Frente a este cuestionamiento, la ONU y sus distintas oficinas han plasmado varias respuestas, tanto en cifras económicas como en grupos de personas que, por una u otra razón, merecen atención humanitaria urgentemente.

En cuanto a lo primero, las Naciones Unidas hicieron un llamado para que las grandes potencias mundiales puedan colaborar con al menos mil millones de dólares para poder ayudar a más de 5 millones de personas afectadas tras los devastadores sismos.

De acuerdo con la organización internacional, la ayuda económica cubriría un período de tres meses y serviría de apoyo para que, tanto las organizaciones de ayuda como el Gobierno, puedan centrar esfuerzos en cubrir las necesidades de la población en áreas como seguridad alimentaria, la protección, la educación, el agua y el refugio.

“Turquía acoge al mayor número de refugiados del mundo y ha mostrado una enorme generosidad con sus vecinos sirios durante años (…) Ahora es el momento de que el mundo apoye al pueblo turco, al igual que ellos se han solidarizado con otros en busca de ayuda”, indicó el secretario general de la ONU, António Guterres.

La UNICEF hizo su propio llamado de atención, asegurando que aunque las acciones de rescate fueron masivas y valerosas, es momento de pensar en cómo ayudar, en su caso específico, a los más de 4,6 millones de niños y adolescentes que se vieron afectados por los terremotos.

“El personal de UNICEF está y seguirá trabajando en Siria y Turquía para marcar esa diferencia, pero la ayuda financiera es esencial para que nuestros esfuerzos logren llegar a cada niña, niño y adolescente que los necesiten”, dijo Fernando Carrera Castro, representante de la entidad en México.

En cuanto a la ayuda humanitaria que se puede ofrecer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio el primer paso distribuyendo más de 110 toneladas de suministros médicos en los territorios de mayor necesidad de Siria.

“Una vez más, la OMS se compromete a apoyar al pueblo sirio ahora, y en los días, semanas, meses y años venideros, para responder a este desastre y construir un sistema de salud más sólido para todos los sirios”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la agencia de salud de la ONU.

Asimismo, celebró que Estados Unidos (uno de los países que más ha colaborado en medio de la crisis) haya levantado las sanciones sobre Siria (que vive una guerra civil desde 2011) por un período de 180 días.

Lo propio hizo la Unión Europea, organización que ha financiado las acciones humanitarias en Siria con ayudas que ascienden a los 27.400 millones de euros desde que inició el conflicto civil, y que ya ha aportado 5,5 millones de euros para ayudas en dicho país desde que ocurrieron los sismos.

“En vista de la gravedad de la crisis humanitaria en Siria, que el terremoto ha acrecentado, el Consejo ha decidido hoy adoptar una enmienda adicional por motivos humanitarios para facilitar en mayor medida la prestación rápida de ayuda humanitaria”, detalló el Consejo de la UE.

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¿Y los refugiados?

La situación de los refugiados es sin duda alguna, una de las más críticas que ha dejado esta catástrofe natural. Según cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), al menos 15 millones de personas se han visto afectadas por las pérdidas de sus viviendas, de las cuales, 1,7 millones son sirios que viven en ese país bajo la figura de “refugiados”.

“Al menos 5,3 millones de personas en Siria necesitan algún tipo de asistencia en materia de alojamiento: personas que ya estaban desplazadas por el conflicto se han visto forzadas a huir de sus hogares nuevamente, y algunas han perdido sus hogares por primera vez”, explica esta oficina de las Naciones Unidas.

Para contrarrestar esta situación, la ACNUR, con el apoyo de otros organismos de la ONU y de países como Estados Unidos y el mismo Turquía, han puesto en marcha varias acciones para ayudar a las víctimas de desplazamiento por la guerra en Siria y así evitar que vivan una tragedia mayor por cuenta de la tragedia natural.

“ACNUR está trabajando bajo el liderazgo de las autoridades turcas y con otras agencias de la ONU y está respondiendo con el apoyo solicitado urgentemente tanto para las personas refugiadas como para las comunidades de acogida, incluyendo mantas, paquetes de comida, utensilios de cocina, colchones y tiendas de campaña. Los puentes aéreos están trayendo más suministros que se necesitan desesperadamente”, informan.

La idea, según la ONU y los países que han buscado ofrecer una vida digna a los refugiados sirios víctimas de los terremotos, es propiciar que estas personas puedan sentirse confiados en suelo Turco o zonas seguras de su país.

Cabe recordar que son varios los refugiados que han tomado la decisión de regresar a Siria, ante lo que consideran es una mejor opción que ser revictimizados en suelo extranjero. La elección se basa en un escenario en el que prefieren volver con sus familias y tal vez morir en la guerra, que morir de hambre en Turquía.