IPCC: la guía de supervivencia para la humanidad
El lunes 20 de marzo, se realizó el lanzamiento de la entrega final del Sexto Informe de Evaluación del IPCC. Conoce algunas reflexiones y datos clave sobre este importante documento.
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LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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El lunes 20 de marzo, se realizó el lanzamiento de la entrega final del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Este informe presenta una síntesis del trabajo que por 8 años han hecho 782 científicos y científicas sobre la ciencia física del cambio climático, los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad al cambio climático, y la mitigación del cambio climático. Se trata de la evaluación científica más completa disponible hasta el momento, un “manual de supervivencia para la humanidad”, así definió el Secretario General de Naciones Unidas a este informe. En su presentación, añadió que contiene la información para ser una guía para desactivar la bomba del cambio climático.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es un organismo científico de la ONU, encargado de evaluar el conocimiento científico, técnico y socioeconómico sobre el cambio climático, sus causas, impactos y posibles soluciones. Desde su fundación en 1988, el IPCC ha publicado varios informes de evaluación, que se utilizan como la base científica para las negociaciones internacionales sobre el clima y la toma de decisiones políticas en todo el mundo. El trabajo del IPCC es importante porque proporciona a los responsables políticos y a la sociedad en general una comprensión clara y objetiva del estado de la ciencia del cambio climático y los riesgos que plantea, lo que les permite tomar medidas informadas para mitigar y adaptarse a sus efectos.
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Durante los últimos años este grupo ha entregado diversos informes que han puesto en alerta sobre la situación real de la lucha contra el cambio climático, que es más amenazante de lo que se creía. Este último reporte del IPCC, elaborado por 93 personas expertas, enfatiza que más del 40 % de la población global vive en zonas con alta vulnerabilidad al cambio climático. El panorama es sombrío, sin embargo, con un compromiso real aún es posible tener esperanza. Te presentamos algunas de las conclusiones y desafíos más apremiantes.
Nos enfrentamos a un desafío sin precedentes
Uno de los mitos, creencias o mentiras que más se difunden respecto al cambio climático es que la humanidad ya había sufrido calentamientos y crisis ambientales, y que esta es solo una más. Sin embargo, la magnitud de la crisis que vivimos hoy no tiene comparación. Se ha dado de una forma acelerada. "Con un aumento de la temperatura global de 1,1 grados °C (2 grados °F), ahora se están produciendo cambios en el sistema climático que no han tenido precedentes durante siglos o milenios en todas las regiones del mundo", señala el World Resources Institute al respecto. "La temperatura global de la superficie se ha calentado desde 1970 a mayor velocidad que en cualquier otro periodo de 50 años de los últimos dos milenios”, concluye este último informe del IPCC.
A la fecha, ya se ha aumentado la temperatura en 1,1 grados y se pueden ver consecuencias como los cambios en las estaciones y el aumento de los desastres naturales. De hecho, este informe del IPCC señala que los impactos adversos del calentamiento global son mucho más extremos y con alcance más amplio de lo que se creía. Sin embargo, permitir que se supere la barrera de los 1,5 grados podría tener consecuencias devastadoras. Por ejemplo, podría derretirse el permafrost en el ártico o desencadenarse una extinción masiva de especies animales y vegetales. Asimismo, habría lugares del mundo en los cuales las condiciones serían demasiado extremas para vivir y aparecerían enfermedades y virus con mayor frecuencia. Los expertos y expertas del IPCC estimaron que con las políticas vigentes a 2020, se alcanzaría un calentamiento medio global de 3.2 °C en 2100.
ABC para desactivar la bomba climática: 7 años clave
Es urgente enderezar el rumbo, cada vez hay menos capacidad de maniobra y todos estamos dentro del barco. Esta analogía es perfecta para mostrar lo que está sucediendo en la lucha contra el cambio climático. Se requieren acciones decididas, rápidas y globales. Lo positivo es que aún hay esperanza de tener un futuro en el que sea posible habitar con bienestar, aunque será obligación adaptarnos a nuevas dinámicas. Los próximos 7 años (hasta 2030) son fundamentales y lo que se haga en ellos impactará por miles de años, señala el IPCC.
Green Peace, como comentario del informe del IPCC, señala que: "Hay que abandonar rápidamente los combustibles fósiles: La infraestructura fósil que ya tenemos es demasiada, así que no se puede empezar a construir nueva adicional". Asimismo, el informe señala que "el despliegue a gran escala de la captura y almacenamiento de carbono no está probado, y depender de dicha tecnología para limitar el calentamiento a 1,5 ºC tiene un riesgo enorme". Por eso no se puede esperar por soluciones mágicas o transiciones lentas, se necesita ejecutar ya.
Justamente esta fue otra de las conclusiones del IPCC, pues señala que los planes de muchos países deben pasar a la fase de implementación de forma urgente, y no solo quedarse en la proyección a futuro. Dicho futuro no está garantizado si no se ejecuta ya. Es decir, que la fase de planeación y de modelación se está agotando. Sin embargo, se necesitan esfuerzos conjuntos para que no queden países atrás por las diferencias de la injusticia climática.
Mientras que los bancos, las empresas petroleras y mineras y los oligopolios de las agroindustrias tienen ganancias exageradas, la lucha contra el cambio climático se está quedando corta en financiación. Asimismo, las personas más vulnerables son las que peor sufren las consecuencias del cambio climático. Se necesita mayor decisión y que los Estados asuman sus compromisos de conseguir una transición energética rápida, justa y responsable socialmente. La única solución posible que nos queda como sociedad es poner la vida en el centro de toda consideración. Las cartas y la información está puesta sobre la mesa, al igual que las posibles soluciones.