Así afecta la luz azul de los dispositivos móviles a tu salud

En la actualidad, es un hecho que cada vez pasamos más tiempo expuestos a la luz azul de los dispositivos electrónicos como tabletas, teléfonos inteligentes y computadores. Si bien la luz es necesaria para la vida y tiene efectos beneficiosos como regular los ritmos biológicos o el equilibrio hormonal, la exposición prolongada a la luz artificial es motivo de creciente preocupación para la salud.

El número de estudios en los que se revelaron evidencias que indican que debemos controlar el tiempo que pasamos conectados a una pantalla, aumentaron con el paso de los últimos años. Fundamentalmente por el auge de la adopción de la tecnología, sobre todo en la población más joven.

¿Qué es la luz azul?

Cuando se habla de luz azul, es importante precisar que se encuentra dentro de lo que se considera como luz visible. La luz visible corresponde a las emisiones electromagnéticas que están dentro de la longitud de onda entre los 280 y 780 nanómetros. Es decir, el espectro de la luz visible, es aquel que el ojo humano es capaz de percibir y traducir en los diversos colores que reconocemos.

Esta luz la podemos recibir principalmente de manera natural de la luz solar, la cual es esencial para regular el ritmo circadiano del cuerpo humano. Sin embargo, también se puede encontrar en fuentes artificiales, como las luces LED, las pantallas de televisores, computadores, tabletas y teléfonos celulares, en general dispositivos móviles. En otras palabras, estamos expuestos a través de muchas vías a la luz azul y no solo a la que brindan las fuentes naturales.

Según la Escuela de Medicina de Harvard, las ondas emitidas por la luz azul durante el día son beneficiosas. Ayudan, por ejemplo, a aumentar la atención a los estímulos de reacción y a regular el estado de ánimo de las personas, pero por la noche se tornan perjudiciales para la salud. En especial, cuando se abusa de ellas.

Las consecuencias de la luz azul en la salud de las personas son todavía objeto de estudio. Por el momento, la principal conclusión es que, en general, es dañina si nos exponemos a ella de manera intensa y por largos periodos de tiempo.

Efectos negativos de la exposición a la luz azul

Uno de los principales efectos para aquellas personas que están expuestas a mayores cantidades de luz azul tiene que ver con la alteración de los ciclos normales de sueño. De acuerdo con un estudio de investigadores de Harvard, en el que realizaron un experimento comparativo de los efectos de exposición durante 6,5 horas de la luz azul y la luz verde, la luz azul suprimió la melatonina en aproximadamente el doble de tiempo que la verde y provocó el doble de alteraciones en el ritmo circadiano. 

“La luz de noche es parte de la razón por la que muchas personas no duermen lo suficiente”, señala Stephen Lockley, investigador del sueño de Harvard. Así mismo, la publicación señala que la falta de sueño puede estar relacionada con un mayor riesgo de depresión, diabetes y problemas cardiovasculares.

Por otra parte, un estudio científico reciente de la Universidad Estatal de Oregón en Estados Unidos, identificó un nuevo problema: la exposición excesiva a la luz azul de fuentes artificiales, puede tener también efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde la piel y las células grasas hasta las neuronas sensoriales. El estudio es bastante peculiar, ya que fue hecho con una especie de mosca que comparte con los seres humanos la estructura básica de sus células, por lo que medir el efecto de la luz en los mecanismos celulares de esta se podía asemejar a cómo afectaría a un humano. Los investigadores observaron que esta luz afectaba la producción y regeneración de las mitocondrias, especialmente a las moscas de mayor edad. Esto quiere decir que los ritmos naturales que tiene nuestro cuerpo para producir hormonas y regenerar las células se ven más afectados en las personas mayores.

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Finalmente, otros estudios señalan que una alta exposición a la luz azul puede causar problemas oculares, como ojos secos, cansancio o fatiga ocular, puesto que, la gente pasa mucho tiempo sin parpadear, y sin alejar la vista de las pantallas.  

¿Cómo puedes protegerte de los efectos de la luz azul?

Una de las principales recomendaciones de los expertos cuando se está llevando a cabo alguna actividad frente al computador, tableta o el dispositivo móvil es realizar descansos constantes para mirar hacia la distancia. Al respecto, la Academia Americana de Oftalmología desarrolló una regla importante para poner en práctica y así evitar la fatiga visual. La regla del “20/20/20”: la cual consiste en hacer pausas cada 20 minutos por 20 segundos y mirar un objeto distante a por lo menos 20 pies de distancia.

También puedes considerar el uso de lentes que bloqueen la luz azul y debes recordar mantener tus ojos hidratados. Igualmente, es primordial, evitar la exposición a las pantallas una o dos horas antes de dormir para así evitar que se desequilibre el "reloj biológico". No obstante, dada la dependencia tecnológica que existe hoy en día, es una de las recomendaciones que menos se cumple. Los expertos recomiendan ajustar el brillo y el contraste en los dispositivos y activar el modo noche u oscuro, para restarle intensidad a la luz. Otra alternativa, cada vez más popular, es el empleo de luces rojas tenues para la noche, ya que es menos probable que esta luz altere el ritmo circadiano y suprima los niveles de melatonina que puede afectar la calidad del sueño.