Estas son las principales causas de la contaminación en los océanos

Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos. Esta conmemoración tiene como fin llamar la atención sobre la importancia de la conservación de esta fuente de vida que es primordial para la salud del planeta Tierra y, en consecuencia, de los seres humanos y todas las formas de vida que se encuentra en él. La importancia de los océanos reside en que, según la ONU, cubre más del 70% de la superficie terrestre, produce alrededor del 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de biodiversidad y es fuente de proteínas de más de mil millones de personas en el mundo.

A pesar de todos los beneficios que los océanos suponen, este es un recurso históricamente explotado sin límite alguno. Las políticas públicas y las irregularidades en las normas para su uso a lo largo del mundo ocasionó que hoy en día esté en peligro. Basta con decir que el 50% de los arrecifes de coral están destruidos y que el 90% de las grandes especies marítimas mermaron. Sin duda alguna, la contaminación de los océanos es una de las crisis ambientales más preocupantes de la actualidad. Pero ¿cuáles son las causas de este panorama y qué medidas podemos tomar como individuos para aportar a su conservación?

Causas de la contaminación de los océanos

La contaminación marítima es una mezcla de distintos componentes, entre los que se encuentran plásticos, productos químicos, farmacéuticos, metales pesados, petróleo, pesticidas, fertilizantes, aguas residuales y desechos urbanos e industriales. En este sentido, esta mezcla no solo tiene orígenes en la industria, sino también en el consumo diario e individual.

La contaminación por plásticos es el tipo de contaminación marítima más conocida. Al ser compuestos orgánicos, los plásticos tienen la capacidad de absorber toxinas del ambiente y liberarlas poco a poco en su descomposición, que puede durar cientos de años. Objetos hechos de este material pueden hacer daño directo a distintas especies en el mar, pero los microplásticos, no se ven a simple vista y pueden tener un impacto muy grande no solo en las especies marítimas, sino también en los seres humanos. Gracias a la cadena trófica, estos pueden encontrarse en seres humanos. 

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Las redes de pesca que son perdidas o abandonadas deliberadamente en el mar, representan alrededor del 85% de la contaminación plástica. Además, la pesca de arrastre, que es el método más utilizado y común en la industria de la pescadería, es la principal culpable de la destrucción de los arrecifes de coral y del suelo marítimo. Si bien la pesca ilegal podría parecer a simple vista más contaminante que la legal, hay que aclarar que todavía se está lejos de regularizar la forma en la que se explotan los océanos para el consumo humano de proteínas provenientes del mar.

Asimismo, el consumo de productos de origen animal, así sean terrestres, tiene un gran impacto en los océanos, ya que para la alimentación de estos se cultivan granos masivamente. Para este proceso se utilizan pesticidas y herbicidas que son absorbidos por los suelos y terminan en ríos que llegan a los océanos.

Por otro lado, uno de los tipos de contaminación de los océanos es la eutrofización, que es el exceso de nutrientes inorgánicos como el fósforo y nitrógeno, que se encuentran en fertilizantes, detergentes y aguas residuales. La eutrofización genera una producción acelerada y descontrolada de fitoplancton, formando una biomasa que impide la entrada de la luz solar a los cuerpos de agua y, por lo tanto, entorpece la producción de oxígeno, lo que hace inviable la vida en estos ecosistemas.

La contaminación por químicos, especialmente por los que son generados por la industria farmacéutica, tiene un impacto gigante en la vida marítima. Las especies animales y vegetales se ven afectadas, pero a la larga y gracias a la cadena trófica, los seres humanos también podemos ver sus consecuencias. Entre ellas encontramos, malformaciones, desórdenes conductuales y muerte por envenenamiento. 

Medidas individuales

Si bien los gobiernos, las industrias y el sector empresarial tienen la mayor responsabilidad por las causas y consecuencias de la contaminación de los océanos, como individuos también debemos tomar medidas y asumir nuestro papel en la cadena de producción. A la larga, las industrias y el consumo se mueven gracias a la demanda. Estas son algunas medidas que puedes adoptar para la conservación de los océanos. 

1. Reduce tu consumo de productos de origen animal: la ganadería y la pescadería son las principales industrias responsables del cambio climático. Al reducir el consumo de productos animales y optar por productos vegetales estás aportando a disminuir la demanda. Si el vegetarianismo o veganismo es un estilo de vida que te llame la atención y al que puedas acostumbrarte, atrévete a tomar el paso. De lo contrario, procura que los productos que consumas tengan procesos de producción sostenibles. No te fíes de etiquetas de “sostenibilidad”, estas suelen no ser del todo claras. 

2. Separa correctamente tus residuos: asegúrate de seguir los parámetros definidos por tu gobierno o comunidad. Recuerda lavar y secar previamente cualquier residuo que pueda ser reciclado y aprovecha los orgánicos para hacer composta. Esta es una gran forma de reducir tus desechos individuales.

3. Desecha correctamente los medicamentos: como ya mencionamos, los compuestos químicos farmacéuticos tienen un gran impacto en la salud de los océanos. Asegúrate de desechar correctamente los medicamentos vencidos o que no vayas a utilizar. Busca en tu ciudad puntos de desecho, estos suelen encontrarse en centros comerciales y tiene como fin ser entregados a gestores autorizados para disponer de ellos correctamente. No los deseches nunca en el inodoro. 

4. No consumas agua u otras bebidas embotelladas: una gran forma de reducir tu uso de plástico es evitar consumir bebidas embotelladas de plástico. Opta por utilizar un envase de vidrio o por tener tu propio envase. Si en tu ciudad la calidad del agua potable no es segura, invierte en un filtro de agua, ahorrarás mucho dinero que se va poco a poco en galones o botellones de agua.

5. Toma decisiones conscientes: el camino hacia la sostenibilidad y la conservación de los océanos y otros ecosistemas no solo depende de unas cuantas personas, sino de todos. Tus decisiones deben estar alineadas, así que ten en cuenta todos los factores no solo al ejercer tu consumo, sino también tus deberes y derechos como ciudadano. Asegúrate de escoger candidatos que estén enfocados en la lucha contra el cambio climático y la conservación y no olvides alentar a las personas de tu alrededor a tomar medidas por su cuenta.