Así es como Irán y Rusia han logrado sortear las sanciones de Occidente

Mientras la guerra en Ucrania sigue avanzando, los países miembros de la OTAN, principalmente Estados Unidos, continúan con su ofensiva de sanciones sobre Rusia. El desgaste al que se supone debería estar sometida la economía rusa no es tan grave como se esperaba, esto hace que se pregunten ¿cómo hacen los países sancionados para burlar las restricciones a las que se encuentran sometidos y seguir abasteciéndose? 

Burlando las sanciones

Cuba, Corea del Norte, Irán, Myanmar y Rusia son países que históricamente han estado en la lista negra de Estados Unidos. El número de sanciones difiere entre uno y otro, además de centrarse en aspectos específicos de sus economías que más puedan afectarlos. No obstante, con el paso de los años estos países se han vuelto "especialistas" en burlar las sanciones y obtener de una forma u otra los productos y recursos necesarios para sobrevivir pese a las restricciones.

El caso cubano es de los más representativos, el bloqueo que mantiene el gobierno estadounidense a todos niveles ha causado un gran impacto sobre la economía de la isla, al perder su último gran apoyo con la desaparición de la URSS se ha deteriorado. Aun así, el régimen ha sobrevivido al paso del tiempo gracias al apoyo de aliados como Rusia, Venezuela, Brasil, Bolivia, y más recientemente Argentina y México. El apoyo ha consistido en la contratación de médicos cubanos que dan una parte de su ingreso a su gobierno; petróleo y gas, así como productos para la agricultura.

Las alianzas comerciales y la autosuficiencia

Pero el caso cubano se diferencia notablemente del de Rusia. El país euroasiático es una potencia nuclear, militar y petrolera. Las sanciones europeas y estadounidenses se enfocan en sus recursos energéticos. Sin embargo, Rusia se ha preparado por largo tiempo para este momento de guerra. Por un lado, es consciente de la dependencia europea de su gas y su petróleo, así que en 2022 Putin anunció que, ante el congelamiento de reservas de dólares de Rusia en el extranjero, se cobrarían los energéticos en rublos. Adicionalmente, países como Pakistán han pagado el petróleo ruso en yuanes en un franco enfrentamiento al dominio del dólar. Esto dio un respiro al rublo que desde el inicio de la invasión ha estado en picada, a lo que se suman los efectos de la pandemia y la crisis económica posterior.

Pero esta acción no es suficiente, Rusia ha fortalecido su mercado interno, especialmente con la salida de empresas multinacionales. Ha tenido que forzar un modelo de "sustitución de importaciones" creando versiones alternativas de productos o dando paso a los productos rusos ya existentes, pero que no eran dominantes por la presencia de las empresas extranjeras. Esto es una forzada autosuficiencia. Los rusos han podido prescindir de artículos de lujo principalmente, pero, a largo plazo, si los productos de primera necesidad escasean, su realidad será distinta. Rusia cuenta con dos grandes aliados con quienes fortalece sus lazos comerciales: China e Irán. Con los chinos hay un tema importante: el fortalecimiento del yuan como alternativa al dólar, Rusia ha encontrado el momento perfecto para apoyar la iniciativa china, las amenazas de Trump y la hostilidad comercial que ha mostrado Estados Unidos en la última década han empujado a la potencia asiática a plantear la posibilidad de un mundo desdolarizado.

El mercado negro

Una de las grandes incógnitas es cómo ha sobrevivido la economía y el programa nuclear de Corea del Norte pese a las sanciones. Una de las respuestas es el mercado negro. Durante décadas se ha hablado de cómo el régimen norcoreano ha utilizado el mercado negro internacional para traficar drogas, armas, joyas, propiedades, artículos de lujo y en la actualidad criptomonedas. Esto con el fin de obtener recursos ante la imposibilidad de hacerlo por los medios convencionales. El pirateo informático y el turismo son otras formas en la que el país obtiene divisas extrajneras para poder comerciar y para financiar su costoso programa nuclear. 

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China, el gran aliado

Irán y Venezuela, sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea, han encontrado también en China un aliado poderoso. Para el país asiático representa la oportunidad de mermar el poder de los norteamericanos en Medio Oriente y Sudamérica, reduciendo la dependencia de estos países petroleros de las divisas estadounidenses y apoyando sus planes de fortalecer al yuan. Hace unos días Rusia e Irán firmaron un acuerdo para crear un ambicioso corredor comercial que incluya una vía férrea, fortalecimiento de los puertos y la logística como alternativa a las rutas comerciales occidentales, con esto se busca acelerar el movimiento de productos rusos e iraníes hacia la India y Asia Pacífico evitando también cualquier restricción por las vías convencionales.

Por último, la importancia de Irán y Venezuela como productores de petróleo ha logrado que Estados Unidos baje la guardia y se abra al diálogo sobre las sanciones. Irán se ha mantenido en una relación de tensión y relajamiento con los estadounidenses en los últimos 10 años, quienes han impuesto y retirado sanciones que coinciden con los períodos de enfrenamiento y de breves diálogos. De igual manera, la guerra con Ucrania motivó a Estados Unidos a abrirse al diálogo con Venezuela, lo que representó un respiro para el presionado régimen de Nicolás Maduro, sin perder su estrecha relación con China, Rusia e Irán. Así, China intenta cambiar la relación del dólar con la economía mundial y con el peso que tiene en las sanciones. Si el dólar pierde en algún momento su hegemonía frente al yuan, el poder destructivo de las sanciones puede reducirse o limitarse notablemente. ¿De qué manera podría Estados Unidos poner presión sobre sus enemigos si no es con un tema económico?