Estados Unidos tiende la mano a China: ¿Taiwán se queda solo?
En su más reciente visita a China, Antony Blinde, secretario de Estado de Estados Unidos, dejó entrever la postura de su país sobre Taiwán.
Foto: TW-SecBlinken, Leah Mills/Reuters
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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Antony Blinken, el hombre fuerte de las relaciones exteriores de Estados Unidos, recién visitó Pekín y dejó varios mensajes que dan muestra de un cambio en el discurso de las relaciones entre ambas potencias. Especialmente, sobre el apoyo a Taiwán, que tanto tensa la relación entre las dos superpotencias globales.
Entre sus más sonantes declaraciones, Blinden reafirmó la postura histórica de Estados Unidos respecto a Taiwán y China. Washington dejó claro que “no apoyará a Taiwán en su independencia”, intentando calmar a Pekín ante vientos independentistas que pueden estar recorriendo en la isla. Estados Unidos respaldó la doctrina de una sola China, lo que implica un reconocimiento a que la isla hace parte indivisible del gigante asiático.
¿El apoyo a Taiwán sigue en pie?
A pesar de que Estados Unidos dejó claro que no apoyará una independencia, no significa que esté a favor de una anexión militar unilateral. La misma política que ha mantenido el país norteamericano por décadas. Brinda apoyo militar a la isla, pero intenta desescalar el conflicto diplomático.
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Una muestra de esto fue que hace tan solo 2 semanas atrás, buques de guerra estadounidenses y canadienses navegaron por el estrecho que separa a Taiwán de China. Aunque la marina norteamericana destacó que en esta zona "se aplican las libertades de navegación y sobrevuelo en alta mar de acuerdo con el derecho internacional”, no deja de ser un evento que provoca y molesta al gobierno de Xi Jinping.
El mensaje parece opuesto, pero es lo que intenta Estados Unidos es calmar el discurso bélico con China y mandar un parte de tranquilidad, y también mantener en Taiwán un aliado cercano. Obligando, de manera indirecta, a que la anexión de la isla sea de manera pacífica. No obstante, China siempre se ha reservado el “derecho a utilizar la fuerza”.
Un problema menos
Sin embargo, entendiendo estos dos mensajes desde Estados Unidos, Washington intenta desescalar un conflicto potencial que sería devastador para sus intereses. Con un frente abierto en Ucrania, donde Rusia Ileva una cruenta batalla contra ucranianos apoyados por occidente, un nuevo conflicto en el pacífico sería desastroso. No solo porque sería abrir dos frentes (incluso más directo) sino que también representaría una posibilidad de que China y Rusia lleven una alianza militar de facto contra un enemigo común: occidente.
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A pesar de que China puede representar una amenaza militar comprable con Rusia, y que juntos son un peligro, los asiáticos también tienen superioridad económica y diplomática. Adicionalmente, hoy China y Estados Unidos tienen diversos desacuerdos y la tensión ha venido en aumento desde hace varios años. Incluso, durante el gobierno de Donald Trump, Washington le declaró una guerra comercial contra Pekín, subiendo impuestos a las importaciones desde China.
Momentos de tensión
Recientemente, China y Estados Unidos han tenido momentos de alta tensión. Por ejemplo, a principio de este año hubo serios encontronazos luego del hallazgo de varios globos chinos en territorio norteamericano. El gobierno de Joe Biden denunció que eran globos de espionaje, mientras que China aseveraba que eran globos de estudio meteorológico.
Igualmente, hace un par de semanas, Washington denuncia que China y Cuba están coordinando creación de base común que serviría de locación para tropas chinas permanentes en la isla y de un mayor trabajo de espionaje a escasos 150 km de distancia a la Florida.