Ropa del futuro: Cómo la moda se adapta al cambio climático con beneficios ecológicos y tecnológicos
La moda sostenible es una solución vital en la lucha contra el cambio climático. Conoce cómo la ropa del futuro diseñada con este propósito ofrece beneficios novedosos y ambientales.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | Julieta Gutiérrez
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Read in english: Clothes of the Future: Fashion Adapts to Climate Change with Technological Benefits
En la actualidad, el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta nuestro planeta. Como sociedad, debemos explorar nuevas formas de reducir nuestro impacto ambiental y encontrar soluciones innovadoras en todos los aspectos de nuestras vidas. Incluso en la moda.
La industria textil, que tradicionalmente ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente, está experimentando una transformación hacia la sostenibilidad con el objetivo de mitigar sus huellas de carbono.
Según el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP), la fabricación de ropa es responsable del 4% al 10% de las emisiones globales. Para ponerlo en perspectiva, las emisiones causadas por el negocio de la moda superan la suma de todos los vuelos internacionales del mundo. Estas cifras alarmantes nos obligan a replantear cómo concebimos y producimos la ropa.
Sin embargo, en medio de esta preocupante realidad, también encontramos una oportunidad emocionante. La tecnología y la innovación se han unido en la búsqueda de soluciones textiles que sean beneficiosas tanto para el medio ambiente como para nosotros. En este artículo, exploraremos algunas de las tecnologías sostenibles aplicadas a la ropa diseñada para adaptarse al cambio climático.
Exploraremos desde tejidos inteligentes que regulan la temperatura corporal hasta procesos de fabricación ecoamigables que reducen el consumo de agua y energía. Estas innovaciones no solo nos permiten vestirnos de manera responsable, sino que también abren un abanico de oportunidades para un futuro más prometedor.
Tecnologías textiles sostenibles
De acuerdo a la (UNEP), alrededor del 20% de la contaminación industrial del agua proviene del teñido y el tratamiento de textiles. Un caso destacado es la producción de pantalones vaqueros. Cada año se fabrican 5.000 millones de unidades, y solo para lograr el aspecto final deseado, que incluye desgaste y envejecimiento, se requieren aproximadamente 105 litros de agua por cada prenda. Además de esto, se utilizan diversos productos químicos que finalmente se convierten en residuos y contaminan los ríos del mundo. Estos químicos también exponen a las dos millones de personas que trabajan en la industria textil.
Para dar solución a esta problemática salubre y ambiental, una empresa española llamada Jeanología, dedicada a desarrollar tecnologías innovadoras para la industria textil, decidió apostarle a la creación y producción de tecnología para el proceso de finalización de los vaqueros. Utilizando técnicas de láser, logran desgastar y romper los tejidos. Esto les permite reemplazar métodos como el sandblasting o el lijado a mano, que son tediosos, laboriosos y pueden causar lesiones por esfuerzo repetitivo en los trabajadores. Además, emplean el gas ozono, altamente oxidante, para lograr otros efectos de desgaste o lavado a la piedra, con lo que evitan el uso de agua. Mediante técnicas llamadas eflow, basadas en el uso de nanoburbujas, consiguen suavizar las telas vaqueras. También cuentan con el sistema H2Zero, que optimiza el reciclaje del agua en el proceso. Estas son solo algunas de las tecnologías que han desarrollado, y según afirma su creador Enrique Silla, al aplicarlas, el consumo de agua en el proceso de acabado se reduce drásticamente, pues pasa de 100 litros por prenda a tan solo 5.
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Tejidos inteligentes como una segunda piel
Este avance es un paso importante hacia la ropa del futuro, ya que los tejidos inteligentes podrán funcionar como una segunda piel y proteger a las personas de las temperaturas extremas causadas por el cambio climático.
Resulta que un equipo de investigadores pertenecientes a las universidades de Maryland (EE. UU.) y Xiamen (China) desarrollaron un tejido con la capacidad de ajustar la temperatura de manera automática y al instante.
Mediante la utilización de fibras producidas a partir de un compuesto químico derivado de la celulosa y recubiertas con nanotubos de carbono, los investigadores consiguieron que el tejido actúe como una especie de puerta que puede permitir el paso o retener el calor. “Esta es la primera tecnología que nos permite controlar el paso de la radiación infrarroja (calor corporal) dinámicamente”, afirmó el profesor de la Universidad de Maryland y creador del estudio, YuHuang Wang.
Las fibras creadas poseen la propiedad de atraer y rechazar el agua. De esta manera, cuando el deportista suda, la tela identifica la humedad y sus filamentos se desorganizan. Similar a la piel, las fibras generan aberturas o espacios para permitir la salida del calor. Por el contrario, en condiciones de frío y baja humedad, dichas aberturas se cierran para conservar de este modo el calor corporal.
Este tipo de tela inteligente no solo busca proteger al ser humano. Otra prioridad es cuidar al medio ambiente reduciendo la cantidad de prendas utilizadas y empleando materiales menos perjudiciales, como pigmentos bacterianos, por mencionar un ejemplo. "En el futuro, no solo usaremos ropa que ajuste automáticamente la temperatura, sino también su tonalidad", expuso el científico.