El océano Atlántico está en su momento más caluroso
El calentamiento global genera que los océanos alcancen temperaturas medias mucho más elevadas de lo normal.
El océano Atlántico ha alcanzado temperaturas más elevadas de las normales. / Foto: Pexels
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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Read in english: The Atlantic Ocean is at its hottest
A pesar de que actualmente estamos preocupados por la crisis sanitaria del COVID-19, la realidad es que hay otros temas igual de importantes a los que debemos dirigir la mirada. Por ejemplo, el calentamiento global. Uno de los puntos más importantes, según revela el diario El Clarín, es el que el deshielo abrió un atajo marítimo entre Europa y Asia.
Sin embargo, ese no es el único problema existente. En realidad, también se está afectando gravemente a los océanos, particularmente al Atlántico. Desde Xataka advierten que su temperatura media acaba de vivir la “década más calurosa en al menos 2.900 años”, como consecuencia de los cambios climáticos.
Es decir, hablamos de un problema no solamente en términos de temperatura, sino también de condiciones climáticas. Un aumento de una mayor temperatura, por ejemplo, provoca un mayor número de huracanes. Veamos qué es lo que está ocurriendo con el calor en los océanos.
El problema de la temperatura de los océanos
La alta temperatura de los océanos es una señal de alerta para el planeta. El Confidencial decía en el 2019 que la de ese año fue la más alta registrada de la historia. Un estudio elaborado por el Instituto de Física Atmosférica de China (IAP) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Estados Unidos) fue el que reveló esta información.
Básicamente, los océanos absorben más del 90 por ciento del exceso de calor que generan las emisiones de gases de efecto invernadero, y esto deriva en un aumento de la temperatura a raíz del calentamiento global. Esta temperatura excesivamente cálida genera un notable aumento del nivel del mar y daños considerables a la vida marina.
Según revela la web especializada de Ambientum, la temperatura global del océano había sido de 0,075 grados superior a la media registrada entre 1981-2010. Para alcanzar esa temperatura, los océanos debieron acumular calor (energía) que equivalga a 228 zetajulios, equivalente a 3.600 millones de explosiones de bombas atómicas de Hiroshima.
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Desde Geo Innova se define al calentamiento global como la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, que tienen un gran impacto sobre los océanos, y que deriva en un aumento de temperatura que provoca el deshielo y el aumento del nivel del mar.
Esto provoca, según National Geographic, algunos cambios en cuanto a estructuras. Por ejemplo, el aumento del calor deriva en que las enormes placas de hielo que recubren Groenlandia y la Antártida se derritan a un ritmo acelerado. Así, se da un aumento en el nivel del mar, provocando consecuencias devastadoras para los humanos y las especies.
Sin embargo, hay algo relativamente “bueno” en todo esto. En Notimérica concuerdan al decir que, como los océanos absorben una gran parte del calor del mundo, esta situación puede servir para aprender mejor las fluctuaciones de temperatura de la atmósfera. Así, se deberían realizar estrategias para evitar que este problema continúe extendiéndose.
En el caso actual, que es el calentamiento del océano Atlántico Norte, podría implicar un aumento de las lluvias locales, según comentan desde Meteored. Todo se basa en el Agujero de Calentamiento del Atlántico Norte, una característica sólida que se observó en las tendencias de temperatura de la región durante el último siglo.
A pesar de que puede haber factores naturales que impulsen este proceso, los investigadores de la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) concluyen con que no se lo puede desligar del cambio climático. Por lo tanto, se trata de una situación que debemos tener en cuenta para evitar daños mayores en el futuro.