Un nuevo estudio muestra que la contaminación por estos medicamentos en el río Niágara afecta la salud y el comportamiento de los peces

Un grupo de investigadores de la Sociedad Americana de Química publicó los resultados de las pruebas realizadas a diferentes especies de peces procedentes del río Niágara, en los cuales encontraron trazas de medicamentos antidepresivos. Estos fármacos ingresan a los ríos por medio de tratamientos en las aguas residuales las cuales no están preparadas para degradar los principios activos de diferentes clases de medicamentos. El efecto de dichos fármacos podría afectar el comportamiento de los peces y su entorno.

Famoso por sus cataratas, el río Niágara, ubicado en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, ha sido objeto de pesquisas por parte de un equipo de científicos que identificaron altas concentraciones de norsertralina, norfluoxetina y citalopram, metabolizados en el tejido cerebral de 10 especies de peces. Las trazas de dichos fármacos han sido encontradas también en el hígado, en los órganos reproductores y en el componente muscular de los peces.

La molécula norsertralina se describe como un metabolito de la sertralina y su nombre comercial es Zoloft en Colombia, Ariale en Perú, Asertral en Argentina, Eleval en ecuador y Chile. Es el fármaco con mayor concentración en las especies analizadas con 400 nanogramos por cada gramo de tejido en el cerebro. Lo más llamativo de lo evidenciado es que la concentración en los animales de norsertralina es 20 veces mayor si se compara con la concentración en las aguas del río. Además de dicho fármaco fueron encontradas trazas de norfluoxetina, metabolito de la fluoxetina comúnmente llamado Prozac o Sarafem, y de citalopram, los dos medicamentos indicados para tratar trastornos depresivos, obsesivo-compulsivo en niños y adultos. Los autores de la investigación señalan que los antidepresivos se acumularon durante un largo período de tiempo, lo cual explica el hecho que las concentraciones sean superiores a las registradas en el río, por lo que los riesgos surgen no por la dosis de la sustancia, sino por su efecto a largo plazo.

Los riesgos en los peces surgen no por la dosis de la sustancia, sino por su efecto a largo plazo

Por los efectos de dichos fármacos en el comportamiento de los peces, ellos podrían influir en la alimentación e instIGNORE INTOs de supervivencia. Existen estudios a nivel de laboratorio que confirman que hay especies de crustáceos que se vuelven agresivos exponiéndose a ser devorados por sus depredadores naturales, afecta su alimentación y el gasto energético, cambiando de esta forma rasgos comportamentales. En el estudio realizado en el río Niágara los investigadores creen que la concentración de productos farmacéuticos en los peces no llega a niveles que desaconsejen su consumo, en buena medida porque el cerebro, que es donde se concentran las moléculas de los medicamentos, no es usado en la alimentación cotidiana.

Los científicos piden sonar las alarmas ya que no puede obviarse el riesgo que existe para las especies y la biodiversidad la interacción con fármacos. Además, en Estados Unidos, la salud mental es una problemática social, ya que según el centro para el control de las enfermedades 1 de cada 8 personas toma algún tipo de fármaco antidepresivo.

Latin American Post | Diego Guzman Saavedra

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