Olas de calor alrededor del mundo ponen en riesgo la vida humana
Las olas de calor que se han presentado en las últimas semanas han dejado cientos de muertos alrededor del mundo y muestran los estragos del cambio climático
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | July Vanesa López Romero
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En las últimas semanas, varias partes del mundo se han visto envueltas en olas de calor con temperaturas nunca antes registradas, un panorama que se ha hecho más común en años anteriores y que, según expertos, no va a mejorar en los próximos años. Como consecuencia, la época estival del año ha traído consigo la muerte de miles de personas.
India es quizás el país que está viviendo más fuertemente los estragos de las olas de calor en la época estival del año. Se han registrado miles de enfermedades relacionadas con el calor, más de 170 muertes y algunas zonas han llegado a tener temperaturas hasta de 43,5° Celsius según el Departamento Meteorológico de la India. En el segundo país más poblado del mundo, este fenómeno representa un reto prácticamente imposible para el servicio de salud. El panorama es tan grave que el sábado pasado, cuando se presentaron las primeras lluvias del verano en el país, millones de personas salieron a las calles a empaparse. Estas lluvias marcarían el descenso de la temperatura en las próximas semanas.
Asimismo, otros países de Asia encendieron las alarmas desde abril por las temperaturas extremas. En la zona norte de China se alcanzaron las temperaturas más altas en décadas, cuando se llegaron a las 40° Celsius, lo que llevó a que las autoridades emitieran una alerta roja; la capital de Tailandia, Bangkok, llegó a 42° Celsius y en lugares como Myanmar se presentaron cambios radicales de temperaturas a lo largo abril y mayo, su temperatura más alta fue de 43° Celsius.
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En Europa, también se han presentado temperaturas más altas de lo común, pero con la llegada de julio parece que llegarán olas de calor extremas incluso más fuertes de las del año pasado. En España, por ejemplo, se espera que la temperatura supere los 38° Celsius en el noreste y la zona peninsular, y los 40° Celsius en el suroeste, llegando incluso a los 45 grados. Por otro lado, en las zonas bálticas, se registraron aumentos a 32° Celsius. Se espera que las olas de calor en el continente aumenten, pero al parecer estas no superarán los dos o tres días de duración continua.
Por su parte, México es el país latinoamericano que presentó las olas de calor más fuertes, con una duración de 3 semanas en la mayor parte del país y que finalizó el pasado jueves 22 de junio. La gobernación de Ciudad de México alcanzó a emitir una alerta naranja porque la temperatura llegó a los 33° Celsius. Asimismo, las autoridades del país reportaron que la industria agrícola se vio fuertemente afectada por la falta de lluvias.
El sur de Estados Unidos también ha presentado altas temperaturas que superan los 40° Celsius, lo que ha llevado a las autoridades de distintos estados a entrar en alerta por calor excesivo. En el país norteamericano, las olas de calor estarían acompañadas de tormentas eléctricas y tornados. Se trataría, entonces, de cambios drásticos a nivel meteorológico que pondría en riesgo la salud humana y la infraestructura.
Con el cambio climático no hay vuelta a atrás
Este panorama mundial demuestra que el cambio climático no es una posibilidad, sino una realidad a la que ahora debemos enfrentarnos todos los días y que pone en riesgo nuestra salud y vida. Recordemos que el año pasado se alcanzaron a registrar 16.300 muertes relacionadas con altas temperaturas tan solo en Europa. Asimismo, el informe “Lancet Countdown on Health and Climate Change” publicado el año pasado, demostró que más de 350.000 personas mueren en el mundo por las extremas olas de calor que se han presentado y aumentado desde el inicio de este siglo.
Para los expertos, las olas de calor se harán más extremas y duraderas conforme pasen los años. Así, es urgente que las zonas que más están expuestas a estas subidas de la temperatura por encima de los 38° Celsius empiecen a tener planes para evitar que las personas tengan que trabajar en exteriores durante las olas de más calor. Asimismo, se precisa tomar medidas como re arborizar las ciudades y desarrollar una arquitectura que permita adaptarse al calor extremo. La comunidad científica ve esto como una alerta para que los gobiernos pongan como objeto principal el retrasar las consecuencias que ya tiene y seguirá teniendo el cambio climático.