¿Qué consecuencias globales puede traer que la guerra en Ucrania siga durante 2023?

Lo que ocurre en Ucrania rápidamente tuvo un impacto global, desde el 24 de febrero que inició formalmente la invasión rusa hasta hoy, las afectaciones económicas, sociales, políticas y militares, entre otras, cada vez son más notorias. Todo se puede resumir en incertidumbre, mientras la guerra se sigue extendiendo, también continúa su impacto en el mundo. Los escenarios para 2023 no son halagüeños en tanto la guerra siga su marcha, peor aún cuando no hay ningún avance real hacia la paz, estas son las posibles consecuencias.

La economía, el punto de inflexión

Las primeras acciones de la Unión Europea y Estados Unidos tras el inicio de la invasión rusa fueron una serie de sanciones que se sumaron a las ya existentes por la anexión de Crimea en 2014. Apostaron al desgaste económico de Rusia para frenar la guerra, aunque este impacto también se resintió sobre la economía de todo el mundo, lo que convirtió este hecho en una especie de carrera de resistencia. La alta inflación, producto de la crisis generada por la pandemia, ha seguido elevándose con el avance de la guerra. El primer gran impacto se dio en el alza de precios, especialmente de productos básicos provenientes de Rusia y Ucrania, entre los que destacan los fertilizantes, los granos y los combustibles, según la Organización Mundial de Comercio. Estos tres elementos afectan la productividad agrícola y directamente la seguridad alimentaria de países desarrollados, pero especialmente de países pobres. En septiembre pasado, la OCDE estimó en 2.8 billones de dólares el impacto negativo en el Producto Interno Bruto global para 2023, con un crecimiento de 0.3% según estimaciones del Banco Mundial, también cuando se consideran variables como la inflación que seguirá a la alza, especialmente entre los países europeos cercanos al conflicto.

El aumento del gasto militar

Desde 2014 con la anexión de Crimea por parte de Rusia, el gasto militar ha ido en incremento entre las principales potencias militares en el mundo. La guerra en Ucrania sólo hará que las cifras aumenten en 2023: Francia aumentará su presupuesto 7.4% respecto al 2022 para llegar a una cifra de 42.8 mil millones de dólares, esta cantidad es 36% superior a la de 2017, un aumento significativo. Estados Unidos aumentará un 8% respecto a 2022 para situarlo en $858 mil millones de dólares, Rusia lo elevó hasta los $82 600 millones de dólares, aunque hay aparte una partida calculada en $120 mil millones de dólares que se considera "secreta" pues no se sabe con exactitud en qué se gastarán, pero se prevé que sean destinados a la guerra. China llevará el aumento en torno a los $230 mil millones de dólares, con lo que se da por hecho que el mundo se prepara para un conflicto de mayor escala. No es algo sorpresivo, los miembros de la OTAN se comprometieron a elevar su gasto militar hasta el 2% de su PIB en los siguientes años, algo a lo que países como Brasil han manifestado el deseo de sumarse. Otros como Taiwan, y su complicada relación con China, lo han aumentado en 14% hasta llegar al 2.7% de su PIB. El conflicto ruso-ucraniano ha sido el catalizador que ha acelerado el crecimiento del gasto militar, mientras la guerra se alargue el gasto militar también lo hará.

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El ámbito humanitario, el más relevante

En términos humanitarios, el impacto de la guerra se ha enfocado mayoritariamente sobre el éxodo ucraniano (y en menos porcentaje ruso) hacia Europa occidental, se han movilizado más de millón y medio de personas desde febrero pasado. Mientras la guerra siga recrudeciéndose, en 2023 esta cifra irá en aumento, podríamos ver un aumento de ciudadanos rusos que huyen de la obligación de participar en la guerra, perseguidos políticos y minorías en riesgo. No obstante, en el mismo ámbito no debe perderse de vista el impacto en países pobres, particularmente cuando se trata de seguridad alimentaria. La escasez y aumento de precios en fertilizantes y granos pone en riesgo de hambruna a estos países, la ONU advierte de una crisis alimentaria, si la pandemia y el cambio climático ya afectaban a regiones como África, Medio Oriente y Latinoamérica, la guerra ha supuesto un golpe más duro. Países como Somalia, Etiopía, Sudán, Kenya, Afganistán, Yemen, Nigeria, Haití, Guatemala, Honduras, denominados "puntos críticos del hambre" por el organismo. Tan sólo en el "Cuerno de África" se prevé que el hambre afecte a 26 millones de personas, según el informe de la ONU sobre crisis alimentaria. 

¿Hay posibilidad de paz en 2023?

En política internacional, el conflicto traerá un mayor aislamiento de Rusia, o mejor dicho, de Vladimir Putin que podría orillarlo a buscar alternativas para terminar el conflicto. Es decir, negociar una salida pacífica, los europeos se han propuesto aumentar las sanciones y reducir la dependencia energética que tienen hacia Rusia, si logran presionar lo suficiente a Putin tendrían el escenario necesario para cambiar la dirección de la guerra. El Consenso Económico Empresarial de la PriceWaterhouseCoopers (PwC), una de las cuatro grandes consultoras globales, afirma que es posible que la guerra termine en 2023, el escenario más probable para los expertos es que Ucrania pierda los territorios en disputa, a cambio de terminar el conflicto, de acuerdo con el 40% de los expertos integrantes del consenso. Esto le permitiría mantenerse cercana a la UE y la OTAN, lo que sería sin duda una pausa a la guerra actual, no el final definitivo. Pero otro 28% considera que la guerra se alargará indefinidamente y que Ucrania continunará con el apoyo de Occidente, finalmente, el escenario menos probable, según los expertos, es que Ucrania gane la guerra y mantenga su integridad territorial.