¿Qué tan viable es la propuesta de AMLO de sembrar árboles para frenar la crisis migratoria?

El cambio climático está en la agenda de la mayoría de los países del planeta que buscan incorporar políticas con el fin de frenar el impacto del hombre en la Tierra. Según la ONU, el impacto de la crisis climática en la era moderna genera que cada vez más personas decidan migrar, debido a los fenómenos meteorológicos que impactan sobre la vida y la actividad de los seres humanos.

De acuerdo con el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, unas 17,2 millones de personas debieron abandonar sus hogares en tan solo un año a escala mundial, debido a los distintos desastres naturales que derivan del poco cuidado medioambiental y las bajas condiciones de vida en determinadas regiones.

Por eso, algunas naciones tienen planes para evitar la migración. Según el Chicago Tribune, México le propondrá a Estados Unidos plantar árboles en el sur del país y Centroamérica para evitar la descontrolada migración, a través de una inversión que supondrá unos 1.400 millones de dólares, en un plan conocido como Sembrando Vida.

Los árboles y el problema de la migración

El presidente Andrés Manuel López Obrador le propuso al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la posibilidad de plantar árboles a lo largo de la región centroamericana, un plan que también tendrá el objetivo de “generar empleos” y ayudar al medioambiente. La idea del mandatario mexicano tiene tres componentes importantes para poder controlar la migración: 

• Generar empleo: para AMLO, si se crean empleos verdes en la fuente de la migración, esto podría reactivar la economía local y generar mayores oportunidades.
• Poner un orden a las solicitudes: las personas que ingresen en los proyectos de cultivo de árboles pueden entrar en un proceso migratorio de 3 años a futuro, con facilidades.
• Disminuir migración por catástrofes naturales: con la siembra de millones de árboles, se busca reducir la fuerza y la destrucción de desastres naturales relacionados con el cambio climático y la deforestación.

López Obrador hizo énfasis en la posibilidad de generar acuerdos para que los gobiernos apoyen la siembra durante unos tres años. Luego de obtener cultivos, los trabajadores tendrían derecho a una visa laboral por seis meses en los Estados Unidos. Incluso, podrían solicitar la nacionalidad estadounidense, lo cual permitiría ordenar el flujo migratorio.

En el caso mexicano, la idea es plantar millones de árboles que también faciliten la posibilidad de dar “miles de empleos” y que se evite la migración hacia los Estados Unidos. Por el momento, López Obrador indicó que en su territorio están sembrando un millón de hectáreas (con plantaciones frutales, de cítricos, cacao y café, entre otros) que crean más de 400 mil empleos, lo cual serviría para mejorar la situación económica de algunas regiones, como Campeche, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.

A la vez, como mencionamos, el plan Sembrando Vida tiene un objetivo fuertemente ecologista: se intentará reforestar más de un millón de hectáreas en terrenos deteriorados de México, para cultivar más de 1.000 millones de plantas que ayuden a mejorar las condiciones medioambientales de la zona y, en consecuencia, a mejorar la calidad de vida de la población, pues ambos factores están fuertemente relacionados.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los elementos desencadenantes del cambio climático también inciden en la política y la economía de muchos países en términos migratorios. Por ejemplo, el incremento de la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, la variabilidad del clima o la escasez de recursos y los problemas económicos hacen que las personas decidan o se vean obligadas a abandonar sus países de origen.

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Recordemos que muchos estados se adaptaron a distintos acuerdos históricos, como el Pacto Mundial para la Migración, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Acuerdo sobre el Cambio Climático de París. Todos ellos tienen, como objetivo, minimizar los factores adversos y estructurales que hacen que muchas personas abandonen su país de origen.

Además de disminuir el problema de las migraciones, la Organización Internacional del Trabajo, en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, menciona que la creación de “empleos verdes” permitirá crear 24 millones de puestos de trabajo durante esta década, siempre y cuando se implementen políticas adecuadas.

La alternativa de los "empleos verdes"

El caso más evidente es el de Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo. A través de una alianza del Estado con iniciativas privadas, se utilizaron modelos exitosos para crear empleos verdes de distinta índole en los sectores más vulnerables de la región, a través de distintos proyectos presentados en el mundo y elegidos por un jurado especializado.

Básicamente, la iniciativa se dirige hacia los municipios con mayor tasa de paro de cada territorio de Bilbao, con la intención de mejorar la tasa de empleados. Entre otros trabajos, aparece el ecoturismo, la gestión forestal gracias al sembrado de árboles (algo similar a lo que pretende México), la fabricación de productos embalajes a partir de residuos vegetales o la generación de energía solar, entre otras.

Es decir, son todas políticas amigables con el medioambiente y que permiten, al mismo tiempo, la creación de empleo en zonas históricamente desfavorecidas, con el objetivo de evitar el traslado de los locales hacia otros municipios o países. Por eso, la estrategia de López Obrador puede parecer extraña, pero también podría ser pionera en nuestra región para ayudar al medioambiente, generando un enfoque hacia el empleo verde y evitando la migración por condiciones medioambientales y económicas.

Sin embargo, uno de los principales problemas con este proyecto es que la crisis migratoria de la actualidad no puede ser solucionada de hoy a 3 años. Muchos de los migrantes son solicitantes de asilo o integrantes de grupos vulnerables quienes no podrán entrar en programas de reforestación.