Desde 2013, el canal de Nicaragua ha sido objeto de fuertes críticas y poco a poco ha ido perdiendo credibilidad. Hoy en día la sola existencia del proyecto continúa en duda

En 2013, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, presentó su gran proyecto para convertir a su país en lo que él llamó una “tierra prometida”: construir un canal interoceánico que rivalizara con el canal de Panamá y le entregará a Nicaragua unos dividendos que, en palabras del presidente, duplicarían el PIB. Para desarrollar este proyecto, se abrió una licitación que fue adjudicada al multimillonario chino Wang Jing, cabeza de la organización Hong Kong Nicaragua Development Corporation (HKNDC).

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Cuatro años después, la comunidad internacional volvió sus ojos de nuevo sobre Nicaragua, pues las señales eran cada vez más “preocupantes” para el desarrollo del proyecto. Según la corporación HKNDC, en el primer semestre del 2017 debían comenzar las construcciones del canal, lo que acarrearía problemas a nivel ambiental y social.

Repetidamente, diversos sectores nicaragüenses han protestado por la falta de estudios técnicos, ambientales y sociales que terminarían por afectar a una gran cantidad de familias, cerca de 120.000 según cifras de Amnistía Internacional. Sin embargo, la cotidianidad nicaragüense hasta ahora no se ha visto afectada debido al desarrollo del canal, por lo que se considera que todo el proyecto es un gran fraude.

¿Y dónde está Wang Jing?

Paralelamente a los problemas presentados en Nicaragua, el canal se ha enfrentado a otro gran reto para su desarrollo: la “desaparición” de Wang Jing, el multimillonario chino, dueño de HKNDC y propulsor de diferentes proyectos en Nicaragua, aparte del canal. En 2015, Wang Jing perdió cerca del 85% de su fortuna en la bolsa de Hong Kong, lo que hizo que su solvencia económica se fuera a pique y que poco a poco sus negocios fueran decayendo.

Desde ese momento, el millonario no fue visto en Nicaragua y no hubo más pronunciamientos o reuniones, tanto en el país centroamericano como con la organización china. Es necesario tener en cuenta que Wang Jing apoyaba el proyecto del canal con parte de su fortuna personal, la cual quedó profundamente afectada después del desplome bursátil.

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Más preocupante resulta lo expresado por la revista económica Bloomberg en abril de este año, quien asegura que Wang Jing no renovó el contrato de su oficina en el rascacielos más lujoso de Hong Kong y que se desconoce su paradero. Un verdadero revés para Ortega.

¿Cuál es el futuro del canal?

Según una entrevista de la agencia de noticias EFE a Daniel Ortega, el canal sigue adelante independientemente de lo que ha sucedido. De acuerdo con el presidente, las obras se han retrasado debido a que existían problemas ambientales que debían solucionarse antes de poder empezar. Pero se mostró optimista, diciendo tiene el respaldo de la mayoría del país, a pesar de haber algunos grupos que han cerrado filas en contra del proyecto.

No obstante, el mandatario nicaragüense no ofreció ni fechas de construcción ni referencias exactas a la situación de la organización HKNDC o su relación actual con Nicaragua.

Aún contemplando las declaraciones del presidente Ortega, la verdad es que todavía hay incontables incógnitas alrededor del proyecto. Además del paradero del inversionista Wang Jing, preocupa el posible impacto ambiental del proyecto y el trato que se le dará a las poblaciones indígenas nativas a la zona en donde se construiría el canal.

LatinAmerican Post | Jorge Ovalle

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