El grupo de jugadores que entró al Salón de la Fama del Baloncesto este año es, quizá, el más talentoso de todos los tiempos. Veamos por qué.
Este año podremos ver las nuevas figuras que entran al Salón de la Fama del Baloncesto. Foto: Flickr-Fido
LatinAmerican Post| Juan Manuel Londoño
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Este sábado se introdujo la clase del 2020 al Salón de la Fama del baloncesto. En esta ocasión, podríamos estar viendo al grupo de jugadores más talentoso que se haya visto en la historia del Salón. Veamos algunos de sus miembros.
Kobe Bryant
Considerado como el sucesor de Michael Jordan y depende de a quién le pregunte, el segundo mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, Bryant personificó el mundo del baloncesto durante el tiempo que estuvo jugando.
Bryant fue 5 veces campeón de NBA, MVP de las Finales dos veces, MVP de la temporada regular en el 2008, 18 veces All-Star, y ganó dos medallas de oro en baloncesto. Sus números de jersey, el 8 y el 24, fueron retirados por los Lakers.
Durante su carrera, Kobe creó una reputación de ser un jugador egoísta, que prefería tener el balón en sus manos en todos momentos. Sin embargo, esto tenía una razón de ser: Bryant podría anotar desde cualquier posición, en cualquier ángulo, especialmente cuando se trataba de un tiro difícil.
Su ética laboral y su trabajo incansable para alcanzar la perfección lo hicieron un modelo a seguir para muchos jugadores de la generación actual. Tanto así que en vida se ganó el respeto de su ídolo, Michael Jordan, que fue el encargado de introducirlo al Salón de la Fama.
Tim Duncan
A diferencia de Kobe, sobre Tim Duncan hay un consenso unánime entre los conocedores del deporte: es el mejor power forward, (o ala pívot) que ha existido en la historia del deporte.
Durante sus casi 19 años con los San Antonio Spurs, Duncan consiguió casi todos los títulos que un jugador puede conseguir. Ganó 5 títulos de la NBA, fue MVP de las finales 3 veces, MVP de la temporada regular dos veces, 15 veces All-Star y novato del año en su primera temporada. Su número, el 21, fue retirado por los Spurs.
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En sus muchos años de juego, Duncan, a diferencia de otros, nunca tuvo un estilo de juego llamativo o emocionante. Sin embargo, su maestría absoluta de los fundamentos del baloncesto le permitía dominar otros jugadores con facilidad. Tanto así que se ganó el apodo de “The Big Fundamental” (el gran fundamento) por la manera sencilla pero consistente con la que conseguía ganar. Con un sólido juego de pies y un tiro con tablero imparable, Duncan fue la pesadilla de muchos por casi dos décadas.
Duncan fue una estrella humilde, que tal vez brilla más para los conocedores que para los fanáticos casuales. Su compañero de equipo Duncan Robinson (otro miembro del Salón de la Fama) introdujo a Timmy al Salón.
Kevin Garnett
La última superestrella que entró en esta ocasión al salón de la fama es Kevin Garnett, el ex-jugador de los Celtics que es considerado como uno de los mejores defensores en la historia de la NBA.
Garnett ganó un campeonato de la NBA y fue el jugador más valioso en la temporada regular en una ocasión. Fue elegido 9 veces para el Mejor Quinteto defensivo y fue el Jugador defensivo del año durante el 2007-08 con los Celtics.
Garnett tiene bien merecida su reputación como un muro defensivo. Era un jugador sumamente inteligente, que disfrutaba del “trash talk”, es decir, intimidaba a sus oponentes verbalmente. Garnett conocía tan bien el juego que cantaba las jugadas de sus oponentes antes de que las hicieran. Cerraba líneas de pase, corría por toda la cancha, era un verdadero dolor de cabeza para su equipo rival.
Garnett fue introducido al Salón de la Fama por Isiah Thomas.
