América Latina es la segunda región del mundo con la tasa más alta de embarazo no planificado en la adolescencia, advirtió Unicef

De acuerdo con un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), América Latina y el Caribe continúan siendo las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes. La región tiene 66,5 nacimientos por cada 1.000 niñas de entre 15 y 19 años, cifra solo superada por África. En la región, el 15% de los embarazos anuales ocurre en menores de 20 años. 

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La doctora Josefina Lira, vicepresidenta del Colegio Mexicano de Especialidades en Ginecología y Obstetricia, afirmó al diario El Clarín que en América Latina, el peligro de morir para una joven embarazada es cuatro veces mayor al de una mujer adulta porque las primeras van tardíamente al médico por miedo o vergüenza. 

Los embarazos adolescentes "están vinculados a múltiples factores sociales, económicos y culturales que van desde la falta de información y reconocimiento sobre el derecho a elegir" y "la falta de educación sexual integral en las escuelas", señaló la Unicef.

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También se vincula a "las representaciones estereotipadas de los roles de mujeres y varones y que invisibilizan las disidencias sexuales; el abuso y la violencia sexual, hasta las dificultades para el acceso a la interrupción legal del embarazo", apuntó el organismo internacional.

Por su parte, un informe del Fondo de Población de las Naciones (UNFPA), que analiza la situación del embarazo adolescente entre el 2015 y el 2016, asegura que aunque “cada vez es más frecuente que haya servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluidos los de planificación familiar, a disposición de las personas acomodadas y educadas de las zonas urbanas”, el acceso a estos servicios no es igual para el sector más pobre de la población, para quienes viven en el campo y para los adolescentes y los jóvenes.

En cuanto a las causas, la doctora Lira señaló que la falta de información frente a las diferentes opciones de métodos anticonceptivos, o el mal uso de los mismos, es uno de los principales problemas. 

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Apuntó, entonces, que los métodos de larga duración como el implante anticonceptivo o el sistema intrauterino son incluso más eficaces que los tradicionales y ayudan a las mujeres jóvenes a tener un control sobre su vida reproductiva. 

"Es importante quitar los mitos acerca de estos métodos, que suelen ser incluso más seguros que otros debido a que no necesitan la manipulación de la mujer para tener efecto", explicó.

LatinAmerican Post | Luisa Fernanda Báez
Copy edited by Marcela Peñaloza

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