La compañía de alojamiento y turismo está distorsionando el mercado de vivienda en la capital del mundo

Read in english: New York: How has Airbnb changed the housing market?

Según un estudio reciente, Airbnb está haciendo que los precios de alquiler aumenten y que disminuya la disponibilidad de viviendas en Nueva York. Un grupo de investigación de la Universidad McGill, de Canadá, analizó la actividad de Airbnb en la capital del mundo entre 2014 y 2017, y los resultados no son favorables para los neoyorquinos.

De acuerdo con los hallazgos de la investigación, Airbnb ha eliminado entre 7.000 y 13.500 unidades de vivienda del mercado de alquiler a largo plazo en Nueva York. Como consecuencia de la reducción en la oferta de vivienda, el precio medio de alquiler a largo plazo se ha incrementado en un 1,4% durante los últimos tres años, lo cual implica un aumento de $380 dólares para el arrendatario promedio que alquile un apartamento este año.

Además, el reporte afirma que dos tercios de los ingresos de Airbnb provienen probablemente de anuncios ilegales. Dado que en la mayoría de edificios de la ciudad es técnicamente ilegal alquilar una vivienda completa por menos de 30 días (según regulaciones del estado de Nueva York), los investigadores estiman que el 45% de las reservas de Airbnb en la capital del estado fueron ilegales el año pasado, lo cual equivale al 66% de las ganancias generadas a través de la plataforma.

Por otro lado, el informe señala que hay 4.700 anuncios de habitaciones privadas que en realidad corresponden a “hoteles fantasmas”, es decir, unidades o edificios completos que se convierten en múltiples anuncios de habitaciones individuales. Aunque puede haber distintas razones para manejar el alquiler de esta forma, esto constituye una nueva táctica que usan operadores comerciales para evitar ajustarse a las regulaciones y requerimientos legales.

De hecho, operadores comerciales que controlan varios anuncios de viviendas completas o grandes portafolios de habitaciones privadas para alquilar, representan alrededor del 12% de anfitriones en Airbnb, pero obtienen más del 28% de las ganancias en la ciudad de Nueva York.

En sus inicios, el concepto de “compartir la vivienda” (home sharing), estaba asociado con la idea de una familia que ocasionalmente alquila una habitación extra o que tal vez alquila su casa entera mientras que está de viaje. No obstante, este tipo de prácticas no corresponden necesariamente a la proporción más significativa de alquileres a través de Airbnb, ni son las que generan mayores ganancias, según las cifras que arrojó el estudio de Nueva York.

Los investigadores encontraron además que el dueño promedio de un apartamento o casa que se alquila frecuentemente en Airbnb ganó un 55% más que el dueño promedio que alquila a largo plazo en el mismo vecindario el año pasado.

Aunque los resultados no son generalizables, es probable que a largo plazo Airbnb produzca efectos similares en otras capitales y ciudades del mundo. De acuerdo con información publicada por Bloomberg, Latinoamérica fue el mercado de más rápido crecimiento de Airbnb en 2017. Algunos de los lugares donde se han incrementado las reservas de forma dramática son las ciudades brasileras de Matinhos (209%), Guarapari (205%) y Ubatuba (181%).

Otro mercado de Airbnb en Latinoamérica que está creciendo rápidamente es el mexicano. En este caso, lo que más llama la atención son las medidas que la compañía ha tomado para evitar problemas a los que se ha enfrentado en otros lugares como Nueva York. Según reportó Bloomberg, Airbnb acordó proporcionar el 3% de los ingresos generados por las reservas de sus anfitriones en la Ciudad de México al gobierno de la ciudad. Además, se ha dicho que la compañía estaría negociando acuerdos similares con los gobiernos de Buenos Aires y Sao Paulo.

Los problemas que enfrenta Airbnb son similares a las disputas que se han dado en relación con Uber. Si bien estas plataformas reciben gran atención al ser líderes en sus respectivos sectores, este modelo de negocio está proliferando y los gobiernos necesitan establecer marcos legales efectivos.

Latin American Post | Paula Bautista

Copy edited by Laura Rocha Rueda