Esta experiencia filmográfica estará del 18 al 20 de mayo en las principales pantallas de Colombia

Una joven cebra debe cruzar un río en África e intentar salvar su vida, un pingüino realiza un viaje extenso para conseguir alimento para sus crías y unas  iguanas marinas de las islas Galápagos salen de su nido huyendo de las serpientes que vivazmente aguardan el momento para hacerles cacería. Los momentos enumerados son tan solo tres de los que se ven en el documental realizado por la BBC y que registran con maestría el comportamiento de la naturaleza, cuya vida depende en gran medida del sol. Así, a partir del recorrido de 24 horas de este astro alrededor del planeta, se construyen historias paralelas de diferentes animales en el mundo, como el oso panda, el narval, el oso perezoso y la jirafa, que se enfrentan a las dificultades propias que implica vivir en estado salvaje y en una constante lucha por la supervivencia.

Registrar el nacer, el sobrevivir y el perecer, son las constantes del documental que poco a poco, con una narración excepcional y una musicalización únicas, se convierten en una sola constante dentro del mundo salvaje en donde no hay cabida para los juicios morales. Con unas imágenes impactantes y de altísima calidad, el filme sorprende porque da a conocer los comportamientos de la fauna que se adapta a las condiciones de cada ecosistema, de acuerdo con la hora del día y la temporada del año.

La determinación de una manada de leones de preferir quedarse bajo la sombra antes de cazar o la decisión de una lechuza, que inusualmente se encuentra despierta en el día, por salir a atrapar su presa, constituyen el actuar de los animales en su estado salvaje. Entonces lo que podría verse como una pieza visual, que a punto de imágenes parece ensalzar la belleza de la fauna, sin ningún obstáculo superior al de los conflictos planteados por su mismo estado natural, da un giro al final sin necesidad de recaer en imágenes hostiles.

Así, bajo la dirección de Geling Yan, Franck Cottrell Boyce y Richard Dale, Un día maravilloso en la tierra hace un llamado a la conservación de esos seres que hacen parte de nuestros ecosistemas con una sola pretensión: repesar de nuevo la perfección de la naturaleza y la maravilla que significa vivir en este planeta, cuya probabilidad de vida hasta ahora parece más improbable que posible en medio de un universo en donde aún no se ha evidenciado la presencia de otros seres con vida. 

Latin American Post | María Alejandra Gómez

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