7 destinos latinoamericanos imperdibles para Semana Santa (Parte 2)
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Como lo prometimos, aquí te traemos otros cuatro destinos que puedes visitar en Semana Santa
En nuestra pasada entrega, te contamos 3 maravillosos lugares en Latinoamérica que puedes visitar en las próximas vacaciones de Semana Santa. Si te los perdiste, no olvides leer el artículo aquí.
Read in english: 7 Latin American destinations not to be missed for Holy Week (Part 2)
4. Cuevas Cristalinas de Naica, México
Si bien esta cueva es uno de los lugares más asombrosos y hermosos del planeta tierra, no es para todo el mundo. Esta cueva, llena de cristales de hasta doce metros de altura y dos metros de diámetro, es uno de los sitios más parecidos al infierno, con temperaturas desde 45C hasta 60C (estas ya perteneciendo a las cámaras más profundas cuyo acceso solo está limitado para geólogos) y niveles de humedad que a veces llegan al 100%.
¿Por qué la recomendación, entonces? Para empezar, explorar cuevas, además de ser una actividad única y emocionante, es una actividad bastante inusual, ¿y qué mejor que embarcarse hacia lo desconocido mientras hay tiempo libre? Y eso no lo es todo: si eres fan de Superman, ¡esta cueva es lo más parecido que hay a la Fortaleza de la Soledad!
La cueva es el hogar de los cristales más grandes del mundo. Es propiedad de Industrias Peñoles, empresa que extrae plata, plomo, zinc, oro y otros minerales, pero está abierta al público, con ciertas restricciones.
Al ser un lugar tan inhóspito, la empresa debe realizar una prueba médica a cada persona que se presente. Los menores de 16 y mayores de 65, mujeres embarazadas, diabéticos y gente que sufre de hipertensión no pueden entrar. Todos deben ingresar con el equipamiento brindado por la empresa y deben seguir las instrucciones al pie de la letra, pues desobedecerlas pueden ocasionar la muerte. La primera cámara, la Cueva de las Espadas, queda a 100 metros bajo tierra y la más profunda accesible al público general, queda a 300.
Este lugar queda muy cerca al pueblo de Naica. Si bien es un lugar bastante pequeño (alrededor de 5000 habitantes), hay varias opciones de hospedaje para prepararse para descansar luego de la travesía.
5. Holbox, México
Esta pequeña isla ubicada al norte de la península del Yucatán hasta hace unos años empezó a desarrollar una industria fuerte de turismo, más que todo enfocada en los avistamientos del imponente tiburón-ballena, el pez más grande del mundo.
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Sin embargo, esta es simplemente una entre los cientos de razones para visitar esta isla que poco a poco está ganando popularidad. Una de ellas, la que consideramos la más atractiva, es que es una isla tranquila. Décadas atrás este era el caso de islas como Isla de Mujeres o Cozumel, pero en el presente, estas dos islas son destinos turísticos bastante concurridos, por lo que se pierde un poco la esencia de vacacionar en una playa casi que a solas. Tampoco es que Holbox sea una isla desierta, pero al menos uno va a la playa y no se encuentra a cientos de personas en el mismo plan.
Llegar allá no es complicado. La manera más rápida de hacerlo es ir a Cancún, ir al pueblo de Chiquila que queda a unas dos horas y media en carro y montarse en un ferry. Eso sí, toca contratar un carro o una van, pues en el ferry no pueden montar los automóviles. De Chiquila a Holbox son aproximadamente 20 minutos, o menos si uno tiene una lancha más rápida. Si uno quiere ahorrar, hay buses que salen desde Cancún hacia Chiquila, pero no pasan más de tres veces al día, por lo que se debe averiguar los horarios.
El transporte principal en holbox es el siempre amado carrito de golf. Hasta los taxis son así. Igual, no es que sea muy necesario el alquiler del carrito, a menos que uno tenga problemas en las rodillas o simplemente no le guste caminar. Uno puede llegar a cualquier sitio caminando en alpargatas.
Esta es nuestra recomendación, pues a pie uno contempla mejor los diversos murales pintados en las calles, en las casas y en la plaza principal. Este es el lugar perfecto para acostarse en la playa y olvidarse de la vida un rato. Si están interesados en nadar con los tiburón-ballenas (no es broma), deben ir entre mayo y septiembre. Estos peces no estarán presentes en los demás meses fuera de este rango.
6. Cavernas de mármol – Chile
La mayoría de los que han visitado este lugar en la Patagonia chilena, concuerdan que estas cavernas son las más bellas del planeta tierra. Las fotografías lo confirman. Estas cavernas fueron esculpidas por el lago General Carrera luego de miles y miles de años de suaves oleajes.
Incluso se puede nadar bajo los techos de mármol, acomodándose fácilmente para echarse un chapuzón. Lo que más asombra son los colores: tanto del mármol que cambian dependiendo de la luz solar y del agua que refleja las paredes y el techo, dándole una tonalidad única.
Llegar allá, si bien es un poco complicado, está todo cubierto con varias agencias de turismo. El aeropuerto más cercano queda en Coyhaique, la capital de la Patagonia chilena. Al aterrizar, en seguida agarra un bus o transporte privado hacia Puerto Río Tranquilo, un pequeño pueblo ubicado cerca al General Carrera.
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Este recorrido es a través de la Carretera Austral, gran carretera que posibilita el recorrido en la Patagonia. Ahí se embarca de a grupos pequeños, pasea lentamente el lago para apreciar su belleza, para luego terminar nadando bajo los techos imponentes de mármol.
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7. Mompox – Colombia
Colombia es un país bastante religioso -no es fortuito que le llamen el País del Sagrado Corazón-. Semana Santa es un momento muy importante para los colombianos, al menos para los creyentes, por lo que, si uno está curioso por vivir una experiencia religiosa, esta es la mejor semana para ir a Colombia.
Este municipio queda al norte del país, en el departamento de Bolívar y lleva celebrando con el mismo fervor Semana Santa desde… ¡1564! Casi medio milenio de salir a las calles a celebrar la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Incluso para los ateos o pertenecientes a otra religión, este es un plan bastante único, sin contar que de paso uno conoce un pueblo colonial hermoso con varias ciénagas impresionantes.
Todo comienza con el Domingo de Ramos, cuando todos los momposinos salen a las calles con los ramos. El siguiente día importante es el miércoles, que es cuando le rinden homenaje a los muertos con una gran marcha que termina en el cementerio, también una locación increíble. Todos lucen atuendos especiales que le dan una sensación inigualable a las marchas. También sacan a pasear varias estatuas y reliquias.
Llegar allá, como a muchas partes de Colombia, es un poco complicado. El aeropuerto más cercano es el de Cartagena, la capital del departamento, y de ahí es un viaje de seis horas por tierra. Lo bueno es que el recorrido, aunque sea largo, considerando la corta distancia, es una oportunidad de ver la vasta vegetación colombiana.
LatinAmerican Post | Pedro Vergara
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