AMÉRICAS

El dilema que divide a Venezuela: votar o no votar

El venezolano debe decidir entre votar aceptando las reglas del juego de Maduro, o abstenerse y esperar al inevitable resultado

El dilema que divide a Venezuela: votar o no vota

 

 

 

No se trata de una tragedia de Shakespeare, sino de las elecciones de Venezuela, en donde más que una oposición se habla de los que van a votar y los que no. Las elecciones presidenciales convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se realizarán el domingo 20 de mayo, a pesar de los constantes llamados internacionales a posponerlas hasta que se den las garantías necesarias de que el proceso electoral sea transparente.

El Grupo de Lima, coalición internacional que discute la crisis de Venezuela desde 2017, condenó a través de un comunicado la decisión de la ANC de llevar unas elecciones presidenciales. Los 14 países que conforman el grupo, que incluyen a España y Estados Unidos, reiteran “la condena al régimen autoritario que prevalece en Venezuela, que ha violentado la institucionalidad democrática y el Estado de derecho”. Las elecciones de Venezuela trascurrirán sin observación internacional, asunto que convierte a las elecciones convocadas por la ANC en un proceso “ilegítimo” y “carente de credibilidad”, como se manifestó en el comunicado del Grupo de Lima.

En respuesta al comunicado del Grupo de Lima, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, rechazó este considerándolo como una “injerencia grosera” por parte de los 14 países que llamaron a la suspensión de las elecciones convocadas por la ANC.

Más allá de la presión internacional, las elecciones presidenciales de Venezuela dividieron a la oposición del país en dos bloques: por una parte, los que manifiestan que no votar es rendirse; por otro lado, están los que eligen la abstención electoral, alegando que votar significaría aceptar a la ANC.

Los que votarán

En los comicios del 20 de mayo participarán Nicolás Maduro, el candidato opositor Henri Falcón, el pastor evangélico Javier Bertucci y el ingeniero Reinaldo Quijada.

El candidato de Avanzada Progresista (AP), Henri Falcón, respaldado por los partidos Movimiento al Socialismo (MAS) y Copei, rechaza la decisión de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de promover la abstención electoral. “Votar es comprometernos con el país, la abstención no tiene ninguna utilidad; los políticos no podemos cruzarnos de brazos, debemos dar la cara”, pronunció Falcón en una entrevista con el canal nacional Venevisión.

El pastor Bertucci fue el primero en proponer su candidatura en contra de Maduro, que defiende que la única manera de cambiar de gobierno es “con una hemorragia de votos que nadie pueda detener”, posición que se asemeja más a las campañas oficialistas que a la resistencia venezolana. Los que defienden la abstención electoral ven a Falcón y a Bertucci como una “oposición colaboracionista”, condenó la coalición Frente Amplio Venezuela Libre.

Del lado oficialista, la campaña de Maduro se ha centrado en sobornar a los venezolanos con el Carnet de la Patria, documento paralelo con el que se reciben alimentos y medicinas a precios subsidiados. “Todos los que tengan su carnet de la patria y ejerzan su derecho y su deber al voto, van a tener un premio de la patria, legal constitucional, dando y dando (…) el premio por votar el 20 de mayo va”, manifestó Maduro. En otras palabras, el mandatario Nicolás Maduro se aprovecha de la pobreza y necesidad de los venezolanos para transformarlas en votos.

Los que no votarán

Además de la inconstitucionalidad de la ANC y la falta de garantías legales en las elecciones presidenciales del 20 de mayo, el gobierno de Maduro se encargó de inhabilitar y encarcelar a los líderes de oposición con mayor influencia. Sin Henrique Capriles ni Leopoldo López, la oposición se reconstruyó como pudo a partir de dos estrategias. Por una parte, están los dirigentes que reconocen a la ANC y guardan una posición de diálogo con los oficialistas. Por el otro lado, está la desobediencia civil y desconocimiento total del régimen de Maduro.

En una entrevista que realizó el medio BBC a Delsa Solórzano, vicepresidenta del partido Un Nuevo Tiempo, se explicó la posición de la abstinencia electoral: “Hoy no tenemos las condiciones para que pueda hablarse de voto”. Solórzano también habla de una falsa oposición como parte de la estrategia oficialista: “El gobierno escogió a su oposición. Falcón fue electo por Maduro (…) Este es un proceso en el que Maduro no sólo pretende legitimarse, sino legitimar a una oposición”, indicó la diputada.

El sistema electoral venezolano lo manejan instituciones parcializadas por el gobierno, por lo que la oposición desconfía de los resultados y está predispuesta al fraude electoral. Ante la estrategia de la abstención electoral, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, recalcó que “está prohibido por ley desestimular el voto”, infiriendo una amenaza con privar de libertad a quienes promuevan la abstención. No solo se dirige a los ciudadanos activistas, sino que reitera que “también son responsables los medios de comunicación si son difundidos o no” los mensajes de abstención al voto.

A finales de abril, siete activistas del Movimiento Nacionalista, incluyendo al ex preso político Vasco da Costa, fueron detenidos por promover la abstención electoral. “Se llevaron a nuestro líder, Vasco da Costa, y otros miembros de nuestro movimiento por decir la verdad y llamar a Venezuela a la abstención”, publicó el movimiento opositor en Twitter, que acusó a agentes de inteligencia civil y militar de allanar la casa del líder, y difundieron fotografías de la casa destrozada.

Las elecciones del 20 de mayo son un juego establecido con las reglas de Maduro, con una llamada “falsa oposición” que acepta a la ANC y que el mundo rechaza por sentir que toma en sus manos la mínima esperanza de un cambio. La abstención al voto es una estrategia que, si bien es riesgosa, no se debe tomar como apatía sino como una decisión consciente de desobediencia civil. Como acto político, la abstención electoral expresaría que el venezolano no acepta las condiciones de Maduro, que encarcela y hostiga a quienes están en contra de su gobierno. Más aún, que sobre todo manipula a los venezolanos con la promesa de comida y medicinas a cambio de un voto.

 

Latin American Post | María de los Ángeles Rubio

Copy edited by Diana Rojas Leal

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