Desperdicio de alimentos, un problema ambiental en América Latina
En Colombia se desperdician cerca de dos millones de toneladas de comida en todo el proceso de los alimentos, desde su cosecha hasta su comercialización, según la WWF. Esto, en medio de la crisis climática, plantea una problemática de seguridad alimentaria.
Foto: FAO.org
LatinAmerican Post | Daniel Alejandro Vergara
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La agricultura y la ganadería extensiva son dos de las principales causas de la deforestación mundial, es por ello que poner en la lupa los procesos de extracción, tratamiento y venta de los alimentos se hace necesario para crear culturas más sostenibles relacionadas con la comida y promover hábitos más saludables de consumo. Según el estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés): “En general, las dietas actuales tienen muy poca variedad. En el mundo, los tres cultivos principales son el arroz, el trigo y el maíz. Y aunque en la historia el hombre haya domesticado más de 6.000 especies de plantas terrestres, se calcula que dos tercios de todos los cultivos globales se destinan a solo 9 alimentos”.
Un informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), plantea que en la región Latinoamericana cerca de 42,5 millones de personas se encuentran en condición de subalimentación. Es decir, que tienen una dieta alimentaria insuficiente, baja en proteínas, nutrientes y vitaminas. Esto se enmarca como un contraste, ya que América Latina es una de las grandes exportadoras de alimentos a nivel mundial. Sin embargo, tiene un gran número de personas mal alimentadas o en condición de hambruna. Para 2018, esta cifra representaba que por persona se desperdiciaban cerca de 223 kg de comida anuales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirma que en la región se desperdician cerca de 127 millones de toneladas de comida anuales, esta problemática ocurre en todas las etapas de la cadena alimentaria: “Este fenómeno ocurre en la producción, donde se pierde aproximadamente un 28 por ciento; en el manejo y almacenamiento un 21 por ciento, y en la distribución otro 17 por ciento. A nivel de consumo (hogares, restaurantes y hoteles), la cantidad de alimentos desperdiciados sube a un 28 por ciento”.
La investigación de WWF afirma que en Colombia este fenómeno se debe no solo a la falta de esfuerzos interinstitucionales, sino a la relación de la población con la comida. El informe apunta que cerca del 65% de las personas entrevistadas afirman que la producción de alimentos no tiene un impacto negativo en la naturaleza. La investigación también señala que por factores sociales, culturales y educativos no hay una consciencia de la influencia de la alimentación con el cambio climático.
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¿Qué puedo hacer para que mi alimentación sea más sostenible?
El primer paso es ser consciente de la estrecha relación entre la crisis climática y la producción de alimentos. En cuestiones ambientales, aunque no parezca, todo está conectado. A continuación, te daremos 10 consejos que la WWF y el BID proponen para tener una dieta nutricionalmente favorable y ambientalmente sostenible. En este proceso es fundamental evitar el desperdicio de alimentos, por los altos costes para el medio ambiente, así como por la desigualdad social.
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Comer más variado y modificar un poco las dietas para ampliar la diversidad de alimentos que entran a tu cocina colaborará con la disminución de alimentos desperdiciados.
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El consumo local, hacer compras en la plaza de mercado y comprar a agricultores cercanos, ayudarán a la disminución de emisiones de gases que los vehículos, aviones y barcos realizan para transportar alimentos.
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No rechazar las imperfecciones de frutas o verduras, aunque es cierto que son alimentos de poca durabilidad, la mayoría de estos son desechados sin haber acabado su vida útil. ¡Recuerda! Aunque su estética no sea la mejor, puede seguir siendo nutritivo y delicioso.
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Comprar alimentos que están en cosecha, no solo ayuda al bolsillo, sino a reducir la sobre oferta de comida.
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Apoya los mercados agroecológicos de tu barrio o ciudad. Aunque no sean muchos, son mercados conscientes de la situación ambiental y que apoyan la sostenibilidad alimentaria.
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Reduce el consumo de alimentos que están envueltos en plástico, este material es innecesario y, por el contrario, genera el aumento de los niveles de contaminación.
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Compra en negocios que reutilizan los alimentos para la creación de nuevos productos como cervezas, jugos y hasta textiles.
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Intenta comprar alimentos que sean mínimamente procesados, aquellos que han pasado por largos procesos de tratamiento tienden a no tener los mínimos de nutrientes necesarios para una dieta adecuada, es por ello que se debe ser consciente de comprar comida fresca y sin tantos químicos.
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Analiza dónde se está comprando y qué productos se están comprando, mira las etiquetas e investiga cuáles son los proveedores de los mercados donde se están comprando.
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Ayuda a generar consciencia, el problema del desperdicio de comida tiene que ver con la falta de información. Luego de poner en práctica los consejos, compártelos con tu círculo cercano.
Recuerda, puede que si solo una persona hace esto no se vea un cambio sustancial, pero en temas ambientales la búsqueda de conciencia y acción de gran parte de las poblaciones generará nuevas realidades como la reducción de la deforestación y la hambruna en América Latina. Para ver todo el informe de la WWF haga clic AQUÍ Para seguir las iniciativas que el BID está realizando en Latinoamérica siga el Hashtag #SinDesperdicio