¿Nos quedaremos sin comida para el 2050?
Te explicamos los desafíos que enfrenta el mundo para el 2050.
Lo que prende las alarmas en las organizaciones internacionales es el planteamiento de cómo alimentar a este número de habitantes. Foto: Unsplash
LatiAmerican Post | Brandon Martínez Salazar
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Read in english: Will We Run Out of Food by 2050?
La sobrepoblación es uno de los temas que más preocupa a la humanidad en un futuro relativamente cercano. Entre más personas haya en el planeta, más es el consumo de recursos naturales para sostener sus vidas. Actualmente existen 7.800 millones de seres humanos y se estima que para el 2050 (en menos de 30 años) habría un total de 9.000 millones. Lo que prende las alarmas en las organizaciones internacionales es el planteamiento de cómo alimentar a este número de habitantes y si realmente existirá para ese entonces la posibilidad de producir los recursos que se requieren.
Para 2050, necesitaremos alimentar a 2000 millones de personas más.
Un sistema de producción de alimentos sostenible es capaz de abastecer la creciente demanda sin destruir el planeta. @WFP_es explica qué es un sistema alimentario. https://t.co/kWfd4Q5oQc pic.twitter.com/qg2pv1RtEB
— Naciones Unidas (@ONU_es) July 27, 2021
En ese sentido, el problema empieza en la forma como la actual agricultura y ganadería se ha venido desarrollando para satisfacer el mercado y las necesidades de la gente. Si continúa de esta manera, se pronostica que para mitad de siglo no se podrá alimentar la cifra estimada de población, pues se tendría que llegar a producir entre un 70 y un 100% más de los alimentos que hoy se elaboran; lo que representaría una amenaza latente y directa contra la naturaleza.
Perspectiva de los organismos internacionales
De acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas, en la actualidad, 1.000 millones de personas padecen desnutrición y posiblemente esta cifra aumente considerablemente en la próxima década debido a la degradación del suelo. Por lo tanto, es probable que en el 2035 la cantidad de alimentos que se producen hoy, disminuyan en un 12%.
Por otro lado, la FAO (organismo de la ONU encargado de actividades internacionales para erradicar el hambre), en su informe El futuro de la alimentación y la agricultura, tendencias y desafíos afirma que: “Este crecimiento previsto se concentrará probablemente en África y en el sur de Asia, donde perjudicará gravemente las perspectivas de desarrollo. Las comunidades locales dependen de la agricultura para el empleo y la generación de ingresos, y, sin embargo, esta no se puede desarrollar más por la presión a la que ya se encuentran sometidas las tierras y los recursos hídricos”.
En síntesis, la situación actual de la humanidad en cuanto a la alimentación en el futuro es alarmante, por lo que se necesita la implementación de nuevas prácticas que solucionen los desafíos próximos.
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Cambio climático y desafíos para el 2050
Los sectores que producen la alimentación contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, convirtiéndose en una parte significativa del cambio climático y las problemáticas que afectan a los ecosistemas y la supervivencia en la tierra. Estas emisiones por el uso del suelo han aumentado de manera progresiva en los últimos 50 años y lo seguirán haciendo en las próximas décadas. La pregunta es ¿qué hacer?
La FAO propone lo siguiente para enfrentar los desafíos futuros en cuánto a la situación alimentaria que se avecina debido al cambio climático y la sobrepoblación:
Para la estabilidad alimentaria:
- Mejorar la productividad agrícola de forma sostenible para cubrir la demanda creciente.
- Garantizar una base sostenible de recursos naturales.
- Abordar el cambio climático y la intensificación de los desastres naturales.
- Prevenir las plagas y enfermedades transfronterizas.
Para el acceso a alimentos:
- Erradicar la pobreza extrema y reducir la desigualdad social.
- Potenciar la resiliencia ante crisis prolongadas, desastres y conflictos.
- Mejorar las oportunidades de generación de ingresos en zonas rurales y abordar las causas raíces de las migraciones.
“Los resultados dependerán de si los encargados de la elaboración de políticas y las partes interesadas lograrán integrar las distintas acciones para alcanzar objetivos concretos y enfrentarse a retos relacionados entre sí. El desarrollo sostenible es un desafío universal cuya responsabilidad colectiva recae en todos los países. El statu quo ya no es una opción, por tanto, todas las sociedades deberán introducir cambios fundamentales en su forma de producción y consumo. Se precisan importantes cambios en los sistemas agrícolas, economías rurales y la gestión de los recursos naturales para superar los muchos desafíos que existen y garantizar un futuro seguro y saludable para todos”, sugiere el informe.