Qué cambio se viene para el medio ambiente con Joe Biden como presidente de los Estados Unidos

La victoria de Joe Biden puede marcar un punto de inflexión en el aumento del proteccionismo internacional. Se observa que en los Estados Unidos de América se ha superado la vida urbana por la rural, lo cual provoca enormes preocupaciones por el impacto ambiental que esto produce y la mala atención al campo.

Sin embargo, Biden ha hecho del cambio climático una de las principales prioridades de su gobierno y lo plasmó en un ambicioso "Plan de energía limpia y justicia ambiental" que tendrá un profundo impacto en el mundo y, sobre todo, en los planes de cuidado ambiental de los países de América Latina.

Energía y estrategia legislativa

Mediante una serie de nuevas órdenes ejecutivas, Joe Biden buscará garantizar que Estados Unidos logre una economía de energía 100% limpia y logre cero emisiones netas para 2050.

La estrategia legislativa del nuevo presidente en esta materia se traducirá en lograr que el Congreso Estadounidense apruebe:

1) El establecimiento de un mecanismo de cumplimiento, que incluya límites importantes a más tardar al final del primer mandato en 2024.

2) Un plan de inversión enfocado en energía limpia  a través de la investigación e innovación climática.

3) Fomento de innovación e inversión a la economía limpia en las comunidades más afectadas por la contaminación, las cuales pueden ser las primeras en sufrir los efectos del cambio climático.

Inversiones inteligentes

También, hará inversiones inteligentes en infraestructura para reconstruir el país y garantizar que edificios, agua, transporte y energía puedan resistir los efectos del cambio climático. El presupuesto asignado a la reconstrucción de carreteras, puentes, edificios, redes eléctricas e infraestructura de agua se utilizará para prevenir, reducir y combatir el cambio climático.

Se planea que el presidente trabaje con universidades locales y laboratorios nacionales para utilizar el poder de convocatoria del gobierno y promover la resiliencia climática, formular planes regionales y obtener datos, información, herramientas y capacitación local.

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Cooperación internacional y acuerdo de París

En 2016, un año después de la firma del Acuerdo de París, los países propusieron y cumplieron voluntariamente sus compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través del acuerdo. La victoria de Donald Trump provocó ansiedad y sosobra, lo cual terminó haciendo que el antiguo mandatario se saliera del pacto. Con la llegada del Presidente Biden, se volverá a firmar dicho tratado internacional, poniendo nuevamente a Estados Unidos en la mesa de negociaciones de un pato mundial por el clima.

Sin embargo, trabajará para que cada país importante eleve sus ambiciones para lograr sus objetivos climáticos nacionales. Asegurará que estos compromisos sean transparentes y aplicables, y no aceptará que los países se justifiquen con la falta de ejemplos. Incorporará plenamente el cambio climático en la política exterior estadounidense y su estrategia de seguridad nacional; sin mencionar que también lo aplicará a sus relaciones comerciales.

Castigo a las contaminantes

La administración Biden suprimirá las empresas de combustibles fósiles y otros contaminadores, que ponen las ganancias frente a las personas y dañan deliberadamente al medio ambiente y envenenan el aire, la tierra y el agua en diversas comunidades, así como su información oculta sobre posibles riesgos para la salud y el medio ambiente.

El plan Biden garantizará que las comunidades de todo el país desde Flint, Michigan, hasta Harlan, Kentucky, y la costa de New Hampshire tengan acceso a agua potable limpia y segura. Además, garantizará que el desarrollo de soluciones sea un proceso inclusivo dirigido por la comunidad.

Impuestos en pro del medio ambiente

Vale la pena señalar que el "Plan Biden" considera el principio de fiscalizar los costos ambientales y climáticos a través de impuestos al carbono y ajustes a los acuerdos comerciales sobre políticas climáticas. Además, buscará aumentar impuestos de las importaciones de países que no han asumido compromisos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en virtud del Acuerdo de París.