¿Te estás dejando engañar?: la farsa detrás de los productos eco friendly
Detrás de los productos eco friendly se encuentra toda una farsa que han creado las empresas a partir de un discurso aparentemente consciente. ¿Lo peor? Todos caemos en la trampa.
Foto: Rawpixel
LatinAmerican Post | Vanesa López Romero
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Desde hace unos años, los movimientos ambientales y en contra del cambio climático han ganado popularidad. Esto, gracias a la visibilización que les ha dado las organizaciones internacionales y los medios. Y es que no se debería esperar menos, pues las crisis climática y ambiental amenazan con ser la causa de la próxima extinción de nuestra especie y del mundo como lo conocemos. Esto ha generado que tanto desde las altas esferas políticas e industriales como desde la individualidad se tomen medidas que puedan generar una impacto más grande para no solo cuidar el planeta, sino también frenar las consecuencias que ya estamos viviendo.
A medida que estos movimientos crecen y se hacen importantes en nuestro diario vivir, las industrias han venido dando opciones "eco friendly" que, como su nombre lo indica, se refiere a productos que son "amigables" con el medio ambiente. El auge y crecimiento de este tipo de productos que vemos hoy en día va intrínsicamente relacionado a campañas de publicidad en las que se apela a lo sentimientos pasajeros y a una falta de verdadera empatía. Y es que no podemos negar que el discurso de los productos eco freindly logra tocar fibras.
¿Pero qué tan bueno es esto? Cualquiera podría decir que es muy bueno, a la larga se están promocionando productos que pueden ayudar a salvar el medio ambiente. Pero la triste realidad es que lo "eco friendly" es meramente una etiqueta que ha sido usada exclusivamente como una estrategia de mercadeo.
La cuestión, podríamos resumirla, es que las empresas no ven el cambio climático y la crisis ambiental como un problema. Lo que ven como un problema es que sea un tema en auge, las personas le presten atención, tomen consciencia y decidan no comprar productos que puedan seguir contribuyendo a la cuestión. ¿Cómo se resuelve? Creando productos que en su etiqueta aseguren que no contribuyen al problema, sino que, todo lo contrario, están ayudando a salvar el mundo. Es decir, no crearon un producto a partir de un problema ambiental, político y ambiental; todo lo contrario, respondieron a la demanda y a partir de eso crearon un mercado. Es decir, siguieron las reglas básicas de un sistema capitalista, que precisamente es uno de los sistemas económicos que resulta más peligroso para el planeta tierra y su bienestar.
Lo eco friendly es greenwashing
El principal problema de esta etiqueta es que las empresas la usan deliveradamente para referirse a ciertos productos que prometen resolver un problema, mientras que detrás de estos hay cadenas de producción u otros productos de la misma empresa que aumentan aún más el problema principal. Un ejemplo claro es Nestle, que ha tomado una posición aparentemente firme respecto a la importancia del agua y de su conservación, llevando toneladas a comunidades, creando campañas para su protección, etc. Sin embargo, Nestle sigue siendo una empresa que produce millones de botellas plásticas para embotellar su agua, y otro plásticos de un solo uso para muchos más de sus productos. Por supuesto, estos plásticos terminan en el mar y son una de las principales causas de la polución y la contaminación marítima.
Distintos estudios, entre ellos el artículo Sins of Greenwashing de Underwriters Laboratories, demuestran que más del 90% de los productos que tienen esta etiqueta caen en lo que llaman "los pecados del greenwashing". Estos son: el trade-off oculto, la falta de pruebas para verificar que sí se trata de un producto ecológico, etiquetas falsas, irrelevancia respecto a componentes, el menor de los dos males (que consiste en distraer al consumidor sobre los procesos detrás de la producción), y mentir y dar afirmaciones sobre certificados y registros.
Es decir, las marcas utilizan estas herramientas para hacer creer a sus consumidores que sus productos eco friendly son transparentes, pero la realidad es que siguen generando tanta contaminación y siendo tan peligrosos como los productos que no cuentan con esta etiqueta.
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¿Y entonces qué hacer?
La respuesta puede parecer simple, pero realmente no lo es. Se trata de investigar, de sentarse juiciosamente a entender cuáles son las limitaciones de ciertas empresas y sus productos y también comprender que las cadenas de producción nunca serán 100% sostenibles, mientras sean realizadas por empresas con intereses meramente financieros. ¿La recomendación? Evitar a toda costa productos eco freindly de grande marcas.
Hoy en día, son miles las marcas que nacen con el propósito de reslver el problema, no de adaptarse a medias a un mercado. Al comprar productos que sí cumplan con ser sostenibles, se debe entender por completo la cadena de producción. Haz preguntas como: ¿Son productos 100% naturales? Si no, ¿cuáles son los componentes no naturales qué tiene?, ¿quiénes los producen?, ¿en qué condiciones?, ¿cómo es el proceso de desechos?
Tener la posibilidad de comprar local y a emprendimientos que realmente están interesados en hacer un cambio no solo es una gran ventaja, sino que también ayuda a no dejarse meter los dedos a la boca.