El país invirtió más de 300 millones de dólares destinados a blindar su posición en estas islas 

Gavin Williamson, ministro de Defensa del Reino Unido, confirmó que su país invirtió más de 300 millones de dólares en un escudo antimisiles que se ubicará en las Islas Malvinas. Esta semana los británicos realizaron pruebas de dicho escudo en Suecia, muy cerca del Mar Báltico. El equipo utilizado consiste en el Misil Modular Antiaéreo Común, dos vehículos de soporte de unidades de fuego y un vehículo lanzador, en un sistema que se denomina Land Ceptor. La razón para el desarrollo de este armamento es la protección de las tropas británicas contra amenazas provenientes del aire, como aviones y municiones, afirmó Williamson.

Read in english: Why is the United Kingdom reinforcing its military in the Falklands?

Aunque han llamado la atención los movimientos anunciados por los británicos en las Malvinas, realmente no es un cambio que responda a una amenaza inminente, sino algo que se había anunciado desde 2015. El Reino Unido está renovando sus sistemas de seguridad en todo el mundo. La empresa encargada de desarrollar el Land Ceptor es la multinacional MBDA, uno de los mayores contratistas de armamento del mundo. Uno de sus propósitos actuales es la renovación de los sistemas británicos, que incluyen desde luego las Malvinas. Algunos de los sistemas actuales ubicados en las islas datan de la guerra de 1982, mientras que el Rapier de 1990. La sustitución está programada para el año 2020, por lo cual las pruebas ya están en marcha.

Los nuevos equipos están destinados a la base militar de Mount Pleasant, ubicada a 50 km. de Stanley, la capital. Su capacidad de respuesta es de 20 minutos con gran capacidad de adaptación a las condiciones de terreno, pudiendo atacar a 8 posiciones de forma consecutiva. El gobierno argentino no ha hecho ninguna protesta al respecto, aludiendo a que es una simple sustitución de armamento. El país sudamericano ha tratado de mejorar sus relaciones con el Reino Unido que pasaron por altibajos durante la era de los Kirchner. El gobierno de Mauricio Macri trata de reflotar la economía argentina en el plano internacional, por lo que ha acudido a la asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para lograrlo.

El canciller británico Boris Johnson visitó la Argentina hace unos días y manifestó el respaldo de su país a las aspiraciones de los sudamericanos para ingresar a la OCDE, institución a la que Colombia se sumó esta semana. Las relaciones argentinas con el FMI han sido difíciles en la última década, por ello el respaldo británico a las negociaciones es vital. No obstante, Argentina no ha renunciado a su soberanía sobre las islas que los llevaron a la guerra hace casi cuatro décadas. Ambos países han decidido congelar diplomáticamente el asunto, han logrado una especie de tregua para tratar otros asuntos importantes, por ello no es de extrañar la reacción templada de Argentina hacia los movimientos anunciados por los europeos.

El Reno Unido mantiene una posición estratégica en las islas y aunque no ha señalado una amenaza específica, la realidad es que los eventos recientes a nivel global han hecho reconsiderar sus posiciones. Mantienen una estrecha colaboración en la seguridad europea, en particular tras el Brexit que aún se encuentra en proceso, así como con los estadounidenses. Sin embargo, la llegada de Trump, las amenazas de Corea del Norte, el terrorismo, la migración y la tensión latente con Rusia y China han puesto en alerta a la percepción británica de la seguridad internacional.

Latin American Post | Luis Ángel Hernández Liborio

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