Latinoamérica, un destino poco explorado por futbolistas europeos

El fútbol moderno se caracteriza, entre otras cosas, por tener su epicentro de estrellas en el viejo continente por el nivel y el prestigio que otorgan sus ligas, y es de hecho, el destino que se proponen como meta los futbolistas latinos. Es muy común que jugadores latinoamericanos destaquen en Europa y, por el contrarrio, no suele verse a jugadores europeos jugando en competiciones de América Latina. Esto se debe a que no se tiene el mismo prestigio que en Europa, además el ecosistema social y cultural es muy diferente.

Sin embargo, la pasión que generan eventos como la Superliga Argentina, el Brasileirao, la Liga MX en México y la Copa Libertadores, otorgan un aditivo especial a estas tierras. Eso, lo han visto jugadores como el atacante francés André-Pierre Gignac, y dos campeones del mundo: el mediocentro italiano Daniele de Rossi y el delantero David Trezeguet, por mencionar los casos más recientes.

España en Latinoamérica

El caso más representativo es el de el gran Alfredo Di Stefano, aunque es preciso decir que se trata de un sudamericano que luego tomó nacionalidad española. “La Saeta Rubia” nació en Argentina y sus primeros pasos como profesional los dio en ese país con River Plate y Huracán, luego en Millonarios de Colombia antes de dar paso a su exitosa carrera en el Real Madrid. 

Otro ejemplo más reciente es el del vasco Gorka Elustondo. El ex-jugador de la Real Sociedad y Athletic Bilbao fichó para la Liga Águila de Colombia con el Atlético Nacional, aunque apenas disputó 9 partidos y 600 minutos. Actualmente, se desempeña en el Rayo Vallecano en la Segunda División española.

Otro caso español es el de Manuel Balda, delantero de 25 años que destaca con sus goles en El Nacional de la Seria A de Ecuador, tras iniciar su carrera en equipos de la Segunda B española. Por el Envigado de Colombia pasaron otros dos ibéricos, aunque de menor renombre, Manuel Reyes y Juanra García, quienes tuvieron poco impacto.

En 1992 en la Liga de Venezuela, el máximo goleador fue un alemán, Andreas Vogler. Jugó en el Caracas FC de ese país hasta 1994 luego de haber vestido el uniforme del Hertha Berlín en la Bundesliga. En el país sudamericano marcó 49 goles en tres temporadas antes de regresar a su nación para cerrar su ciclo profesional en el Spandauer SV de la Segunda División.

Gignac rompe los esquemas

El atacante francés es ya casi mexicano, pues llegó a ese país en 2015 para reforzar a los Tigres de Monterrey y aún permanece muy contento en esas tierras tras casi seis años. Un caso muy atípico, sobre todo porque el galo tenía 29 años cuando llegó a Centroamérica y aún era convocado frecuente en la selección de Francia.

Gignac no oculta su pasión por México y demostró en un video en Instagram su conocimiento por la música de banda y el chile. En detalle, el delantero subió una conversación a Instagram y en la misma se aprecia cuando dice "¿listo?", después saca un chile verde sin cocer, le da una mordida y dice "chin… chin…".

Al sentir el picante, el atacante comenzó a toser, después empezó a cantar y dijo "no manches, no se puede", mientras demostraba que se había enchilado tras masticar, esto como un intento más de interrelacionarse con esta cultura. De hecho, colocó una leyenda que decía "sigo enchilado, gracias".

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Gignac acumula desde 2015 más de 200 partidos con el equipo y 123 goles, más que todos los que hizo en sus cuatro equipos anteriores, Lorient, Pau FC, Toulouse y Marsella, con los que marcó 113 en conjunto. Nadie podrá dudar que este largo paso por México ha sido la etapa más importante de su carrera.

De Rossi cumple un sueño

Daniele De Rossi, un ex jugador incansable en defensa y óptimo en la salida del balón, cerró su carrera a comienzos de 2020 en el Boca Juniors de Argentina, club con el que se uniformó seis meses desde julio de 2019 tras un largo y exitoso paso por la Roma en la Serie A.

De Rossi quiso llevar su experiencia a una tierra desconocida pero no fue lo esperado para los fanáticos puesto que tras un buen rendimiento y hasta demostraciones de adaptación apenas a los seis meses de su arribo y luego de siete partidos y un solo gol dijo adiós a su carrera y a la aventura sudamericana.

El jugador acabó una carrera de 20 años vividos casi en totalidad en el equipo de su ciudad natal, disputando 616 partidos y marcando 63 goles. Aunque no fue el más ganador, pues solo conquistó tres trofeos de clubes: dos títulos de Copa Italia y uno de Supercopa italiana levantados durante la gestión de Luciano Spalletti en las 2006-07 y 2007-08, su gran éxito llegó con la “squadra azzurra” en Alemania 2006 con el campeonato del mundo.